La dislexia y la disgrafía son dificultades de aprendizaje. La dislexia afecta principalmente la lectura, mientras que la disgrafía afecta principalmente la escritura. Aunque son condiciones diferentes, son fáciles de confundir. Sus síntomas pueden coincidir.
Es común escuchar a muchos padres quejarse acerca de que sus hijos poseen problemas para escribir, o que tienen inconvenientes para leer. Estas dificultades cuando no son tenidas en cuenta a tiempo pueden representar en el futuro graves problemas para muchos niños y niñas.
Si bien es más de común de lo que se piensa, es posible corregir estas problemáticas, sin embargo lo más importante que debemos hacer como padres es aprender cuáles son las diferencias entre dislexia y disgrafía, como una forma de identificar el problema lo antes posible y darle solución.
Compartimos con fines educativos la publicación del Portal de Educación Infantil y Primaria (Educa Peques) quien trae un artículo completo que puede ser de muchas ayuda a la comunidad docente y a los padres de familia.
Diferencias entre dislexia y disgrafía infantil
La dislexia y disgrafía son dificultades especificas de aprendizaje que, con frecuencia, pueden presentarse de manera conjunta, y es habitual que podamos confundir la dislexia con al disgrafía y viceversa.
Qué es la dislexia
La dislexia es una dificultad de aprendizaje relacionada con la lectura cuando este niño ha tenido una educación adecuada, un estímulo de aprendizaje en el hogar idóneo y no presenta síntomas de discapacidad o retraso mental (bajo CI).
Qué es la disgrafía
Por otra parte, la disgrafía es una dificultad de aprendizaje relacionada con la escritura siempre que el niño haya estado motivado o estimulado por un ambiente acorde en el hogar, haya recibido educación adecuada y no presente ninguna discapacidad intelectual.
Cómo se detecta la dislexia y disgrafía
Asimismo existen signos por medio de los cuales es posible detectar la dislexia o la disgrafía.
Dislexia
- Problemas de lectura
- Problemas para el deletreo de palabras
- Dificultad para memorizar palabras conocidas y familiares a simple vista
- Evitan la lectura en voz alta por vergüenza o miedo
- No organizan sus ideas ni el habla de manera habitual
- Les cuesta seguir una guía de instrucciones escritas que deben leer
Disgrafía
- Presentan una escritura ilegible y, muchas veces, en espejo (escritura habitual en niños de 4 a 6 años pero que luego se corrige en caso de niños sin disgrafía)
- Presenta escritura lenta y poco elaborada
- Puede mostrar una espaciado entre las letras y/o palabras de la manera desigual
- No puede dividir en sílabas apropiadamente
- Mala ortografía y gramática deficiente
- Construye de manera errónea las oraciones
- Ausencia de párrafos
- No puede organizar la información cuando escribe.
La disgrafía y la dislexia son trastornos de origen neurológico. En consecuencia, no tiene relación con la pereza o falta de interés del niño hacia la escritura o la lectura. Esto es importante ya que, a menudo (y particularmente al inicio de los síntomas) se cree que el niño no quiere leer en público y en voz alta (por ejemplo)porque es perezoso cuando en realidad tiene vergüenza ya que sabe que es algo que le cuesta en demasía.
El impacto emocional negativo de la dislexia y la disgrafía
La dislexia y la disgrafía son dos trastornos del aprendizaje que conlleva a un trastorno emocional (no siempre severo) puesto que los niños presentan baja autoestima, aislamiento, desinterés, desgano y hasta depresión ya que no saben las razones por las cuales ellos (y no el resto de los niños) no pueden leer y/o escribir (al menos esto es lo que ellos piensan equivocadamente).
¿Puede una persona adulta tener dislexia y/o disgrafía o solo se detecta cuando es niño?
Existen dos tipos de dislexia y disgrafía desde este punto de vista: una tiene relación con lo evolutivo, es decir que se presenta cuando el niño es pequeño y no ha alcanzado la edad de la escritura o lectura.
En otros casos la dislexia o disgrafía pueden presentarse tras un accidente cerebro vascular a cualquier edad de la persona. A este tipo de dislexia y disgrafía se le conoce como dislexia y disgrafía adquirida.
