Los padres de familia y los maestros colaboramos de manera directa y fundamental en el proceso de aprendizaje de los niños y jóvenes; y son cada día más las investigaciones y estudios que descubren el modo en que aprende nuestra mente. Y muchos sabemos y coincidimos que el aprender a aprender es un proceso complejo que va más allá de la simple acumulación de información, porque es necesario comprender, analizar e integrar los nuevos conocimientos con los saberes previos para lograr su “aplicación” a diferentes contextos e inclusión en los esquemas de conocimiento de cada uno (cf José M. Luna H).
Hoy también conocemos extensamente que “los aprendizajes significativos son producto de la interacción que fluye entre el docente y el estudiante permeados por emociones gratas, los cuales internalizados en un proceso entre la razón y la emoción garantiza un efecto deseado. Así, se ha demostrado que las emociones representan junto a los procesos cognitivos un factor determinante en la adquisición del conocimiento, tomando en consideración que, si la experiencia de aprendizaje es agradable a los estudiantes, ellos lograrán aprendizajes significativos, de lo contrario propiciarán procesos emocionales negativos que generará una conducta de huida hacia la disciplina que administre el docente en su momento y entre los diversos estudios generados sobre ella” (Yenny Rodríguez M., Las emociones en el proceso de enseñanza-aprendizaje). Quizá les interese nuestra publicación: EDUCAR TANTO LA CABEZA COMO EL CORAZÓN, LO ACADÉMICO Y LO EMOCIONAL Y CÓMO EVITAR SER INFECTADO POR LA ENERGÍA NEGATIVA.
¿Qué opinan prestigiosos estudiosos la emoción y el aprendizaje?
- “En un sentido muy real, todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra mente que siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida mental” (Daniel Goleman,1995).
- “Sólo se puede aprender aquello que se ama, aquello que te dice algo nuevo, que significa algo, que sobresale del entorno. Sin emoción no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria” (Francisco Mora, 2013).
- “Los niños no son sólo los adultos del futuro; también son los habitantes del presente y han de poder expresar lo que piensan” (César Bona, 2015).
- “Somos emociones. Y si eres emoción has de enseñar a los niños con emoción, tienes que llegar a sus emociones y enseñarles a gestionarlas” (Carles Mesa, 2015).
- “La educación emocional es el eje vertebrador del desarrollo de la personalidad integral” (Rafael Bisquerra, 2015).
- “El cerebro necesita emocionarse para aprender” (José Ramón Gamo, 2016).
La abogada canadiense (Quebec) Catherine L’Ecuyer, máster por IESE Business School y máster Europeo Oficial de Investigación de la Universidad Internacional de Catalunya; madre de familia radicada en Barcelona (España); es la autora de exitosos libros como Educar en la realidad y Educar en el asombro. Buena parte de su vida la está dedicando a dictar conferencias sobre temas relacionados con la educación. ¿Qué piensa ella, como madre y estudiosa de sobre los caminos para el aprendizaje agradable, efectivo y eficaz?
EDUCAR, UNA OBRA MAESTRA
Después de escuchar (en este video) a Catherine L’Ecuyer, deseamos comparti con Ustedes algunas de las respuestas publicadas por el Blog GESTIONANDO HIJOS, que nos permitirá asomarnos a su propuesta educativa y entender que “educar en el asombro es educar al niño en el agradecimiento por la vida, por la belleza y el misterio que le rodea” y que, como educadores, debemos de saber que “el asombro requiere libertad interior. Según Tomás de Aquino, hay dos fases en el conocimiento: la primera es el descubrimiento y la invención, y la segunda, la disciplina y el aprendizaje. Hemos invertido el orden: en las escuelas se aprende de fuera hacia dentro, no de dentro hacia fuera”.
