Cómo aplicar la taxonomía de Bloom en la era digital

La taxonomía de Bloom es la metodología de la enseñanza que se basa en una secuencia de objetivos del proceso de aprendizaje claros y que se relacionan lógicamente unos con otros.
Para los docentes, la taxonomía de Bloom sirve como un marco de referencia muy útil para darle seguimiento al aprendizaje de los alumnos y, por tanto, también sirve como base para la planeación de clases y los criterios de evaluación.

Lo que la hace tan especial es que no solamente toma en cuenta la dimensión cognitiva del aprendizaje, sino también la socio-afectiva y las habilidades motoras, lo cual lo convierte en un enfoque holístico ideal para promover la enseñanza integral.

Hoy revisaremos a detalle de qué se trata esta metodología y cómo puede aplicarse en el contexto actual, donde muchas escuelas ya se encuentran en proceso de modernización digital.

¿Qué es la taxonomía de Bloom y para qué sirve?

En 1948 y gracias a la Convención de la Asociación Norteamericana de Psicología, el doctor en educación Benjamin Bloom, identificó la necesidad de contar con un marco teórico para poder evaluar y comunicar adecuadamente los resultados en distintos dominios del aprendizaje, así nace está nueva metodología que busca revolucionar los procesos académicos llevados hasta esa fecha.

Se creó partiendo de la premisa de que todo proceso de aprendizaje es evolutivo y, por tanto, atraviesa por diferentes niveles jerárquicos que van dotando al individuo de conocimientos y habilidades aplicadas cada vez más complejas.

Esta metodología surge como una forma de instrumentalizar algunos conceptos que ya se tenían en el área de la pedagogía, especialmente de la corriente constructivista, como la zona de desarrollo próximo de Vygotsky y los estadios del desarrollo cognitivo, de Piaget.

De acuerdo con Bloom, cada nuevo nivel atraviesa por estados similares que permiten una construcción e interconexión acumulativa de conocimientos y formas de ponerlos en práctica, estos estados son:

  • Recordar: es la unidad básica de la adquisición de cualquier nuevo conocimiento, e implica que podemos memorizar un dato en concreto para poder extraerlo de la memoria más adelante.Por ejemplo, cuando aprendemos que la expresión en inglés “hold your horses” equivale a “cálmate”. Para que esto sea posible, tendremos que haber atravesado previamente por la memorización de lo que significan las palabras “hold”, “your” y “horses”, de modo que podamos pasar del significado literal al figurativo.
  • Entender o comprender: en este nivel, podemos identificar la expresión en inglés “hold your horses” en una oración, y traducir su significado figurativo correctamente, en lugar del significado literal.Entendemos lo que se nos está comunicando gracias al contexto y a que conocemos las relaciones intrínsecas de sentido dentro de esta expresión, y sabemos que, a menos que el texto fuera un diálogo entre dos personas en una caballeriza, “hold your horses” no se está utilizando de forma literal.
  • Aplicar: podemos utilizar la expresión “hold your horses” de manera correcta en una oración en inglés, como sustituto de “calm down”.
  • Analizar y/o sintetizar: el proceso de análisis se caracteriza porque podemos contrastar información abstracta. En este sentido, estaremos no solo utilizando la expresión correctamente, sino también analizando de dónde viene y por qué se volvió parte del inglés coloquial.El estado de análisis frecuentemente va de la mano con la actividad de investigar y de ir más allá del significado inmediato de las cosas, para descubrir su contexto e historia, por eso es imprescindible para avanzar a los estadios de evaluación y creación.
  • Evaluar: podemos identificar si la expresión en inglés “hold your horses” está siendo correctamente utilizada en un diálogo determinado, o si sería mejor utilizar otra, por ejemplo “please, calm down”.
  • Crear: en este nivel, es posible comenzar a experimentar con nuevas expresiones figurativas que también inviten a la calma o inviten a otras personas a tranquilizarse. Incluso, puede comenzar a jugar con el sentido literal y figurativo de «hold your horses» en un diálogo humorístico:

“― Hold your horses, woman
― Don´t tell me to calm down!
―I mean, tie up the horses, the´re all over the barn!”*
*En este juego de significados, la mujer asume que le están diciendo que se calme, y se molesta, pero el otro personaje lo que le está pidiendo es que, literalmente, amarre a los caballos.

En otras palabras, el estudiante pasa de adquirir el conocimiento a construirlo y aplicarlo en nuevos contextos para obtener resultados diferentes.

Ahora bien, en el ejemplo de taxonomía de Bloom que acabamos de utilizar, recurrimos a una unidad de conocimiento abstracto muy simple, como lo es una expresión en inglés, cuyo significado no es literal. Pero esta metodología nos ayuda a determinar objetivos para conocimientos tan diversos y complejos como lo son, por ejemplo:

  • Principios o reglas generales: todo cuerpo sumergido en agua experimenta un empuje ascendente equivalente al peso del fluido desplazado.
  • Teorías o estructuras: la teoría del aprendizaje constructivista o la estructura de la taxonomía de Bloom.
  • Terminologías y lenguaje técnico de las distintas disciplinas: mitosis, mitocondria, citoplasma o ARN.
  • Clasificaciones o categorías: mamíferos, vertebrados, invertebrados, reptiles, etc.
  • Acontecimientos históricos, fechas y actores involucrados: cuándo estalló la revolución francesa, qué grupos se oponían el uno al otro y quiénes eran los principales representantes de cada uno.
  • Corrientes ideológicas, escuelas de pensamiento o tendencias macro-económicas: el psicoanálisis, la escuela de Milán o la Gestalt en psicología, o el capitalismo, socialismo y comunismo en economía.
  • Metodologías y técnicas: investigación cualitativa, cuantitativa, análisis comparativo de datos o entrevista de campo.
  • Herramientas digitales: sistemas de mensajería, búsquedas en internet, redes sociales, servidores en la nube, suites de programación, bancos de data, etc.
¿Cuál es la importancia de la taxonomía de Bloom en la educación?

Cuando analizamos las metodologías de enseñanza tradicionales, nos damos cuenta que, muy frecuentemente, el objetivo final de cada módulo de enseñanza se limita a que el estudiante memorice, entienda y aplique ciertos conocimientos. Pero rara vez se le invita a que analice su por qué y a que, con base en lo aprendido, se dé la oportunidad de crear conceptos o aplicaciones originales.

Por el contrario, la taxonomía de Bloom va muy en sintonía con las nuevas metodologías de la educación (por ejemplo, el aprendizaje basado en proyectos, o las rutas del microlearning), que rompen con el paradigma anterior y ponen todo el énfasis en que el estudiante aprenda a aprender a lo largo de todo su ciclo vital.

Esto implica una actitud positiva y activa en todo el proceso de aprendizaje, así como la capacidad de poner sus conocimientos y habilidades al servicio de aquello que es más relevante para sí mismo y para su comunidad.

Ejemplo de taxonomía de Bloom con verbos

Una de las características de la taxonomía de Bloom más interesantes es que, originalmente, utilizaba una lista de sustantivos que ejemplificaban las actividades que era capaz de llevar a cabo el alumno en cada nivel.

Casi medio siglo después, estos sustantivos fueron cambiados a verbos como parte de una revisión de esta metodología, lo que dio lugar a las conocidas tablas de la taxonomía de Bloom, que se han convertido en una excelente guía para docentes y diseñadores instruccionales.

Partiendo de estos verbos se pueden diseñar actividades propias de cada nivel, por ejemplo:

  • Identifica las diferentes partes de la célula del siguiente diagrama.
  • Clasifica los distintos órganos celulares en un diagrama.
  • Calcula el potencial energético de esta molécula de acuerdo con su composición.
  • Elige cuál es el tratamiento más adecuado de acuerdo con los síntomas presentados, y justifica por qué.
  • Adapta este modelo teórico para que pueda utilizarse en este otro contexto.
Taxonomía de Bloom para la era digital

A más de setenta años de su creación, la taxonomía de Bloom sigue estando muy vigente dentro de la pedagogía, pero no podemos negar que los cambios derivados de la tecnología han impactado en todas las metodologías de la enseñanza.

Afortunadamente, para quienes han adoptado la taxonomía de Bloom, la era digital no ha hecho si no facilita su aplicación, e incluso algunas plataformas inteligencias artificiales enfocadas a la enseñanza utilizan criterios similares para enfrentar al alumno a retos cada vez más complejos. 

La alfabetización digital es un contínuum transversal en tu escuela que hoy en día es indispensable para la empleabilidad y para el correcto desarrollo de tus alumnos, y que también puede evaluarse recurriendo a los niveles de complejidad de esta taxonomía.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Pearson en la siguiente dirección: blog.pearsonlatam.com

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