Comprendiendo el proceso de aprendizaje en los niños, nos adentramos en un fenómeno intrigante que ha capturado la atención de padres, educadores y científicos a lo largo de la historia. La capacidad asombrosa de los niños para adquirir conocimientos y habilidades a un ritmo acelerado no solo es notable, sino también esencial para su desarrollo integral.
Hoy en día gracias a los avances en Neurociencia se ha descifrado el funcionamiento del cerebro para comprender los procesos biológicos de aprendizaje. El objetivo es construir caminos y estrategias para hacer más efectiva la enseñanza.
Artículo relacionado: La Programación de aula desde los principios de la Neurociencia
Neurociencia y Aprendizaje: Una conexión imprescindible
Aprender a conocer y a aplicar cómo funciona el cerebro, entender cómo aprendemos, cómo se desarrolla el lenguaje, el sistema cognitivo y las alteraciones más frecuentes en estas áreas puede ser una forma eficaz de aportar mejoras al sistema educativo presente.
Para ello se hace necesario, además de formar a los futuros y actuales profesionales de la educación en esta materia, trabajar en el desarrollo de contenidos interdisciplinarios que permitan solidificar el vínculo entre la ciencia y la educación en términos generales y entre las neurociencias y la escuela desde una perspectiva aplicada.
En la actualidad, en plena «era de la información y de la conectividad» y cuando cada vez se pondera más la emergencia de una sociedad del conocimiento, esa distancia y ese recelo heredados entre ciencia y educación, conforman una contradicción innecesaria y un obstáculo a superar si lo que queremos es avanzar de manera sostenida en el fortalecimiento y el mejoramiento de las condiciones educativas de niños, jóvenes y adultos.
La siguiente infografía ayudará a comprender cómo realmente aprenden los niños.
Cómo Aprenden los Niños
El aprendizaje infantil es un proceso complejo influenciado por factores biológicos, emocionales, sociales y ambientales. Comprender estos principios, basados en la neurociencia y la pedagogía, permite a docentes y familias potenciar el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. A continuación, exploramos algunos de los elementos clave que afectan cómo aprenden los niños y niñas.
- Tiempos de atención:
Los niños tienen distintos tiempos de atención según su edad, interés y nivel de familiaridad con el contenido.
- 4-8 minutos: Adecuado para nuevos conocimientos o temas complejos.
- 8-15 minutos: Para contenidos que los estudiantes ya conocen en cierto grado.
- Más de 15 minutos: Puede generar fatiga y reducción del interés.
Organizar las actividades en segmentos breves y variados ayuda a mantener la concentración y facilita la retención de la información.
- Emociones y Aprendizaje: El Impacto del Entorno
La neurociencia ha demostrado que las emociones afectan la memoria y la capacidad de aprendizaje. El estrés y la ansiedad activan la amígdala cerebral, inhibiendo el pensamiento crítico y la retención de información.
Es fundamental crear un ambiente de seguridad y motivación para el aprendizaje, evitando amenazas o castigos que generen tensión. Un clima de «alerta relajada» facilita la exploración y la creatividad en el proceso educativo.
- La importancia del aprendizaje activo
Los estudios han demostrado que lo que se escucha se olvida rápidamente si no se refuerza con práctica.
- A la hora de escuchar algo nuevo, se recuerda el 100%.
- Después de 24 horas, solo el 20% se mantiene si no se refuerza.
El aprendizaje activo, que implica hacer, experimentar y aplicar conocimientos en contextos reales, favorece una mayor retención. Padres y docentes pueden fomentar el aprendizaje a través de la experimentación, el juego y la resolución de problemas.
- Relaciones sociales y desarrollo cognitivo
Los niños aprenden en comunidad. La interacción con pares, docentes y adultos significativos influye en su desarrollo intelectual y emocional.
El aislamiento o la falta de interacción pueden afectar el desarrollo cognitivo y social. Es recomendable fomentar actividades en grupo, el trabajo colaborativo y la resolución conjunta de problemas, tanto en el aula como en casa.
- El Movimiento y su relación con el aprendizaje
El ejercicio físico mejora la neurogénesis (creación de nuevas neuronas) y reduce el estrés, facilitando el aprendizaje.
Incorporar el movimiento en la rutina de estudio ayuda a mejorar la concentración y la memoria. Estrategias como el aprendizaje basado en el juego, pausas activas y actividades al aire libre pueden ser muy beneficiosas.
- La Relación en el aula y en el hogar
El vínculo entre docente y estudiante, así como la relación familiar, impacta directamente en la disposición para el aprendizaje. Un ambiente de respeto, confianza y personalización del aprendizaje permite a los niños sentirse seguros y motivados.
- El Poder del recuerdo:
Los estudios en psicología cognitiva muestran que los estudiantes recuerdan mejor:
- Lo que ven primero y lo que ven al final.
- Lo que se refuerza mediante repeticiones espaciadas.
Por ello, es recomendable estructurar las sesiones de aprendizaje con un inicio atractivo, contenido práctico y un cierre con repaso de lo aprendido.
Comprender cómo aprenden los niños y niñas permite a docentes y familias crear entornos más efectivos para el desarrollo integral. Aplicar estrategias basadas en la neuroeducación contribuye a que el aprendizaje sea significativo, placentero y duradero.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Fundación Telefónica en la siguiente dirección: innovacioneducativa.fundaciontelefonica.com
ENLACE DE LECTURA: CÓMO APRENDER LOS NIÑOS | CÓMO APRENDER LOS NIÑOS