“Hoy en día, por las circunstancias de la sociedad en la que vivimos, hace falta retroceder a una edad cada vez más temprana para encontrarnos con asombro en un niño. Los niños no han cambiado, lo que ha cambiado es el entorno en que se encuentran los niños. El ritmo frenético, el ruido continuo, la obsesión por adelantar las etapas, la moda de la híper educación, la falta de sensibilidad por el respeto de la inocencia de los niños, entre otras causas, hacen que los niños pierden la capacidad de asombro” (Una mujer una voz, 27/11/2012).
Y si el aprendizaje nos transforma cuando aprendemos, nos modificamos y modificamos lo que nos rodea para transformar la realidad, sabemos que como profesores, sensibilizados por esta aportación, necesitamos estudiar y formarnos al respecto, para encontrar respuestas y recursos que nos permitan conocer más sobre la importancia de educar en la emoción; para desterrar de nuestra tarea educativa la ignorancia, la indiferencia o el analfabetismo sobre la influencia de emociones en el aprendizaje de los estudiantes. Si bien es cierto que la educación emocional es una innovación relativamente reciente, y se requiere de tiempo, a veces incluso años; también es cierto que cada día se fortalece la certeza que se necesita integrarla en el sistema educativo actual.
GESTIONANDO HIJOS: ¿Hemos perdido el sentido de lo importante?
CATHERINE L’ECUYER: Si preguntamos a los padres lo que ellos consideran importante, ellos lo saben perfectamente. Saben que a las 8 de la noche es más importante escuchar lo que te cuenta tu hijo, que correr detrás del whatsapp de un compañero de trabajo o mirar el Facebook. Ellos saben cuáles son sus prioridades y qué es lo que han de hacer en cada momento. Pero el día a día nos come y el bombardeo continuo de información que nos llega por las redes nos convierte en lo que Clifford Nass, un experto americano en la multitarea, llama “enamorados de la irrelevancia”.
GESTIONANDO HIJOS: ¿Cómo podemos revertir esta tendencia?
CATHERINE L’ECUYER: Enamorarse con lo irrelevante ocurre cuando hay dispersión, una tentación que nos trae la multitarea tecnológica. Para revertir esta tendencia, se trata de intentar hacer solo una cosa a la vez que requiera procesar información. Es un tema de higiene mental. La gente que hace una sola cosa a la vez que requiere procesar información tiene una memoria de trabajo menos colapsada, comete menos errores, es capaz de más profundidad en el pensamiento, presta más atención, etc. Hemos de volver a aprender a prestar atención de verdad. Si nos cuesta a nosotros, podemos imaginar lo difícil que es hacerlo para un niño pequeño, que aún no tiene la fuerza de voluntad y la templanza consolidada. Navegar con 5 o incluso 10 años, es como beber agua de una boca de incendio. Yo creo que la crisis educativa que tanto nos preocupa, principalmente es una crisis de atención.
GESTIONANDO HIJOS: ¿La pantalla es una motivación externa?
CATHERINE L’ECUYER: Para una mente inmadura sí. Quien lleva la rienda ante la pantalla no es el niño, sino los algoritmos de la aplicación del dispositivo, que engancha con el atractivo de sus sonidos y de sus imágenes. Esos estímulos son recompensas que motivan al niño artificialmente. De hecho, los neuropediatras ya saben que no se puede diagnosticar a un niño con TDAH mientras está delante de una pantalla porque el locus de control (el lugar desde el cual se controla la atención) no es interno al niño, sino es externo.
Permítanos un paréntesis.
Radio Televisión Española, Para todos la 2, ha colgado en YouTube el video de una entrevista a la doctora L’Ecuyer, sobre el uso de los celulares, móviles o tabletas, que les invitamos a visualizar, primero Ustedes y luego (les sugerimos) con los padres de familia y estudiantes. El diálogo puede ser muy enriquecedor. Entonces (quizá) será más fácil entender por qué opina que “en un mundo frenético como el nuestro, los más pequeños se han acostumbrado al ritmo de los adultos: son capaces de llevar un sinfín de actividades, siempre deprisa, saltando etapas y disfrutando cada vez menos de su tiempo de ocio, olvidando o dejando de lado que la experiencia del asombro tiene una fundamental importancia en el proceso de aprendizaje del niño”.
