Llevamos ya 10 meses desde que entramos en cuarentena por COVID-19 y en todos estos meses los encuentros, reuniones, salidas se han visto suspendidas por el confinamiento. Si bien todos nos hemos visto afectados hay un grupo para el cual esta experiencia es nueva, confusa, desconcertante y hasta aburrida, los niños.
Las clases presenciales han sido suspendidas y toda la rutina de los niños se ha visto afectada; han dejado de convivir día a día con maestros y compañeros de manera presencial, han perdido este espacio fuera de casa, de sus padres, de su autoridad y su rutina.
Por lo tanto, buscar, promover y propiciar la convivencia, encuentro o juegos será muy positivo para cualquier niño en proceso de desarrollo físico y mental. Además de que les ayudará a prevenir problemas de ansiedad o depresión, en caso de notar conductas extrañas en sus hijos, consulte a un especialista.
Beneficios de convivir con una mascota
Una muy buena opción para estos encuentros y espacios son las mascotas; ellas son seres vivos con sentimientos, afectos, lazos y muchas veces son consideradas incluso parte de la familia. La relación de los niños con los animales y mascotas puede resultar muy benéficas. En esta ocasión contaremos algunos de los beneficios de que sus hijos jueguen con sus mascotas:
- Los pequeños desarrollan aprecio y amor por todas las formas de vida.
- Respeto por todas las formas de vida.
- Establecimiento de límites, ya que la mascota establece su propio trato con el niño, así como límites (si el niño lo lastima o juega brusco la mascota dejará de jugar). El niño también establece sus límites con ella (si la mascota es brusca, el niño aprenderá a poner un alto a esta conducta).
- Reconocimiento de emociones. El niño podrá reconocer cuando la mascota está contenta, triste, enojada o cansada.
- Establecimiento de vínculos Cuando el niño es tímido la convivencia con mascotas puede ser benéfica para desarrollar vínculos sanos y estables.
- Desarrollo de comunicación no verbal. Las mascotas no hablan, sin embargo, se comunican de distintas maneras, propiciando así otras formas de comunicación.
- Tener una mascota es un acto de responsabilidad, ya que necesita cariño, paseos, alimentos, limpieza, etc. Cuando el niño participa en estas actividades refuerza la responsabilidad.
- Diversión y entretenimiento. Jugar con una mascota le resultará divertido, así como relajante, combatiendo el aburrimiento, estrés, ansiedad y depresión.
- Actividad física. Jugar con una mascota implica movimiento y actividad física lo que resultará benéfico en estos tiempos donde el encierro vuelve la vida más.
Estos son solo algunos de los beneficios de que sus hijos puedan jugar con sus mascotas. Es importante mencionar que debe ser bajo la supervisión de un adulto, además de previamente conocer a la mascota, sus hábitos y conducta. Será importante que no sea agresiva y que sea apta para jugar con niños evitando así cualquier accidente. Siguiendo estas recomendaciones la convivencia de los niños será benéfica para todas las partes y la pandemia dejará de ser un pensamiento en su cabeza.
Agradecemos la colaboración de Luis H. Castilla Pliego, psicólogo, por compartir información para este artículo. Es egresado de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Cuenta con una maestría en psicoanálisis en el Colegio de Psicoanálisis Lacaniano y con más de 3 años de experiencia clínica y acompañante terapéutico, en donde sus áreas del conocimiento se han enfocado en; Psicoanálisis, psicoterapia breve e Intervención en crisis, entre otras más.