Seguramente tienes un profesor en la memoria que recuerdas con especial cariño y quizá debas a alguno de ellos la inspiración que te llevó a convertirte en docente. Convertirse en un maestro inolvidable implica ir más allá de la mera transmisión de conocimientos. Requiere construir relaciones significativas con los estudiantes, inspirar el aprendizaje y dejar una huella positiva en sus vidas.
Conseguir ese efecto en tus alumnos no es sencillo, pero hay algunas claves que pueden ayudarte a marcar la diferencia, despertar su motivación y ayudarles a amar el conocimiento y disfrutar con el aprendizaje. Te damos diez consejos para conseguirlo.
Compartimos con fines educativos – pastorales la publicación del portal educativo Aula Planeta en donde nos muestran diez claves para poder dejar huella en nuestros alumnos.
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Veinticinco claves o sugerencias para que seas un profesor que deja huella en sus alumnos
1. Despierta su curiosidad.
El niño curioso aprende mejor, con más interés y más implicación y, además, se acostumbra a mantener los ojos abiertos en cualquier ámbito de la vida. Anima a tus alumnos a preguntarse siempre el motivo y los efectos, a indagar acerca de las afirmaciones que aparecen en el libro de texto o a buscar más información sobre los detalles que llamen su atención. Hacer lluvias de ideas, organizar debates o animar a tus alumnos a descubrir algo nuevo cada día y compartirlo en clase son buenas formas de entrenar la curiosidad.
2. Enséñales a aprender.
Es esencial que ofrezcas a tus alumnos herramientas y estrategias para que ellos mismos construyan su propio aprendizaje. Aprender activamente resulta mucho más eficaz que hacerlo de forma pasiva y, además, estarán adquiriendo hábitos, pautas y recursos que podrán utilizar en cualquier materia y en cualquier ámbito para formarse de manera autónoma o profundizar en un tema que les interese.
3. Acostúmbrales a pensar.
Es más importante que memorizar o estudiar, incluso más que las matemáticas, la lengua o las ciencias naturales. Anima a tus alumnos utilizar la lógica y la argumentación, a analizar lo que ocurre a su alrededor para cuestionárselo y a decidir por ellos mismos, porque son destrezas que ejercitarán a lo largo de la vida y cuyo aprendizaje te agradecerán siempre. En este artículo encontrarás una interesante reflexión, consejos y un video didáctico sobre la importancia de fomentar el pensamiento crítico.
4. Muestra el lado práctico del conocimiento.
Puede resultar más complicado con algunas asignaturas o niveles pero, siempre que sea posible, intenta completar las explicaciones teóricas con la aplicación real del conocimiento que estás transmitiendo a tus alumnos. Para ello, lo ideal es acercar la teoría a su realidad cotidiana, con experimentos, excursiones o salidas, anécdotas, enigmas, problemas sobre temas que les afectan directamente o supuestos a los que tendrán que enfrentarse dentro de unos años, por ejemplo, en el ámbito laboral.
5. Sorpréndeles.
No te acomodes en un enfoque o forma de trabajar en el aula, sé creativo y busca nuevas ideas para que tus clases les resulten diferentes y motivadoras, desde un cambio radical hasta un pequeño detalle que llame su atención. No solo mantendrás el interés de tus alumnos y evitarás que ellos también se acomoden, sino que además comprobarás qué técnicas funcionan mejor, cómo les motivas de manera más eficaz y cuáles son las metodologías que se adaptan a tu forma de enseñar.
Puedes recurrir a las TIC o a los juegos educativos, como los que recomendamos en la categoría de Recursos de nuestro blog, utilizar una canción, una película o una serie para enseñarles cualquier asignatura o llamar su atención con un video divertido.