EDUCAR EN EL ASOMBRO
GESTIONANDO HIJOS: Muchas personas dicen que estás en contra de las nuevas tecnologías, ¿es así?
CATHERINE L’ECUYER: Uso la tecnología a diario, son herramientas estupendas. Lo único que digo es que en mentes en desarrollo (en niños), la tecnología tiene efectos en el aprendizaje, que no siempre son buenas. Y no es una mera opinión, hay muchos estudios sobre el efecto pantalla que asocia el consumo temprano de pantalla con la falta de atención, la impulsividad, etc. Hasta la prestigiosa Clínica Mayo recomienda no dejar ver la pantalla los niños pequeños como medida preventiva del TDAH. Para poder usar esas herramientas sin riesgo, hay que haber desarrollado previamente un criterio de relevancia (del que hablé antes) y una serie de virtudes (fortaleza, templanza, etc.). Por lo tanto, la tesis de mi libro es que “la mejor preparación para el mundo online es el mundo offline”. Y eso lo acaba de confirmar la OCDE en su informe PISA Students Learning and Computers en el que sorprende a todos con sus conclusiones: El ordenador usado en el aula por encima de la media de la OCDE da resultados significativamente peores, los países que han invertido en nuevas tecnologías en el aula no han visto mejora. El informe concluye que la mejor forma de preparar al alumno para el mundo digital no consiste en facilitarle el acceso a servicios y dispositivos de alta tecnología, sino potenciando la lectura y las matemáticas. Hay un antes y un después a ese estudio. Ahora usar tabletas en las aulas ha dejado de ser “una moda”.
GESTIONANDO HIJOS: ¿Qué consejo darías hoy a un padre, una madre en relación con la importancia de la atención en la educación?
CATHERINE L’ECUYER: Nuestros hijos prestarán atención si nosotros somos capaces de prestarles atención a ellos. Hoy mismo miremos a cada uno de nuestros hijos con esa mirada atenta, esa mirada como decía Simone Weil, “en la que el alma se vacía de contenido propio para recibir al ser al que está mirando tal cual es, en toda su verdad. Solo es capaz de ello quien es capaz de atención”.
La entrevista completa la puede Usted leer en CATHERINE L’ECUYER, AUTORA DE “EDUCAR EN EL ASOMBRO” Y “EDUCAR EN LA REALIDAD”: “HEMOS DE VOLVER A APRENDER A PRESTAR ATENCIÓN DE VERDAD”.
Aún sabiendo que ya bastante el tiempo les hemos ocupado en esta publicación; les animamos (ahora o cuando la situación se lo permita), visualizar el video “Antes de los dos años cero pantallas, perjudican la atención” de BBVA, (en su versión corta, porque hay otra completa [15´38”] en las redes), con el diálogo entre un padre de familia (Mariano Rochman) con Catherine L’Ecuyer, sobre el uso de los celulares, móviles, smartphones y tabletas en la vida diaria y en las escuelas. Nosotros hemos tratado este tema sobre “la dignidad del niño en el mundo digital” en 800 MILLONES DE NIÑOS NAVEGAN POR LA RED.
“ANTES DE LOS DOS AÑOS, CERO PANTALLAS”
Cada día son más los que apuestan por esta nueva visión, en la que la inteligencia emocional se posiciona como un elemento esencial para el desarrollo integral de la persona y que además nos permite y ayuda a potenciar el aprendizaje de los contenidos puramente académicos. Se trata principalmente de conocer cómo la experiencia del asombro, tiene una gran importancia en el proceso de aprendizaje del niño. Dijo el cantautor argentino Atahualpa Yupanqui: “Los días de mi infancia transcurrieron de asombro en asombro, de revelación en revelación.”
“Deberíamos volver a educar y dejar de inculcar”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF