Entre la comunidad educativa recorre la sensación, muchas veces amarga, de que nuestros alumnos no son capaces de comprender, procesar, analizar y asimilar adecuadamente toda la ingente información a la que tienen acceso.
Y todos somos conscientes que si queremos que nuestros adolescentes y jóvenes vayan adquiriendo poco a poco las competencias necesarias para convertirse en ciudadanos activos, tenemos que acudir a una serie de metodologías activas que vayan sustituyendo poco a poco a las metodologías más memorísticas o pasivas.
A continuación compartimos la publicación del Blog Educa Mente en donde explica detalladamente Cómo debemos de formular preguntas en el aula. También compartimos las recomendaciones del portal Elgie Educar (Chile) sobre 4 Técnicas para formular preguntas de manera efectiva.
Cómo formular preguntas en el aula
La exposición es un formato en el que los estudiantes responden a preguntas del profesor, que suelen seguir cierto plan, para establecer un marco de referencia para la materia. En este proceso es importante que el profesor corrija, matice o felicite al alumno por su respuesta.
Según Woolfolk (1999):
- Cualquiera que sea su edad y habilidad, todos los estudiantes deberían tener cierta experiencia con preguntas que estimulen el pensamiento y, de ser necesario, recibir ayuda para aprender a responderlas.
- Los estudiantes deben tener la oportunidad de practicar las destrezas de pensamiento crítico y de solución de problemas para poder dominarlas.
- Los alumnos necesitan tiempo para pensar en su respuesta, pero la investigación muestra que los maestros esperan apenas en promedio un segundo para que los chicos respondan.
Tipos de preguntas
Según el nivel cognitivo de las preguntas, éstas se pueden clasificar en:
- Preguntas convergentes: son aquellas que tienen una sola respuesta correcta, dan soluciones inmediatas o resultados precisos, pero que no invitan a la reflexión, la crítica o el análisis. Por ejemplo: ¿Quién descubrió la penicilina?, ¿Quién obtuvo el Premio Nobel de Física en 1921?
- Preguntas divergentes: son aquellas que admiten muchas respuestas. Son preguntas por lo general abiertas y que invitan al intercambio de opiniones. Las preguntas que tienen que ver con opiniones o hipótesis son divergentes: ¿qué opinión te mereció el libro?, ¿qué consecuencias crees que tendrá el calentamiento global?
Suele defenderse que las preguntas complejas, creativas y que invitan a la reflexión son siempre mejores, sin embargo, Good y Brophy niegan este supuesto. Ambas son necesarias y la oportunidad de unos u otras dependerá de los objetivos de aprendizaje específicos que se persigan.
¿Cómo deberían formularse las preguntas a los alumnos?
La realización de preguntas por parte del profesor es un recurso valioso, aunque su formulación no sea sencilla. Se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
- Deben ser abiertas, breves, concretas, y con un grado de dificultad que permita a la mayoría de los alumnos elaborar una respuesta correcta y el resto sean capaces de ofrecer algún tipo de respuesta, aunque sea incorrecta.
- Las preguntas no deben sugerir una determinada respuesta. Se debe evitar que una pregunta empiece por un no. Por ejemplo: ¿No crees que…?
- Los tiempos de espera deben ser adecuados al tipo de pregunta que se formula y al nivel cognitivo de los alumnos: cuando los alumnos tienen tiempo de pensar las respuestas son más largas y elaboradas.
- La pregunta debe formularse antes de pedir la respuesta a un alumno determinado, para evitar que los compañeros prescindan de pensar en la respuesta. En ocasiones, después de que un alumno haya contestado, se puede pedir al resto del grupo que examinen y valoren la respuesta.
- Las respuestas de los alumnos deben ir seguidas de una retroalimentación del profesor. Si la respuesta es correcta, se puede pedir al alumno que dé alguna explicación; si la respuesta no es correcta, se le pueden dar algunos indicios que le ayuden a mejorarla.
Aunque los alumnos han de desarrollar experiencia con preguntas que estimulen su pensamiento crítico, hay que tener en cuenta que formular preguntas demasiado complejas puede crear dificultades al alumno para responderla y originar frustración y rechazo en próximas ocasiones (cuando el porcentaje de aciertos es alto, el interés del alumno por responder es mayor).
