El artículo que publica la redacción de UNIVERSIA (México) nos plantea la dificultad en una comunidad educativa donde existen “relaciones tóxicas”, que nos es fácil reconocerle “ya que los sentimientos nos juegan una mala pasada. Sin embargo, compartir nuestro día a día con una persona así puede llegar a ser muy desgastante y, a la larga, terminará por contagiarnos su negatividad. Por eso, el primer paso para ponerle fin a ese tipo de relación, consiste en ser conscientes de que se trata de una relación tóxica”: “personas que nos roban nuestra energía y entusiasmo, afectando profundamente nuestro equilibrio emocional”. ¿Y usted conoce a algún docentes que generan relaciones tóxicas laborales?
En otras publicaciones hemos compartido opiniones sobre “personas tóxicas.” Escaplez opina que “no existen las personas tóxicas, sino personas con historias y aprendizajes que emiten comportamientos tóxicos”, y que se comportan así de manera “consciente o inconsciente. Si a una persona se le cuelga la etiqueta de tóxica, se le está quitando la capacidad de poder cambiar esos comportamientos y esas conductas tóxicas.
No hay ningún diagnóstico de persona tóxica como tal a nivel clínico, así que me parece injusto llamar a alguien así. Muchas personas vienen preocupadas a mi consulta diciendo que son tóxicas, como si fuera un rasgo de su personalidad, cuando no es así”. Ella comparte en redes sociales, consejos sobre psicología y trucos para mantener relaciones afectivas sanas. Ojalá esta publicación sea de utilidad. En caso quiera extender esta información, a continuación le dejamos el enlace del artículo: María Esclapez: Las personas tóxicas, como tal, no existen. Existen las relaciones tóxicas, los vínculos tóxicos
El tener un conocimiento mínimo sobre las características y/o la presencia de las relaciones llamadas “tóxicas” el ambiente educativo, es una obligación de todos y un deber funcional de los jefes. No para “sentenciar” o señalar a nadie, sino para buscar la prevención y cura, antes que sea demasiado tarde. En este corto artículo que compartimos con fines únicamente educativos, se describe las características de un “docente con deficiencias en sus relaciones interpersoanles en la comunidad educativa”, y que serían (entre otras): es el que repite los mismos contenidos, se resiste al cambio, no se preocupa si sus alumnos entienden, culpar a los estudiantes o a la institución de los malos resultados y sólo le importa marcar la asistencia. Sería muy conveniente, para quienes deseen profundizar hacer un corto recorrido por internet, que tiene enlaces serios y de investigación.
¿Considera importante conocer y dialogar sobre las “relaciones tóxicas” en la comunidad educativa? ¿Qué tan “ligeros” somos para etiquetar a los colegas?
Cómo identificar a un docente que genera relaciones tóxicas
En la vida académica, como en la vida cotidiana, hay relaciones tóxicas. Descubre en esta nota cómo identificar a un docente que genera relaciones tóxicas.
La relación entre docentes y estudiantes es uno de los pilares del proceso de aprendizaje. Los profesores pueden marcar una gran diferencia en la vida de los jóvenes, no solo desde el punto de vista académico, sino también personal, ya que pueden llegar a ser toda una fuente de inspiración. Sin embargo, hay docentes que terminan convirtiéndose en una influencia negativa. Entérate cómo identificarlos y qué hacer con ellos.
Si bien no es un fenómeno que ocurra con mucha frecuencia, algunos estudiantes han tenido la mala suerte de tener que tratar con un docente que genera relaciones tóxicas. Cuando esto sucede, es importante saber detectarlos para tratarlos con precaución y no dejar que sean una mala influencia en nuestra vida, y, de ser posible, intentar encontrar la mejor manera de relacionarnos con ellos sin salir afectados.
Lamentablemente, hay docentes que en vez de ser un valor agregado a la formación, terminan siendo una molestia, y hacen tanto daño a los estudiantes, como a la institución para la que trabajan. A continuación, te compartimos una lista de las caracteristicas de un docente que genera relaciones tóxicas, para que sepas identificarlo a tiempo y saber cómo tratarlo.
1. No trabaja contenido original:
Un docente que genera relaciones tóxicas es el que repite los mismos contenidos, de un curso a otro, sin preocuparse por adaptarlos. Es muy común entre sus actitudes, que trabaje siempre mirando el trabajo de sus colegas y robándoles algunas ideas.
2. No está abierto al cambio:
Si tienes un profesor que explica su metodología diciendo que «siempre se hizo así» es problable que estés ante un profesor tóxico. Estos se resisten al cambio porque requiere compromiso y voluntad. Prefieren hacer todo por costumbre, aunque no dé buenos resultados.
3. Explica sin enseñar:
Te enfrentas a un docente que genera relaciones tóxicas si en el aula este explica los contenidos, pero no se preocupa porque sus alumnos entiendan. Se preocupa más por cómo sale la clase, y no se fija en si todos los estudiantes comprendieron de qué trata el tema.
4. No es responsable por su curso:
Si los resultados del curso son malos, el docente que genera relaciones tóxicas tiende a culpar a los estudiantes o a la institución, pero jamás asumirá que él puede tener la culpa y que tiene que cambiar algo para obtener mejores resultados.
5. La vocación en segundo plano:
El docente que genera relaciones tóxicas primero se preocupará de cumplir con los temas del programa y cumplir con su horario, lo que termina transformándolo en un funcionario. Si los estudiantes aprenden algo, esto será para el profesor un valor agregado a su trabajo, y no su labor.
Compartimos este video por razones únicamente educativas y, si bien hace referencia a versículos de la Biblia, (consideramos) no tienen fines de proselitismo.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Universia (México) en la siguiente dirección: noticias.universia.net.mx
CONSIDERO tendencioso lo expresado en éste ARTÍCULO, tal vez, el autor tuvo alguna mala experiencia con alguno de sus MENTORES, PERO con eso no puede hacerse una generalización. Por otro LADO CONSIDERO nimia la PUBLICACIÓN pues no ofrece ninguna fuente bibliográfica que dé fundamente su opinión. Es cuanto.
En todas las instituciones tenemos personas tóxica que sólo piensan en si mismo y no en el desarrollo físico y mental de los,sujetos que tienen bajo su dependencia. Éste artículo nos permitirá de ahora en adelante a tomar acciones beneficiosas.
Es impotante el artículo para que todos aquellos que trabajamos con mentes jovenes en proceso de aprendizaje, analicemos y reconozcamos en qué momento nos volvemos tóxicos y perjudicamos a los estudiantes, provocando la deserción en muchos de ellos. Sería genial que alguien le hiciera caer en cuenta.