Le recomendamos leer el artículo completo en el siguiente enlace: DIFERENCIAS ENTRE DISLEXIA Y DISGRAFÍA INFANTIL.
¿Cómo deben actuar los profesores con los niños y niñas con dislexia?
Los profesores deben de tener en cuenta los siguientes aspectos de cara a actuar con alumnos que tengan dislexia:
El sistema más adecuado para el aprendizaje de la lectura y la escritura en los niños con dislexia es el sistema fonético/fonológico.
Debemos asociar cada letra con su sonido, no con su nombre. Este principio es básico a la hora de iniciar la lectoescritura en niños con dislexia. Es recomendable comenzar con las vocales y continuar con las consonantes que sean más sencillas de discriminar para ellos y dejar para el final aquellas cuya articulación es más difícil. Lo que nos interesa de cada letra es su sonido, no su nombre. Podemos asociarlas a algún dibujo que contenga ese sonido. Es necesario trabajar la conciencia fonológica durante toda la etapa infantil.
El método a seguir debe ser el analítico-sintético.
Debemos trabajar el proceso de descomponer las palabras en sonidos o formar palabras a partir de los sonidos trabajados. La lectura y la escritura deben enseñarse de forma simultánea. Además, debemos de tratar que la lectura sea comprensiva desde el primer momento, para que los niños vean su utilidad.
La metodología de trabajo debe ser multisensorial.
Cuantos más canales utilicemos en el aprendizaje, mejor. Podemos utilizar el tacto tocando las diferentes letras utilizando texturas diferentes o dibujándonoslas unos a otros en la espalda con el objetivo de adivinarlas, por ejemplo. Como hemos dicho, la utilización de dibujos, así como el empleo de diferentes colores favorecerá el aprendizaje vía visual. El canal auditivo se trabajará a través de los diferentes sonidos. Todas aquellas tareas manipulativas también favorecerán el aprendizaje. Podemos trabajar con distintos materiales, con plastilina, recortar las letras, etc. Sobre todo es esencial trabajar el canal audio-vocal exagerando la articulación de los sonidos para su correcta asimilación.
La motivación es esencial en el proceso de aprendizaje
Todos los niños necesitan de una carga de motivación importante. Más aún los niños con dislexia, para los que el proceso de aprendizaje de la lectoescritura será especialmente dificultoso.
EXIGIR LO MISMO, PERO DE OTRA FORMA
Más allá del mero proceso de aprendizaje, debemos de tener en cuenta que los apoyos y adaptaciones tendrán que continuar a lo largo de la vida educativa de los alumnos. Como hemos dicho, la dislexia no es algo que se cura, si no que se trata de una dificultad que acompaña a la persona a lo largo de la vida.
Sin embargo, también hemos mencionado que los niños con dislexia no tienen una capacidad intelectual menor que los demás. Por tanto, las adaptaciones tendrán que ir dirigidas a la metodología de enseñanza y evaluación, no al contenido. Algunas de las pautas recomendadas a seguir en el colegio son las siguientes:
- Leer en voz alta delante de sus compañeros o escribir en la pizarra será algo terriblemente dificultoso para ellos. Además, se pondrán aún más nerviosos al mostrar sus dificultades ante los demás. Debemos evitar estas acciones en la medida de lo posible.
- Los niños con dislexia cometerán más faltas de ortografía que sus compañeros. Es más, es probable que las cometan a lo largo de toda su vida. Debemos intentar corregirles, pero siendo conscientes de que está debido a su dificultad y no a que no se fijen o que sean unos vagos. No es conveniente penalizarles por las faltas de ortografía ni corregirles en color rojo todos sus errores.
- Dadas sus dificultades, los niños con dislexia serán más lentos en sus tareas escolares. Teniendo un tiempo extra podrán demostrar sus conocimientos y al estar más relajados lo harán de forma más exitosa. Necesitarán más tiempo para hacer sus exámenes y más tiempo para estudiar. Podemos facilitarles la tarea haciendo que sean más eficaces eliminando, por ejemplo, la necesidad de copiar los enunciados de los ejercicios. Generalmente, tendrán más éxito expresándose de forma oral, de modo que en la medida de lo posible deberíamos evaluarlos de forma oral y no escrita.
