Como educadores, sabemos que siempre vamos a necesitar “guardar” tanto en la memoria, como en el corazón todo aquello que nos permita mantener despierta, atenta, creativa, ágil y motivada nuestra vocación, para sacar (como buenos maestros) de “nuestros tesoros” lo nuevo y lo viejo (Mt 13,52) para el desafío de cada sesión de aprendizaje.
Y si hay algo que recuerdo, (a lo mejor, también, alguno de Ustedes) nuestra admiración al profesor(a) o al compañero que tenían la gran capacidad de recordar fórmulas, versos, fechas, … Ahora, reciclando mis conocimientos, me encontré con esta información sobre la memoria, el aprendizaje, el recordar, el evocar, la experiencia superficial, la experiencia profunda, la atención, … que deseo compartir, (esperando les sea útil), sobre las estrategias y recomendaciones para estimular la memoria, tan importante para el proceso enseñanza – aprendizaje.
La memoria es definida como la facultad que permite al ser humano retener y recordar hechos pasados, otros la describen como un proceso mental producido por la conexión sináptica entre neuronas, que tiene tres características: la codificación, el almacenamiento y el recuerdo o recuperación, (base del aprendizaje). De allí que, en este artículo, sólo queremos indicar algunas estrategias y recomendaciones sobre la memoria para optimizar el aprendizaje, sin entrar en las teorías de las corrientes pedagógicas sobre la “evaluación y la medición” de la memoria, que dejamos a los especialistas.
Aquí partimos por establecer que aprendizaje es el “proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, valores y actitudes”, mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia”, que quedan almacenadas en la memoria como función mental propia de los seres humanos, los animales y los sistemas de tipo artificial (cf Definición ABC). Además, admitimos que, para poder procesar la información, se precisa tener en cuenta la importancia de la atención.
También es necesario señalar que la enseñanza que van adquiriendo los estudiantes siempre se da bajo un estado emocional en particular (felicidad, ansiedad, despreocupación, stress, etc.) y que interviene profundamente en el aprendizaje, pues se recuerda de manera más fácil cuando lo que se aprendió se encuentra nuevamente en ese mismo estado emocional.
Se nos exhorta desde la formación inicial docente, sobre la importancia de tratar de generar ambientes apropiados en el aula de clases y no olvidar que se deben considerar las tres vías principales a través de las cuales los alumnos aprenden: visual, auditiva y kinestésica, por medio de estas vías se podrá estimular también la memoria de cada estudiante, y se logrará el aprendizaje.
El Portal Técnicas de Estudio con contenidos sobre Aprendizaje y Técnicas de Estudio, nos dice que es muy primordial que los profesores conozcamos la naturaleza y los mecanismos de la memoria, y no olvidemos que “la memoria es una de las condiciones necesarias para que tenga lugar el aprendizaje, pues justamente el aprendizaje se produce cuando cambia el contenido de la memoria. Una vez que se ha recibido un estímulo, dato, explicación, etc., nuevo, nuestra memoria pasa de un estado de no tener un dato a otro de tener.
Se nos advierte que, si concebimos la memoria como una cualidad innata, es imposible progresar, es obligatorio, en primer lugar, cambiar esta creencia falsa, porque mejorar la memoria es una tarea que está a nuestro alcance. Puede decirse que aprender es guardar algo en la memoria para recordarlo cuando es necesario. Memoria y aprendizaje, por lo tanto, están íntimamente relacionados. La memoria es el test del aprendizaje.
Con fines únicamente educativos – pastorales, compartimos algunas estrategias y recomendaciones que resultan muy útiles, de la autoría de Claudia Escalante, en el Blog Myriam Psicopedagoga.
ESTRATEGIAS PARA PROVOCAR LA MEMORIA
- ESTRATEGIAS DE REPETICIÓN: mejoran el almacenamiento de la información a través del aumento de la frecuencia de repetición del material. Por ejemplo. subrayar, repasar, copiar, repetir literalmente, entre otros.
- ESTRATEGIAS DE CENTRALIZACIÓN: permiten distinguir y extraer solo la información importante, dejando atrás la accesoria. Ejemplo: extraer los datos más importantes o las ideas centrales de un texto leído.
