Es recomendable que en el contexto educativo se reflexione sobre los nuevos perfiles profesionales requeridos para adecuar sus ofertas formativas acordes al desarrollo de las competencias profesionales necesarias. Con relación a los perfiles profesionales, destaca de forma unánime la competencia del trabajo colaborativo o en equipo como una competencia interpersonal central.
Trabajar en equipo no es solo una forma de organizar el trabajo y de aprender de manera colaborativa, también contribuye al desarrollo de una competencia transversal y necesaria a lo largo de la vida. Sin embargo, esta acción no surge de manera espontánea. Los equipos se forman en contextos determinados y con una finalidad; durante su desarrollo, dentro de un entorno y un tiempo, se pretende que haya participación, corresponsabilidad y que sus miembros se adapten a las demandas y circunstancias que les sean requeridas según su función o roles asignados.
La literatura especializada en teorías de aprendizaje colaborativo con enfoque constructivista enfatiza la necesidad de la participación social del sujeto en el proceso de nuevas adquisiciones, partiendo de la idea de que el aprendizaje y el conocimiento son el resultado de un proceso de construcción social. Al respecto, Sancho-Saiz, Barandián, Apodaca, Lobato, San José, y Zubimendi (2012), refieren que el trabajo en equipo se sustenta en esta visión caracterizada fundamentalmente por:
Una interdependencia positiva entre todos los integrantes del grupo, lo que les obliga a confiar unos en otros para conseguir el objetivo, ya que el éxito de cada cual depende del éxito de los demás y de la responsabilidad personal por la que todos los miembros del grupo deben rendir cuentas de su parte de trabajo;
La aplicación adecuada de unas competencias sociales como la comunicación eficaz, las relaciones interpersonales, el liderazgo y la regulación del trabajo en grupo, la toma de decisiones, el manejo adecuado de los conflictos y la resolución de problemas; y finalmente:
Una evaluación periódica del propio proceso grupal, que conlleva una permanente reflexión crítica de la propia práctica del grupo. En este sentido, el aprendizaje colaborativo a través del trabajo en equipo aparece como una metodología que permite abordar la enseñanza y aprendizaje no solo de “la competencia del trabajo en equipo”, sino también de otras que asimismo son centrales, como la competencia social, la comunicativa, la toma de decisiones, la solución de problemas, entre otras, reconocidas como transversales en el proceso formativo.
Desde el enfoque socio-constructivista, la colaboración es vista como el trabajo que se realiza en conjunto entre un grupo de personas con intereses y objetivos comunes para maximizar no solamente su aprendizaje, sino también el de los demás, y como una metodología que refuerza el aprendizaje y el proceso de enseñanza a través de la reflexión, el debate, el contraste de pareceres, la cooperación y el diálogo, lo que permite a los sujetos comprender e integrar mejor los nuevos conocimientos. Por todo lo anterior, la participación es un elemento clave en el proceso de aprendizaje y condición necesaria para la colaboración.
Ahora bien, cuando se habla de trabajo en equipo como metodología de aprendizaje colaborativo, se hace referencia a una forma de trabajo en un escenario en donde interactúan dos o más sujetos para construir aprendizaje por medio de la discusión, reflexión y toma de decisiones; «es un proceso en el que cada individuo aprende más de lo que aprendería por sí solo, fruto de la interacción de los integrantes del equipo» (Guitert y Giménez, 2000, p.114).
En los ambientes, el aprendizaje colaborativo a través del trabajo en equipo es la metodología, mientras que los recursos informativos actúan como mediadores psicológicos y eliminan las barreras espacio-temporales; abren la posibilidad de la educación individualizada a un contexto de amplia interacción social que propicia la educación grupal y colaborativa a través de esta estrategia. Sin embargo, existe una serie de elementos claves considerados fundamentales para el desarrollo y proceso del trabajo en equipo, ya que dichos elementos pueden llegar a condicionar el logro de los objetivos de aprendizaje.