Muchos profesores son reacios a llevar a cabo estas adaptaciones. Algunos compañeros, o incluso padres, pueden quejarse de los beneficios que reciben los niños diagnosticados de dislexia. Ahora bien, debemos cuestionarnos si los beneficiados no son en realidad el resto de alumnos. Nuestro sistema educativo se basa en una metodología centrada en la lectoescritura. El canal de aprendizaje es la lectura y la forma de demostrar los conocimientos la escritura.
Si un alumno tiene dificultades explícitas en este campo, ¿no es él el que está en desventaja? Al igual que hacemos adaptaciones en casos de discapacidades sensoriales o motoras, es lógico que hagamos estas adaptaciones con los niños con dislexia, exigiéndoles lo mismo, pero de otra forma. Un error común es retirar estas adaptaciones cuando los resultados mejoran. La dislexia está presente siempre, por lo que las adaptaciones también deben permanecer.
Pautas para los padres de niños y niñas con dislexia
La pauta principal y más importante que los padres deben seguir es a la vez la que a menudo más dificultades conlleva: conseguir que en el colegio de sus hijos se lleven a cabo las pautas y adaptaciones mencionadas anteriormente.
Son muchos los profesionales que tienen conciencia de lo que realmente es la dislexia y que, por tanto, incluyen en su metodología de trabajo estas adaptaciones para sus alumnos. Sin embargo, es probable que muchas veces toque lidiar con situaciones complicadas. Tener un profesional de referencia o pertenecer a algún tipo de asociación puede facilitar el proceso. El objetivo primordial es que nuestros hijos puedan explotar todas sus capacidades de la forma adecuada para ellos.
Estas son las pautas esenciales que debemos tener en cuenta con nuestros hijos con dislexia:
- Los niños y niñas con dislexia por lo general suelen ser muy olvidadizos. Debemos ser especialmente pacientes en este tema e intentar ayudarlos utilizando notas visuales o agendas, para ayudarles a que recuerden sus actividades o fechas importantes.
- El uso del ordenador puede facilitarles el proceso de aprendizaje, por tanto contar con un ordenador o tablet en casa puede ser de ayuda.
- Al igual que en el aula, no debemos forzarles a leer. Podemos proponerles distintos libros en diferentes formatos y temáticas, pero no obligarlos. En cambio, sí es recomendable que dediquemos un rato a leer a nuestros hijos, especialmente cuando son pequeños.
- No debemos dar muchas instrucciones seguidas a nuestros hijos. Si les decimos: «Levántate, lávate la cara, vístete y baja a desayunar» es probable que después de lavarse la cara no sepa qué hacer a continuación. Es mejor dar las órdenes de una en una, pero acostumbrándolos a obedecer a la primera.
- A la hora de escoger una actividad extraescolar, es preferible dar cierto margen a los niños para que sean ellos quienes escojan dentro de sus preferencias o habilidades. Pasan horas en el colegio realizando actividades que le suponen un esfuerzo extra. Dejemos que tengan un rato para divertirse y destacar en algo que se les dé especialmente bien.
- Si ayudamos a nuestros hijos con los deberes, será de gran ayuda que les hagamos mapas conceptuales o esquemas, que les leamos la teoría que deben aprenderse o incluso que grabemos nuestra voz para que asimilen la teoría mejor por el canal auditivo.
- Si nuestro hijo necesita un refuerzo extra en el colegio, debemos asegurarnos de que se trate de un profesional conocedor de la dislexia, preparado para intervenir con ellos de la forma adecuada.
En líneas generales, debemos ser especialmente sensibles con ellos y con sus notas, encontrando el punto medio entre exigencia y comprensión.
Recomendamos leer el artículo completo en el siguiente enlace: ¿CÓMO AYUDAR A UN NIÑO CON DISLEXIA? PAUTAS PARA PADRES Y PROFESORES.
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LECTURA 1: DIFERENCIAS ENTRE DISLEXIA Y DISGRAFÍA INFANTIL