A medida que los niños espontáneamente van investigando las propiedades del mundo físico, van añadiendo nuevos conocimientos y comprenden mejor cómo funciona la ciencia de una manera práctica. Para motivar a los niños a descubrir la ciencia, conviene poner el énfasis en que los niños entiendan las propiedades del mundo que les rodea y esto solo se consigue realizando experimentos como estos diez experimentos con agua para niños.
A continuación compartimos con fines educativos los una lista de experimentos vistos en los portales educativos El Plural y de Sapos y Princesas. Esperamos que les sea de utilidad para entretener a los niños en el aula o en el hogar.
1. El ciclo del agua ¿por qué llueve?
Empezamos con este experimento para que los niños entiendan un poco mejor el mundo que les rodea, en este caso el ciclo del agua.
Materiales
- Una botella de plástico transparente
- Agua
- Colorante alimentario azul
- Rotuladores permanentes
Instrucciones:
Dibuja el sol y unas nubes en la parte superior de la botella, y la tierra en el la parte inferior. Mezcla medio vaso de agua con el colorante azul y viértelo en la botella y tápala. Por último colócalo junto a la ventana, o en algún sitio donde le de el sol, y observa.
Explicación
¿Cómo funciona el ciclo del agua? El sol calienta el agua de océanos, ríos y lagos, que sube a la atmósfera en forma de vapor de agua (evaporación) y forma nubes que almacenan el agua en forma de vapor. Cuando estas nubes se encuentran con una corriente de aire frío, el vapor se condensa (condensación) y se precipita en forma de lluvia (precipitación). Si la temperatura baja aún más, la precipitación puede producirse en forma de nieve o granizo.
Con este experimento no podremos ver el proceso completo, pero aún así es un experimento muy visual y útil para acompañar la explicación del ciclo del agua. En la botella podréis observar como el agua que está en el fondo al calentarse con el sol, se evapora, sube y forma de gotas de agua que se adhieren a las paredes de la parte superior de la botella.
2. La densidad del agua salada ¿por qué flotan más los objetos en el mar?
Continuamos con este experimento para entender por qué los objetos flotan mejor en el mar, una pregunta que le suele surgir a los niños en verano, cuando vais a la playa.
Materiales
- Cuentas o pequeñas piezas de plástico
- Cuatro vasos de cristal transparentes
- Agua
- Sal
- Azúcar
- Bicarbonato (también puedes usar levadura en polvo o sosa).
Instrucciones
Disuelve dos cucharadas de sal en un vaso, dos cucharadas de azúcar en otro, y dos cucharadas de bicarbonato en otro*. Mantén un cuarto vaso solo con agua, sin agregar nada más (esta será la variable controlada).
Etiqueta cada vaso con el nombre del ingrediente que has añadido dentro para poder identificarlos y no equivocarte.
A continuación, echa dos o tres cuentas de plástico en cada vaso y observa que ocurre. Las piezas colocadas en los vasos con bicarbonato y sal, deben flotar, mientras que las otras se quedan en el fondo.
*Puede que sea necesario agregar más sal, azúcar o bicarbonato, en función del tamaño y el peso de los objetos que eches dentro, o la cantidad de agua que contengan los vasos.
Explicación
Cuando se agrega la sal al agua, esta se vuelve más densa, es decir, más pesada. Por esta razón algunos objetos que se hunden en el agua dulce flotarán en el agua salada.
Con el bicarbonato de sodio sucede lo mismo, ya que es un tipo de sal. Pero además, el bicarbonato tiene otra propiedad por la cual, al disolverse en agua, reacciona formando dióxido de carbono (gas). Si observas atentamente verás diminutas burbujas que suben desde el fondo del vaso. Al echar las piezas, estas se quedarán en el fondo, pero si esperas un poquito verás como las burbujas que se forman alrededor de las piezas las elevarán lentamente hasta la superficie.
3. Agua ascendente ¿puede el agua ir hacia arriba?
Otro fenómeno que dejará a los niños fascinados es este.
Materiales
- 3 tarros, vasos o cualquier otro recipiente de cristal del mismo tamaño
- Papel de cocina
- Agua
- Colorante alimentario
Instrucciones
Llena dos de los tres frascos con agua hasta la mitad, y mezcla uno de los frascos con colorante rojo y otro con colorante amarillo, por ejemplo, y coloca los recipientes en fila (el vacío en medio).
Dobla dos pedazos de papel de cocina en cuatro partes a lo largo, introduce uno de los extremos en el frasco con agua amarilla y otro en el frasco vacío, y lo mismo con el del agua roja.
Explicación
Este experimento nos sirve para enseñarle a los niños el fenómeno de ‘la capilaridad o acción capilar’. Se trata de la capacidad que tienen los líquidos de ascender en contra de la gravedad por pequeños tubitos o capilares. La acción capilar es la que hace posible que las plantas puedan transportar el agua con sus nutrientes desde las raíces a las hojas.
Pero ¿cómo? Las moléculas de un líquido se pegan a sí mismas (cohesión), y también a todo lo que está en contacto con ellas (adhesión). En este experimento el líquido se pega al papel de cocina por adhesión y como este a su vez está fuertemente unido al resto de moléculas del líquido las arrastrará consigo al papel de cocina y llenará el frasco de en medio hasta que el nivel de agua esté igual en los tres recipientes.
