No queda duda que las transformaciones que impactan en los sistemas educativos incitando a un cambio de diseño en sus mallas curriculares, planes de estudio, ejes transversales, asignaturas viene determinado esencialmente por la pujanza constante y sistemática de la necesidad de acciones que «transformen vidas» entiéndase conductas, comportamientos, aprendizajes, actitudes, aptitudes en nuestros estudiantes, ante una sociedad muy ‘golpeada’ por los desequilibrios existentes en un mundo demasiado desigual dada las brechas sociales prácticamente en todos los campos: económicos, educación, salud, etc.
Que, en el caso particular de la Educación, área tan sensible, prioritaria, a lo anterior se añade con mucha fuerza los cambios vertiginosos promovidos por un desarrollo exponencial en el campo de la tecnología, así como el de las ciencias, factores suficientes para reflexionar que lo que hoy se imparte en las aulas de clase sigue siendo algo ‘estático, inamovible’ que se refleja en asignaturas tan tradicionales como matemática, español, y todo lo que abarca el campo de las ciencias naturales y sociales.
A lo anterior se suma la creciente demanda por parte de las empresas de que los profesionales del futuro cuenten con alto grado de desarrollo de habilidades blandas (o soft skills) lo cual generaría indudablemente que a mediano plazo – por no decir corto –en los próximos años se produzca un cambio de paradigma en la enseñanza técnica y universitaria, donde las denominadas habilidades blandas pasen a ocupar un papel fundamental en la formación.
Para lograrlo será necesario que los planes de estudios comiencen a incorporar de forma explícita la adquisición de estas competencias utilizando para ello una combinación de programas que incluyan formaciones específicas y experiencial en otras disciplinas bajo la modalidad extracurricular y en el mejor de los casos -más reglamentados- los planes académicos anuentes a un proceso de adaptación ante la demandas social y empresarial.
Un amigo – a raíz de ‘sumergirme’ en el campo de la elaboración de libros de textos, me expresó «la célula, siempre será la célula, sus componentes, funciones…», «la diferencia estará en su aprendizaje por parte de los estudiantes, lejos del tradicionalismo actual, en el enfoque que quieras darle sobre todo vinculado al saber hacer, al saber aplicar, al saber ser, y no lo meramente conceptual»
Será necesario para ello «conversar entre tú y yo, estimado lector», sobre objetivos versus competencia (enfoque, diferencias); la Incidencia del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), y la declaración de Bolonia, el proyecto Tuning y su incidencia en América latina; competencias duras y blandas; estrategias y técnicas de enseñanza para ser aplicadas; evaluación de competencias e instrumentos adecuados para ello, entre otros aspectos.
Que, de lograr un cambio personal, profesional, junto a tu entorno me sentiré satisfecho.
Continuaremos…
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Autor: Ernesto Gonzalez , ciudadano nicaragüense, nacido en Cuba. Experiencia laboral: Lic. en Ciencias Pedagógicas con mención en química. 40 años de experiencia como docente en los niveles de educación media y superior; cursos de posgrado propios de la especialidad y en pedagogía; autor de libros de texto para la enseñanza media tanto en ciencias naturales, como sociales. Articulista para los periódicos La Prensa, El Nuevo Diario (nicaragüenses 2000-2008), actualmente para el periódico El Siglo 21 guatemalteco. Correo electrónico: [email protected] Cuenta de twitter: @gonzlez_ernesto |
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