La lectura no solo es una habilidad fundamental, sino un poderoso vehículo que nos transporta a mundos infinitos de conocimiento y comprensión. Leer es leer. Entendiendo que cada letra emite un sonido y que estos pueden mezclarse para hacer sonidos enteros, esto es precisamente lo que da forma al significado de las palabras que luego intercambiamos entre nosotros.
El acto de leer, en el sentido natural de la palabra, no cambia cuando leemos un texto de un área de contenido concreta, esto solo ocurre en algunas ocasiones.
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Por ejemplo, cuando tratamos con contenido científico lo normal es que nos encontremos un vocabulario mucho más específico, lleno de jergas, citas de investigación y extrañas características de texto que probablemente no veamos en otro tipo de escritos.
En cuanto al contenido de estudios sociales, este puede ser una interesante mezcla de información detallada y los tradicionales párrafos seguidos por imágenes. Por su parte, los textos literarios dependen de si se refieren a la forma flexible de la poesía, a la estructura duradera de una novela o a la escritura propia de la literatura digital emergente que combina múltiples modalidades a la hora de contar una historia.
Todo esto hace que las estrategias de lectura tengan un contenido específico para cada área. El detenimiento y releer los textos, tendría más sentido en artículos de carácter científico mientras que la visualización y conexión de textos tendría más sentido cuando trabajamos con relatos literarios. Lo que tiene sentido en todos ellos es cuestionar el texto en sí.
Qué es la comprensión lectora
Por una parte, comprender es construir significados integrando y relacionando las distintas partes de un texto. Conocer, penetrar o entender los textos en profundidad forma parte de la definición de esta competencia ya desde su origen en latín.
Comprender | Entender |
comprehendere | intendere |
`Capturar o atrapar completamente lo que se ha dicho´. | `Dirigirse hacia dentro´ |
En primer lugar, el lector, por tanto, debe ser capaz de desvelar las relaciones que se establecen entre las letras. Después, entre palabras. Y, finalmente, entre las distintas oraciones que componen cada texto.
Para lograr la lectura comprensiva, el lector deberá encontrar el sentido más amplio de un texto. Qué quiere decir esto: que más allá del significado textual de las palabras deberá reconstruir relaciones. La comprensión lectora implica también los conocimientos del lector, su experiencia del mundo y los significados implícitos.
En concreto, en este ejercicio por comprender el sentido de las palabras, se pondrán en juego la información presentada por el texto y los conocimientos y habilidades del lector. En esta línea, podemos señalar algunos de los elementos más relevantes para la comprensión lectora.
Características del texto
- Informatividad. La cantidad de información nueva para el lector que presenta el texto dificulta o facilita su comprensión.
- Longitud del texto.
- Complejidad sintáctica y densidad léxica. El tipo de oraciones y la cantidad de vocabulario que no se repite suponen un reto para la comprensión.
- Nivel de abstracción.
Capacidades del lector
- Primero, el léxico. La amplitud de vocabulario que conoce el lector le permitirá descifrar más significados con menor esfuerzo.
- Segundo, la integración de significados. Los procesos que hacen posible construir el significado de las oraciones.
- Tercero, la motivación y el propósito de lectura. Los objetivos que persigue el lector con la lectura determinan su motivación e influyen en su nivel de comprensión.
Por eso, teniendo todos estos aspectos en cuenta, es posible trabajar una serie de técnicas o estrategias para mejorar la comprensión lectora de cualquier texto.
¿Cuáles son las estrategias de comprensión lectora más importantes?
Primero, Marín (2008) argumenta que las estrategias cognitivas más importantes y más utilizadas en un programa de comprensión lectora para primaria son las siguientes.
- Los saberes previos. Para atribuirle significado a la lectura.
- La predicción. La lectura del título y los subtítulos ayuda a hacerse una idea de lo que va a encontrar en el texto. También se basa en la estructura del texto y los encabezados que dejan entrever el contenido de la lectura.
- La inferencia.
- La verificación de hipótesis.
- La corrección.