- ESTRATEGIAS DE ORGANIZACIÓN: dan la posibilidad de transformar el material que debe recordarse dándole un formato que tenga mayor significado. Hay tres estrategias principales:
- Agrupamiento (chuking): facilita la organización de la información numérica que se debe recordar por medio de la agrupación de números. Ejemplo: 1, 9, 3, 0, 5, 7, 2 para recordarlos es mejor agruparlos como 1.930.572.
- Categorización: permite la organización de la información que se ha de recordar, agrupando los elementos pertenecientes a una misma categoría. Ejemplo: pino, ratón, ulmo, elefante, aromo, puma. Par recordarlos es mejor agruparlos en árboles: pino, ulmo, aromo y animales: ratón, elefante, puma.
- Elaboración: relaciona las materias que se han de recordar con otros elementos significativos. Ejemplo: Si un niño está viendo la materia de los seres vivos, debe recordar que en cursos anteriores también tuvo nociones de esta materia. Además, se le puede pedir que lo relacione con algún paseo que haya realizado al campo, visita al zoológico, a la playa, entre otras.
RECOMENDACIONES PARA ESTIMULAR LA MEMORIA
- Presentar a los niños objetos de uso común, pedirles que lo reconozcan y los denominen. Ir escondiendo los objetos para que los niños los nombren.
- Colocar en una bandeja 4 o más objetos, que el niño los observe y luego se desordenen. Pedirle al niño que les vuelva a dar el orden inicial.
- Presentar láminas con imágenes, pedirle al niño que las observe durante unos segundos. Luego se esconden y se le piden que vaya recordando qué había en cada una de ellas.
- Dibujar en una hoja o pizarrón figuras geométricas, formas, números, letras, etc. Pedirle que las miren con atención. Luego borrar todo lo dibujado y solicitarle al niño que las reproduzca.
- Pedirle a los niños que dibujen o describan de memoria contenidos tales como los objetos que hay en su pieza, en su sala de clases, etc.
- Leer poesías, novelas, cartas y diversos textos y que vayan recordando los aspectos más importantes de lo leído.
- Generar en los alumnos curiosidad, novedad y diversas expectativas.
- Para la enseñanza de las tablas de multiplicar enseñar alguna canción.
- A medida que los alumnos lean un texto pueden interrumpir la lectura para tomar notas o hablar sobre lo que van entendiendo.
- Repasar todos los días las materias vistas en clases.
- Cuando tengan que estudiar mucha materia, resulta útil hacer resúmenes o mapas conceptuales para poder organizar adecuadamente toda la información e irla recordando.
- Brindar instrucciones breves a los niños pequeños y asegurarse de que las entendieron.
- Utilizar acrósticos (la 1º letra de cada palabra clave forma una nueva palabra).
- En el dormitorio del niño tener una pizarra o algún cartel donde se vayan anotando todas las actividades escolares y los contenidos que debe repasar.
- En el colegio fomentar el uso de los diarios murales para ir recordando los contenidos más importantes, fechas de pruebas, trabajos, etc.
- Pedirle a los niños que se aprendan canciones, poemas, rimas, adivinanzas.
- Que los niños jueguen al memorice, armen rompecabezas, utilicen tangramas, sudoku y busquen palabras en sopas de letras.
Por supuesto que estas propuestas no agotan la creatividad que tiene la capacidad del educador. Y finalmente, se hace ineludible tener en cuenta que en el proceso de enseñanza – aprendizaje, la atención y el estado emocional juegan un papel muy fuerte para que los alumnos puedan con éxito recordar y recuperar lo aprendido. Por ello cuando un alumno señale “no me acuerdo”, será bueno plantearle “nunca olvidamos nada, simplemente lo recordamos más tarde de lo que deseamos”, porque como dijo el escritor italiano Carlo Dossi: “creer inteligente al que sabe muchas cosas de memoria es como considerar sabio al que tiene en su casa una gran biblioteca”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF
Fuente: Myrriam Psicopedagoga