6. Descúbreles un libro.
Contagiar a tus alumnos el amor por la lectura es uno de los mayores regalos que puedes hacerles. Si encuentran un libro, un personaje o una historia que les enamore nunca olvidarán al profesor que se lo recomendó. Lee con ellos fragmentos de un cuento que te guste, haz una biblioteca de aula, anímales a traer a clase sus libros favoritos o pon en práctica alguna de estas ideas para fomentar la lectura de forma diferente.
7. Transmíteles valores.
Niños y jóvenes pasan en el centro escolar muchas horas de su vida y, entre números y conceptos, trabajos, exámenes y notas, tiene que haber espacio para la conciencia social, la tolerancia, el respeto y el resto de valores que harán de ellos personas comprometidas y responsables.
Podéis analizar la actualidad para estar al tanto de lo que sucede en el mundo o reflexionar y debatir sobre conceptos y problemas éticos que afrontan a diario y que además puedes relacionar con la asignatura. Si quieres dar un paso más, aquí tienes algunas ideas para implicar a tus alumnos en proyectos o iniciativas que no solo les educarán en valores, sino que además les animarán a cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor.
8. Dales voz y escúchales.
Tus alumnos aprenderán de ti, pero tú también aprenderás de ellos si eres capaz de acercarte, tomarte un tiempo y escucharles. Practica la empatía, trata de entenderles y ponerte en su lugar y puede que te sorprendan.
Prueba a ceder de vez en cuando el lugar de profesor a uno de tus estudiantes, ten siempre en cuenta que no hay dos cursos ni dos alumnos iguales, fomenta que todos se integren en clase y presta atención a los que se sienten solos.
9. Mantén una actitud positiva.
El humor o la diversión son herramientas indispensables en el día a día en el aula y te ayudarán a mejorarán el clima de la clase. Un gesto tan sencillo como una sonrisa puede servirte para transmitir el entusiasmo y la alegría de aprender y lo mucho que se puede disfrutar compartiendo conocimientos y experiencias. No te rindas cuando una clase se complique y de este modo les enseñarás la importancia de pensar de forma positiva para afrontar la vida, con sus problemas y dificultades.
10. Sé justo.
Aunque trates de mantener el buen ambiente del aula, habrá momentos en los que tendrás que exigir, poner un examen, castigar o regañar a quien no atiende, se comporta mal o no hace los deberes. Estos pequeños enfrentamientos con tus alumnos son inevitables, pero será tu capacidad para gestionarlos lo que marque la diferencia. Mantén la calma, deja claros los motivos de tu resolución y actúa con justicia: reprende a quien lo merece, pero ofrécele siempre la posibilidad de solucionarlo, dale una segunda oportunidad y recuerda también premiarle con tu reconocimiento cuando corresponda.
11. Pasión por la enseñanza:
La pasión es contagiosa y puede influir en cómo los estudiantes perciben tu materia y tu estilo de enseñanza. Cuando demuestras un entusiasmo genuino por lo que enseñas, los estudiantes pueden sentir tu energía y estar más motivados para participar y aprender. Comparte historias inspiradoras relacionadas con tu materia, muestra ejemplos de cómo se aplica en la vida real y resalta la relevancia de lo que están aprendiendo.
12. Conócete a ti mismo y a tus estudiantes:
Reconoce tus fortalezas como educador y busca formas de capitalizarlas. También sé consciente de tus áreas de mejora y trabaja en ellas. Con respecto a tus estudiantes, es esencial comprender sus antecedentes, intereses, necesidades y estilos de aprendizaje. Esto te ayudará a personalizar tu enseñanza y crear un ambiente donde cada estudiante pueda prosperar.
13. Crea un ambiente positivo:
Un ambiente de respeto, confianza y apoyo es fundamental para el aprendizaje significativo. Fomenta la participación y la colaboración, y demuestra que está bien cometer errores, ya que son oportunidades de aprendizaje. Celebra los éxitos y brinda retroalimentación constructiva de manera considerada.