Además, los niños podrán observar que sucede al mezclar dos colores primarios, en este caso amarillo y roja, que darán como resultado el color verde. También podéis probar con otros colores como azul y amarillo, o azul y rojo.
4. Barquitos de hielo en un mar de aceite ¿Por qué no se mezclan el agua y el aceite?
Nos proponen este experimento con hielo para los días más calurosos.
Materiales
- Hielera
- Agua
- Colorante alimentario
- Aceite de bebé
- 1 bandeja de plástico
Instrucciones
En primer lugar hacemos nuestros hielos de colores. Tiñe el agua de diferentes colores. viértela en la hielera y espera a que se congele.
Una vez congelados, echa los hielos en una bandeja con el aceite para bebés y deja que los niños jueguen mientras se derrite y forma burbujas de agua de colores sobre el aceite.
Explicación
El agua y el aceite no se mezclan, esto es porque el agua se comporta como un imán, tiene un polo positivo y otro negativo, y el aceite, por su parte, es un compuesto neutro que no tiene polaridad, por eso no siente ni atracción ni repulsión por las moléculas de agua. Y por norma general, las moléculas solo se asocian o interrelacionan con otras químicamente similares.
Por tanto, las burbujas de agua jamás se mezclarán con el aceite, y además al ser más densa el agua que el aceite, las burbujas se quedarán en el fondo y el aceite en la parte superior.
5. Experimento: La vela que se apaga sola
Las llamas están producidas por una reacción química altamente energética que produce calor. El fuego es en verdad una reacción química de oxidación, y por tanto es dependiente del oxígeno. Si producimos un fuego y lo cubrimos con un campana de cristal podremos ver cómo, poco a poco, su llama se va extinguiendo hasta desaparecer. Sin oxígeno no hay fuego.
En este sencillo experimento vamos a jugar con fuego, por lo tanto hay que ser muy precavidos.
Materiales
- Un vela pequeña
- Un envase de cristal grande (mayor que la vela)
- Algo para encender la vela (mechero, encendedor, cerillos, fósforos)
El experimento
- Ponemos la vela sobre una superficie lisa, de algún material ignífugo y alejada de materiales inflamables o que se puedan prender. Encendemos la vela con un fósforo (cerillos) o un encendedor. Esperamos a que la llama de la vela esté viva.
- Colocamos el envase encima de la vela, como si fuera una campana, tapándola por completo.
- Comprobaremos cómo poco a poco la vela se va haciendo más pequeña hasta apagarse del todo. El tiempo que tarde en hacerlo dependerá del tamaño del envase.
Atención: Este experimento no lo pueden realizar los niños. Hágase con la supervisión de un adulto.
Conclusión
El fuego no es otra cosa que una oxidación, una reacción química que necesita del oxígeno para su producción. Si eliminamos el oxígeno, la reacción deja de producirse.
Qué aprendemos
Después de este experimento, ya sabremos por qué soplamos o agitamos aire cuando encendemos una barbacoa o una chimenea: con ello conseguimos avivar el fuego aportándole mayor cantidad de oxígeno. La zona que rodea las brasas va perdiendo el oxígeno por la combustión y, al remover el aire a su alrededor, volvemos a aportárselo.
Podemos repetir el experimento con un envase más grande. Veremos cómo la vela tarda mucho más tiempo en apagarse porque a su realidad existe mayor cantidad de oxígeno.
Con este experimento comprobamos que el fuego necesita oxígeno y que, sin él, desaparece. Ese es el motivo por el que las ordenanzas de seguridad exigen la presencia de puertas cortafuegos. Si dejamos que el aire deje de entrar en una estancia donde hay un incendio podemos hacer que el fuego se apague solo o que al menos, al entrar muy poco aire, el fuego avance más lentamente.
Una manera de apagar un fuego consiste en sofocarlo. Un incendio, si es pequeño, puede apagarse simplemente al taparlo con un manta ignífuga. En la extinción de fuegos causados por combustibles como los hidrocarburos, los bomberos utilizan espuma, que realmente sofocan la llama.
Una vez que nos hayamos familiarizado con el experimento, también podemos interrumpirlo a la mitad, antes de que la llama se haya apagado totalmente. Si destapamos el envase, permitiremos la entrada de oxígeno y así veremos que el fuego vuelve a avivarse y la llama se mantiene.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Sapos y Princesas (EL Mundo) en la siguiente dirección: saposyprincesas.elmundo.es
1. El Agua que desaparece
Para hacer este experimento de “agua que desaparece” necesitamos: dos botellas, agua, colorante, un vaso, un plato hondo y un corcho.
2. Lata Saltarina
Para hacer este experimento necesitamos: una lata de refresco, un mechero, agua y un tupper.
3. Evitar sustos con refrescos agitados
Para hacer este experimento necesitamos: un refresco.
4. Tres velas y un misterio
Para hacer este experimento necesitamos: 3 velas, un tarro de cristal, un encendedor y unas tijeras.
5. Nubes artificiales
Para hacer este experimento necesitamos espuma de afeitar, tres vasos de agua y colorante.
Este contenido ha sido publicado originalmente por El Plura en la siguiente dirección: elplural.com