Características del aprendizaje colaborativo en el aula
De acuerdo a lo planteado por Johnson (2000, p. 9-10):
- Interdependencia positiva: Los miembros del grupo deben tener claro que los esfuerzos de cada integrante no sólo lo benefician a él mismo sino también a los demás miembros.
- Responsabilidad individual y grupal: El grupo debe asumir la responsabilidad de alcanzar sus objetivos, y cada miembro será responsable de cumplir con la parte del trabajo que le corresponde.
- Interacción estimuladora: Los alumnos deben realizar juntos una labor en la que cada uno promueva el éxito de los demás, compartiendo los recursos, ayudándose y respaldándose.
- Prácticas interpersonales y grupales: Habilidades para funcionar como parte de un grupo (dirigir, tomar decisiones, crear clima de confianza, manejar los conflictos, motivación). El docente debe enseñar estas prácticas con la misma seriedad y precisión que los contenidos y/o habilidades técnicas.
- Evaluación grupal: El grupo debe analizar en qué medida están alcanzando sus metas y manteniendo relaciones de trabajo eficaces.
Papel del estudiante en el aprendizaje colaborativo en el aula
Comparada con técnicas no colaborativas, el aprendizaje colaborativo en el aula tiene los siguientes resultados:
- Los estudiantes se esfuerzan más y se sienten motivados por lograr un buen desempeño.
- Favorece relaciones más positivas entre los alumnos.
- Promueve el desarrollo de habilidades sociales producto de la interacción con otros estudiantes.
- Maximiza sus aprendizajes individuales a través de aprender con y de otros.
Papel del docente en el aprendizaje colaborativo en el aula
De acuerdo a los distintos roles que cumple el docente, Miguel (2006, p. 103) explica lo siguiente:
Como facilitador
- Prepara el material.
- Cuida la composición de los grupos y su seguimiento.
- Verifica que cada miembro conozca los objetivos de trabajo.
- Se asegura que las funciones del grupo sean rotatorias.
- Ayuda a buscar distintos procedimientos.
- Fomenta la interacción entre los miembros.
- Establece los criterios de evaluación de las tareas y productos.
- Plantea evaluaciones que comprenden el proceso como el aprendizaje grupal e individual.
- Identifica las habilidades sociales necesarias para la realización del trabajo colaborativo y se las informa a sus estudiantes.
- Como modelo: Despliega el repertorio de conductas y actitudes que desea que aprendan los alumnos (habilidades de trabajo colaborativo).
- Como regulador de conflictos: Ayuda en la resolución de situaciones problemáticas (alumno dominador, que no quiere trabajar, marginado).
- Como refuerzo y evaluador: Otorga retroalimentación a cada equipo, estableciendo canales de comunicación y reflexión a lo largo del trabajo.
¿Cómo se implementa el aprendizaje colaborativo en el aula?
El proceso de aprendizaje consiste en transitar por las siguientes fases:
- Primero fase de decisiones previas: Implica analizar los aprendizajes esperados que se desea lograr, la selección de materiales, la conformación de grupos, la organización del aula y la asignación de roles.
- Segundo fase de ejecución de tareas y trabajo en equipo: Se explica la tarea académica a realizar, se asegura la interdependencia positiva y se despliegan las conductas deseables.
- Tercero fase de la clase cooperativa: Se pone en práctica la clase, se supervisa la conducta de los alumnos y se favorece el cierre de la clase.
- Cuarto fase posterior a la clase cooperativa: Se evalúa la calidad y cantidad de aprendizajes y la eficacia del trabajo del grupo.
- Quinto evaluación individual y grupal: El docente debe cautelar la evaluación del aprendizaje cooperativo, sin olvidar evaluar el aprendizaje individual.
Entre los instrumento a utilizar encontramos listas de cotejo y rubricas para evaluar el aprendizaje colaborativo en el aula.
Este contenido ha sido publicado originalmente por CENID (Editorial) en la siguiente dirección: enid.org.mx
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