14. Desarrolla relaciones cercanas:
Conectar con tus estudiantes va más allá de la enseñanza. Escucha sus inquietudes y comparte tus propias experiencias cuando sea relevante. Celebrar sus logros, ya sean académicos o personales, demuestra que te importa su bienestar integral.
15. Innovación y creatividad:
Experimenta con diferentes enfoques pedagógicos, tecnologías educativas y recursos visuales para mantener el interés y la participación. Las actividades prácticas, los proyectos colaborativos y los juegos educativos pueden ser formas efectivas de involucrar a los estudiantes y hacer que el aprendizaje sea más memorable.
16. Personalización del aprendizaje:
Reconoce que cada estudiante tiene diferentes estilos de aprendizaje y niveles de habilidad. Adapta tus métodos de enseñanza para atender a esta diversidad. Ofrece opciones y variedad en tus actividades para que todos los estudiantes puedan encontrar una forma de conectarse con el contenido.
17. Fomenta el pensamiento crítico:
Diseña actividades que requieran que los estudiantes analicen, evalúen y resuelvan problemas. Anímales a hacer preguntas desafiantes y a considerar diferentes perspectivas. Proporciona un ambiente donde puedan expresar sus opiniones sin temor a críticas.
18. Historias y ejemplos relevantes:
Utiliza historias y ejemplos relacionados con la vida cotidiana o eventos actuales para conectar el contenido con la realidad de tus estudiantes. Las metáforas y analogías pueden ayudar a aclarar conceptos abstractos y hacerlos más accesibles.
19. Feedback constructivo:
Proporciona retroalimentación específica y orientada al crecimiento. Destaca tanto los aspectos positivos como las áreas de mejora. Ayuda a tus estudiantes a entender cómo pueden mejorar y proporciona sugerencias concretas para hacerlo.
20. Modela el aprendizaje continuo:
Comparte tus propias experiencias de aprendizaje y desarrollo profesional. Mostrar que estás dispuesto a aprender y crecer crea un ambiente en el que los estudiantes se sienten más cómodos al enfrentar nuevos desafíos.
21. Incentiva la participación:
Fomenta la participación activa en el aula al hacer preguntas abiertas, realizar discusiones grupales y alentar el intercambio de ideas. Asegúrate de que cada estudiante se sienta valorado y respetado cuando comparte sus opiniones.
22. Empatía y comprensión:
Reconoce que cada estudiante tiene una vida fuera del aula y puede estar pasando por desafíos personales. Muestra empatía y ofrece apoyo cuando sea necesario. Esto fortalecerá los vínculos entre tú y tus estudiantes.
23. Organización y claridad:
Organiza tu contenido de manera lógica y clara. Utiliza esquemas, resúmenes y ejemplos concretos para ayudar a tus estudiantes a entender los conceptos de manera más efectiva.
24. Celebra el éxito:
Reconoce los logros de tus estudiantes, ya sean grandes o pequeños. Esto refuerza su motivación y autoestima. Puedes hacerlo a través de elogios individuales, reconocimientos públicos en el aula o premios simbólicos.
25. Permanece accesible:
Establece horarios de consulta y proporciona formas de contacto para que los estudiantes puedan buscar ayuda cuando la necesiten. La disponibilidad y la disposición a ayudar demuestran tu compromiso con su éxito.
¿Qué te parecen estos consejos? ¿Pones en práctica alguna otra estrategia para conquistar a tus alumnos? ¡¡Qué importante es saber ser imaginativo, creativo y experimentar una y otra vez, hasta que logres lo que desees! Nuestros estudiantes se dan cuenta cuando te ven buscar nuevas rutas pedagógicas. ¡Nunca dejes de intentar buscar nuevos caminos! La última palabra en educación aún no está dicha. Comparte tus experiencias y lee la de otros. Las las redes sociales son grandes aliadas, siempre y cuando se desarrolle el pensamiento crítico.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Aula Planeta en la siguiente dirección: aulaplaneta.com
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