Qué estrategias utilizan los principales investigadores
En concreto, en el campo de la comprensión lectora destacan algunos investigadores, pedagogos y docentes. Todos ellos recomiendan y aplican en sus clases diferentes estrategias para mejorar la comprensión lectora. Aunque no todos emplean la misma nomenclatura, sí coinciden en el contenido y el sentido de las estrategias. Por eso, destacamos en este apartado a cuatro de los más consultados.
1. Andrés Calero
Es maestro y psicólogo, especializado en enseñanza de estrategias de comprensión lectora en primaria. Por una parte, en su libro Cómo mejorar la comprensión lectora: estrategias que desarrollen lectores autorregulados, repasa los ámbitos de desarrollo de la comprensión. Además, selecciona once estrategias para mejorar la comprensión lectora.
- Reflexiono en voz alta.
- Distingo entre textos narrativos e informativos.
- Exploro el texto, elaboro una predicción y me planteo un propósito de lectura.
- Detengo la lectura para pensar si estoy comprendiendo.
- Clarifico el significado.
- Realizo conexiones.
- Elaboro inferencias.
- Visualizo o imagino.
- Me planteo preguntas.
- Realizo un resumen.
- Reflexiono sobre cómo leo, elaborando mi portfolio.
Por otra parte, Calero distribuye las estrategias para mejorar la comprensión lectora en tres fases: prelectura, durante la lectura y poslectura. Asimismo, considera estas once porque permiten desarrollar la planificación; la supervisión, el control y la regulación, y la autoevaluación.
Además, enfatiza la importancia de la metacognición y la reflexión sobre el propio proceso de comprensión.
2. Juan Cruz Ripoll
Es doctor en Educación, psicopedagogo, maestro y orientador. Ha dedicado muchas de sus publicaciones al estudio de la enseñanza de la lectura y el desarrollo de estrategias para mejorar la comprensión lectora. Tenemos en cuenta las estrategias que desarrolla en su libro Enseñar a leer. Cómo hacer lectores competentes.
En efecto, Ripoll considera los procesos anteriores a la comprensión, como las habilidades fonológicas, y otras prácticas de lectura. También ejemplifica y detalla estas siete estrategias para mejorar la comprensión lectora.
- Mejorar el vocabulario.
- Realizar inferencias.
- Sintetizar.
- Características del tipo de texto.
- Plantearse objetivos.
- Metacognición.
- Visualización.
3. Isabel Solé
Está especializada en psicología de la educación, intervención psicopedagógica y alfabetización. En general, su libro Estrategias de lectura es uno de los más citados y considerados. A diferencia de Calero y Ripoll, destaca únicamente seis estrategias para mejorar la comprensión lectora.
- Plantearse objetivos de lectura.
- Activar conocimientos previos.
- Establecer predicciones.
- Autopreguntarse.
- Extraer la idea principal.
- Sintetizar.
4. Felipe Zayas
Fue catedrático de Educación Secundaria y dedicó gran parte de su carrera a la investigación de la competencia en comunicación lingüística y la lectura. También ha estudiado el currículo de Lengua y las pruebas como PISA. Así, en su libro 10 ideas clave: La competencia lectora según PISA, explica las estrategias para mejorar la comprensión lectora y las técnicas que valora la prueba PISA.
- Qué tengo que leer.
- Dar objetivos a la lectura.
- Activar conocimientos previos.
- Despertar interés por el nuevo conocimiento.
- Predecir.
- Contrastar ideas propias con las del texto (realizo conexiones).
- Clarifico un significado.
- Inferir.
- Comparar, clasificar, comprobar, proponer…
- Resumir.
- Animar a buscar y leer textos complementarios.
- Análisis y evaluación de la actitud del autor.
En general, la enseñanza de estrategias para mejorar la comprensión lectora se plantea junto con los distintos momentos de lectura. Es decir, algunos de los ejercicios que mejoran la competencia lectora deben realizarse necesariamente antes de leer los textos, por ejemplo. Por eso, resumimos, a continuación, las principales estrategias para mejorar la comprensión lectora utilizadas por los expertos y las clasificamos según el momento de lectura en el que se llevan a cabo.
Qué estrategias puedo usar mejorar la comprensión lectora
A conitnuación te mostramos 13 estrategias para mejorar la comprensión lectora.
