Los padres son modelos que influyen para siempre en la vida de sus hijos

Hoy se nos habla de “padres ausentes”, de “padres autoexiliados”, y otro tanto de educadores sobrecargados, no actualizados y mal valorados; y son precisamente los primeros modelos que más deben influir en la vida de los niños y jóvenes, ellos aprenden por imitación, o buscando a quien seguir, por lo que deben ver a los padres seguros y positivos, dignos de ser imitados.
“Max Scheler habló de tres modelos ejemplares: el genio, el héroe y el santo. Hoy han sido sustituidos por el rico, el poderoso y el famoso. No cabe más intensa decadencia. La única revolución deseable es ésta que afecta a los modelos. Ésta es la tarea. A nadie se le puede escapar su inmensa dificultad. Pues cuando la percepción de lo ejemplar se ha obturado, queda el camino franco para los sucedáneos. El verdadero genio es sustituido por su falsificación. El héroe es desfigurado por el hombre de éxito, inmediato y perecedero. Y el santo casi mueve a la conmiseración o la risa. Sólo queda ensayar el desenmascaramiento de los malos ejemplos” (Ignacio Sánchez Cámara).

Siguiendo el artículo “Siete claves para educar mejor a los hijos» del ABC de España y “Claves para educar mejor a los hijos… 36º Congreso de FAPACE” del Antiguo Blog de Sorozábal, repasamos algunas sugerencias (que no son una receta, ni agotan el contenido) ante la búsqueda de modelos o referentes sociales que tienen necesidad los niños y jóvenes.

SEAN MODELOS IDÓNEOS

Los educadores son siempre las primeras referencias y el ejemplo fundamental en la vida de los niños y jóvenes. O influyen o lo harán otros. Hay que combinar razón y cariño, corrigiendo lo malo y resaltando lo bueno. “Cualquier deficiencia educativa procede de los malos ejemplos”[1]. Serán modelos auténticos y únicos.

ESTIMULEN AUTOESTIMA

La autoestima es una necesidad emocional, que en el caso de los niños depende también de su entorno familiar y académico. Deben favorecer la importancia del conocerse, aceptarse y quererse, tal y como se es, esto potencia la autoestima. El aprecio por uno mismo lleva al aprecio de los demás. Serán modelo de autonomía y respeto de la opinión del otro.

NO RESUELVAN TODOS LOS PROBLEMAS

El estar constantemente pendientes de los movimientos de los niños y jóvenes, procurando anticiparse a sus necesidades, calma la angustia de los educadores, pero muy probablemente tendrá repercusiones negativas que dificultarán su desarrollo y su maduración afectiva. “Si aprenden que hay que ganarse las cosas se fomenta la cultura del esfuerzo”. Serán modelos de fortaleza emocional.

DEFINAN LOS LÍMITES Y PROPORCIONARÁN SEGURIDAD

Los hijos y estudiantes necesitan que les pongas límites. Se debe decir lo que está bien o está mal. “Si la educación se desliza por la pendiente de la falta de exigencia y disciplina es porque, previamente, se ha devaluado la estima social del esfuerzo y la disciplina” (Ignacio Sánchez Cámara)[2]. Destaca lo bueno cuando corrijas lo malo. Serán modelo respeto por la libertad.

SEAN PUNTUALES Y ORDENADOS

Dicen que el orden exterior es reflejo del orden interior, por eso es muy bueno dar el ejemplo al poner las cosas en su lugar, tanto en el aula como en la casa.  ¿Porqué es bueno el que las cosas estén en su lugar? También es muy aconsejable que pactes con ellos un horario que les ayudará a organizar su actividad, en el uso de dispositivos electrónicos e internet, y a planificar su horario personal. Serán modelo de responsabilidad.

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EXPRESEN ESPÍRITU DE CONFIANZA y DIÁLOGO

Dos peculiaridades propias de un buen ambiente de desarrollo personal: la espera de algo mejor y la escucha. Sabemos que “el que quiere en esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos en la vida” (Francisco de Quevedo), por eso ser modelos de confianza es no poner “cara de funeral” porque las cosas no sucedieron como nosotros pensábamos. La confianza enseña a aliviarse ante una frustración, a comunicarse, a hablar, a acercarse, …. los que no encuentran “una oreja” en casa o en la escuela, la buscan fuera. La comunicación familia-escuela convence que la educación es importante. Serán modelo de transparencia y sinceridad.

ENSEÑEN A DISTINGUIR LO NECESARIO DE LO SUPERFLUO

Prepararles para aceptar las carencias y superar las inevitables frustraciones del día a día. Es bueno que aprendan a esperar, a tener paciencia. Esta comprensión ayuda a cuidar la vida humana, el medio ambiente, la memoria y el futuro, a practicar solidaridad y la fraternidad, en el hogar, en la escuela, con la familia y con los propios compañeros y después fuera de ellas. El desperdiciar, el maltratar, despilfarrar, malgastar, desaprovechar, …  es propio de una mala educación, que es caldo de cultivo de injusticias y de otras diferencias que agravan el riesgo de violencia y conflicto. Serán modelo de responsabilidad personal, familiar y social.

Estas sugerencias no intentan agotar los incontables escalones del proceso que lleva al Ideal de la tarea educadora en la vida familiar y escolar, pero pueden servir para revisar si va por allí, y si el horizonte es muy “sombrío”, recordar estas palabras de Don Miguel de Cervantes: “encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas”, y como recomienda San Pablo a Timoteo: “insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar” (2Tim 4,2).

FUENTE: ABC (España) | Blog de Joanesman
[1] filosofia.mx | [2] IDEM

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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