4 técnicas para formular preguntas efectivas
1. Técnicas de preguntas abiertas
El Nondestructive Testing Resource Center recomienda a los profesores estas técnicas para promover discusiones efectivas. De las siguientes técnicas sugieren especialmente utilizar las primeras tres con mayor frecuencia:
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- Buscar evidencia: “Qué te hace pensar que… ?”
- Explicar: ¿Cuáles son algunas de las causas que llevan… ?”
- Relacionar conceptos, ideas y opiniones: “Cómo eso se compara con… ?”
- Predecir: “¿Qué harás después?”
- Describir: “¿Qué observaste… ?”
2. Preguntas generadas por estudiantes en lecturas asignadas
Algunos profesores piden a sus estudiantes preparar preguntas basadas en lecturas como tareas. Finley lo que hace es pedir una sola pregunta profunda sobre el texto asignado como parte de un ejercicio gráfico que consiste en crear notas fusionando cosas como: la escritura a mano, la tipografía, dibujos, figuras y formas. El profesor asegura que lo deleita ver las representaciones visuales y cómo esas preguntas van mejorando a medida que el año progresa.
Por su parte, una profesora llamada Kari Lynn Wilson arma grupos de dos estudiantes y les pide formular un par de preguntas para luego compartirlas con otros dos estudiantes que estén sentados cerca. Luego, entre los cuatro estudiantes votan por su pregunta favorita, la cual debe ser expuesta en una segunda parte de la clase que consiste en discutir con todo el grupo.
3. Preguntas que motivan
Un educador y terapista de comportamiento llamado Jim Peterson describe cómo las preguntas pueden motivar a los estudiantes a responder si se hacen de la forma indicada. Para esto, comparte una alternativa a una instrucción-pregunta. Dicha alternativa provee mayor información al estudiante y según el experto motiva más porque tienen una serie de factores que se llaman TAPN:
Así sería la pregunta/instrucción común:
“Vas a leer las próximas tres páginas. Cuando termines, responderás las cinco preguntas que continúan después de la lectura”.
Así sería la pregunta-instrucción que Peterson sugiere:
“Cuando te diga que empieces, tendrás 1 minuto y 45 segundos. Leerás el próximo párrafo para encontrar el punto central. Mientras lees, señala palabras o frases que apoyen ese punto central que escogiste. Cuando termines, prepárate para compartir con la clase. Tú puedes empezar”.
La segunda alternativa tienen factores TAPN, es decir, Tiempo, Cantidad, Público, Novedad y se evidencia de la siguiente forma:
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- Tiempo: “Tienes un minuto y 45 segundos”. (Esto energiza a los estudiantes).
- Cantidad: “Leerás el próximo párrafo para encontrar la idea central”. (Es clara la cantidad de trabajo a realizar. La tarea es desafiante pero no abrumadora).
- Público: “Cuando termines, prepárate para compartir con un compañero o la clase entera”. (Saber que su trabajo será conocido por el público puede aumentar los niveles de interés).
- Novedad: “Mientras lees, señala palabras o frases que apoyen ese punto central que escogiste”. (Pequeñas variaciones en la rutina académica pueden motivar a los estudiantes).
Incorporar TAPN, dice el experto, incrementará el porcentaje de estudiantes que participan activamente cuando el profesor formula preguntas.
4. Seminarios socráticos
Aunque es una de las técnicas más comunes y conocidas, Finley asegura que el Seminario Socrático sigue siendo una de las mejores formas de socializar con los estudiantes y discutir preguntas enriquecedoras. Lo mejor de este modelo, dice, es que además facilita el diálogo colaborativo.
Si le interesa leer el artículo el artículo completo de Elige Educar (Chile), puede hacerlo en el siguiente enlace: 4 técnicas para formular preguntas efectivas en la sala de clase.
ENLACE DE LECTURA: DESCARGA: GUÍA DE CÓMO FORMULAR PREGUNTAS EFECTIVAS EN EL AULA | GUÍA DE CÓMO FORMULAR PREGUNTAS EFECTIVAS EN EL AULA
Muy interesante. Lo comparto.