- Dar un objetivo a la lectura
- Activar conocimientos previos
- Qué hay que leer
- Clarificar un significado
- Elaborar una predicción
Asimismo, todas las estrategias para mejorar la comprensión lectora se entrelazan con elementos que resultan muy atractivos para los alumnos. Por ejemplo:
- Lecturas divertidas para todos los gustos: trucos de magia, juegos, textos científicos, leyendas, experimentos para realizar en casa, etc.
- Diseño y presentación frescos, alegres e inspiradores.
- Personajes parecidos a ellos con los que podrán identificarse y que les ayudarán a progresar.
- Retos y recompensas al superar las actividades relacionadas con el texto.
Antes de la lectura:
1. Establece un propósito: Define qué deseas obtener de la lectura. ¿Quieres informarte sobre un tema específico? ¿Buscas comprender un argumento? ¿Te interesa simplemente disfrutar de la historia? Tener un objetivo claro te ayudará a enfocar tu atención y leer de manera más activa.
2. Activa tus conocimientos previos: Reflexiona sobre lo que ya sabes sobre el tema del texto. Esto te ayudará a establecer conexiones con la nueva información y a comprenderla mejor.
3. Previsualiza el texto: Observa el título, los subtítulos, las imágenes y cualquier otro elemento visual que pueda darte pistas sobre el contenido del texto. Esto te dará una idea general de lo que tratará la lectura.
Durante la lectura:
4. Lee activamente: No te limites a leer palabra por palabra. Haz preguntas sobre el texto, busca relaciones entre las ideas y resume lo que lees en tus propias palabras.
5. Subraya o anota información importante: Identifica los puntos clave, las ideas principales y los detalles relevantes del texto. Subrayarlos o anotarlos te ayudará a recordarlos mejor y a repasarlos más adelante.
6. Crea imágenes mentales: Visualiza lo que estás leyendo para formar una representación mental del texto. Esto te ayudará a comprender mejor la información y a retenerla en tu memoria.
7. Define palabras desconocidas: Si encuentras una palabra que no conoces, detente a buscar su significado. Esto te ayudará a evitar confusiones y a ampliar tu vocabulario.
Después de la lectura:
8. Resume el texto: En tus propias palabras, explica de qué trata el texto, cuáles son las ideas principales y cómo se relacionan entre sí.
9. Responde preguntas: Si has leído el texto para completar una tarea o responder a un cuestionario, asegúrate de comprender bien las preguntas y respondelas de manera completa y precisa.
10. Reflexiona sobre lo leído: Piensa en lo que has aprendido del texto y cómo puedes relacionarlo con tus propios conocimientos y experiencias.
Estrategias adicionales:
11. Varía tu ritmo de lectura: Ajusta tu velocidad de lectura según la complejidad del texto y tu nivel de comprensión. Lee más despacio los textos difíciles o que requieren mayor análisis, y lee a un ritmo más rápido los textos más sencillos o que ya te resultan familiares.
12. Lee en un lugar tranquilo y libre de distracciones: Busca un ambiente adecuado para concentrarte en la lectura y evitar interrupciones.
13. Practica la lectura con regularidad: Cuanto más leas, mejor comprenderás los textos. Establece un hábito de lectura diaria y dedica al menos 30 minutos a leer cada día.
14. Elige textos que te interesen: Leer sobre temas que te apasionan te motivará y te ayudará a disfrutar más de la lectura.
15. Únete a un club de lectura o grupo de discusión: Discutir sobre lo que has leído con otras personas puede ayudarte a comprender mejor el texto y a obtener diferentes perspectivas.
21 estrategias de lectura que funcionan en todo tipo de contenido.
1. Vuelve a leer el texto
Normalmente al leer un texto por primera vez nos quedaremos con la idea principal. Si luego queremos profundizar, volver a leerlo es una de las mejores opciones ya que cuando sabemos de qué trata, los detalles que en un principio pudimos pasar por alto serán mucho más obvios tras la segunda lectura.
2. Usa tu conocimiento previo
La información que vamos aprendiendo en el trancurso de nuestra vida puede resultarnos de mucha ayuda para afrontar nuevas situaciones. De igual modo, cuando vayamos a leer un texto, estos conocimientos previos son de suma importancia pues pueden facilitar la comprensión del mismo.
3. Lee entre lineas, usa las pistas del contexto
Cuando nos encontramos inmersos en la lectura de un texto y tenemos problemas con el significado de una palabra pero no disponemos de herramientas para averiguar su significado, debemos fijarnos en las partes del texto que la rodean. De esto precisamente es de lo que hablamos cuando nos referimos a ‘las pistas del contexto’. Este método consiste en la comprensión de una palabra cuyo significado desconocemos ubicándola en contexto con el resto del texto. Debemos ser capaces de leer entre líneas, al final todo se basa en emplear la lógica.
4. Piensa en voz alta
Todo adquiere mayor sentido cuando lo decimos en voz alta puesto que es mucho más sencillo entender algo cuando se explica mediante la voz en lugar de leyendo para uno mismo. Si leemos algo y resulta que no lo hemos comprendido por completo, repetirlo en voz alta es una idea a tener en cuenta.
5. Haz un resumen
Cuando terminamos de leer puede que alguno de los detalles no hayan quedado del todo claros. En este caso reunir los datos más importantes del texto tales como los personajes, el motivo, los problemas, los resultados… puede servir como ayuda para llenar esos pequeños huecos argumentales que no quedaron completamente claros durante la primera lectura.
6. Ubica las palabras claves
Afrontar un texto no es una tarea fácil. Ponerse a escribir sin seguir ningún tipo de estructura o sin tener en cuenta los elementos que forman parte del relato narrativo sería un error. Normalmente los escritores colocan palabras claves, palabras que se repiten a lo largo del texto y que ayudan al lector a prestar mayor atención de manera inconsciente en eso que el autor quiere remarcar. Ubicar esas palabras clave puede resultar de gran ayuda para la comprensión del texto.
7. Haz predicciones
Algo que siempre está en nuestra mente es la expectativa, expectativa ante cualquier cosa. Hacer predicciones de cómo terminará el texto nos ayudará a involucrarnos en el mismo.
8. Visualiza
Una idea que verdaderamente puede ayudarnos a la hora de comprender un texto es crear nuestras propias imágenes mentales de eso que estamos leyendo.
9. Organizadores de texto
A la hora de estudiar o comprender un texto de mayor extensión, los organizadores de texto pueden convertirse en nuestros mayores aliados. Puede que los conozcamos como mapas conceptuales, algo muy parecido a un resumen del texto pero más ordenado. En estos mapas tomaríamos los datos más relevantes los cuales uniríamos mediante conexiones con sus respectivos conceptos. Si existe alguna relación entre un concepto y otro, resulta muy positivo hacer una conexión entre ellos o una jerarquía que ayude a ver de una manera gráfica cómo uno afecta al otro y viceversa.
10. Evalúa lo aprendido
Una vez hayamos leído el texto en cuestión, verificar si lo hemos entendido todo o si por el contrario existen partes que nos hayan costado más, es muy importante para lograr una total comprensión del texto. Si existe algo que no haya quedado del todo claro y somos conscientes de ello desde un principio, es mucho mejor percatarse de ello a tiempo para poder corregirlo.
11. Cuestiona el texto
A medida que vayamos leyendo debemos tomarnos el tiempo que sea necesario para cuestionar el contenido. Realizar preguntas acerca de lo que estamos leyendo nos ayudará a comprender su planteamiento al mismo tiempo que puede proporcionarnos una nueva perspectiva. Si nos cuestionamos eso que hemos leído, seremos capaces de interpretar mucho mejor el relato.
12. ¡Para!
No somos máquinas por lo que de la misma manera que nuestros músculos se cansan después de realizar una actividad física, nuestros ojos y nuestra mente también pueden sentir ese cansancio. Tras largos periodos de tiempo leyendo sin apenas descanso, lo más probable es que nuestra compresión y atención disminuyan considerablemente. Lo más aconsejable en estos casos es parar y tomar un descanso realizando otro tipo de actividad que nada tenga que ver con la lectura.
13. Monitorea y repara tu entendimiento
Como lectores tenemos que estar concentrados en eso que estamos leyendo poniendo toda nuestra atención en el relato para poder comprender su argumento. Si se diese el caso de que no acabamos de entender lo que hemos leído, debemos parar e intentar reparar esa falta de entendimiento. Podemos comenzar por releer eso que no ha quedado del todo claro y si todavía tenemos dificultades siempre podemos buscar soluciones alternativas como pedir ayuda a alguien que sí entienda el contenido del texto.
14. Parafrasea
Una excelente idea que podemos llevar a cabo cuando no tenemos muy claro algún concepto de un texto, es tratar de repetir eso que acabamos de leer pero empleando nuestras propias palabras.
15. Toma apuntes
Los apuntes son una parte importante del aprendizaje puesto que nos sirven de repaso. Sirven para ubicar los puntos importantes del texto y para organizar la estructura del mismo. Unas notas realizadas a mano nos ayudarán a tener las ideas mucho más claras y ordenadas.
16. Ajusta el ritmo en el que lees
Es muy probable que cuando comencemos a leer un texto vayamos mucho más rápido pero conforme avancemos en el relato el ritmo de lectura disminuya ya que nuestra mente se cansa antes. Llegados a este punto no debemos agobiarnos, la comprensión es más importante que la velocidad. Aquí el que comprende gana.
17. Ten prioridad por alguna información
Este es un punto importante ya que en algunas ocasiones los autores además de dar a conocer la idea principal de su relato también mencionan una serie de detalles que de una forma u otra sirven para complementar la idea principal aunque no sean del todo relevantes para su comprensión. Esto puede terminar confundiendo al lector y para evitar que esto suceda, cuando nos encontremos ante un texto bastante extenso y lleno de información, lo más aconsejable es que nos centremos en buscar lo que nos interesa y una vez hayamos comprendido la idea principal pasemos a prestar mayor atención a los pequeños detalles.
18. Proponte un objetivo como lector
Para muchos leer resulta apasionante y para otros es simplemente una actividad más. Lo que sí que es un hecho que puede afectar tanto a ávidos lectores como a personas que dediquen menos tiempo a la lectura, es que a la larga leer por leer no resulta nada placentero. Lo mejor que podemos hacer para no acabar hastiados por la lectura es marcarnos una serie de objetivos, escoger temas que nos interesen y saber cuándo tomar un descanso.
19. Conexiones textuales
Para tener una mayor comprensión del texto no es suficiente con leerlo. También es necesario detectar relaciones dentro del propio relato en el caso de que éste fuera bastante extenso. Los conectores ayudan mucho para llevar a cabo esta labor puesto que nos pueden resultar muy útiles a la hora de obtener una comprensión integral de lo que estamos leyendo.
20. Haz una lectura rápida
Una manera sencilla de interpretar y conocer la idea principal de un texto en un primer momento, es realizando una lectura rápida y superficial que sirva para obtener una idea general de lo que ocurre en la historia.
21. Para, Resume, Pregunta
Una vez hayamos concluido la lectura, debemos hacer tres cosas que nos servirán para averiguar si hemos entendido el texto en cuestión. Estos tres pasos consisten en detenerse a reflexionar lo que acabamos de leer, hacer un pequeño resumen del contenido y finalmente pasar a plantearnos una serie de preguntas en relación al argumento. Esto se traduce en una mejor comprensión del texto puesto que durante su lectura hemos buscado soluciones para entender eso que un principio no acabábamos de ver con claridad.
Bibliografía
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- Ripoll, J.C. y Aguado, G. (2015). Enseñar a leer. Cómo hacer lectores competentes. Editorial EOS: Madrid.
- Solé, I. (2018). Estrategias de lectura. GRAÓ.
- Zayas, F. (2012). 10 ideas clave. La competencia lectora según PISA. Reflexiones y orientaciones didácticas. GRAÓ.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Voca Editorial en la siguiente dirección: vocaeditorial.com
ENLACE DE LECTURA: ESTRATEGIAS DE LECTURA
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