Un saludo y un gusto poder platicar con ustedes de nuevo. Hoy les hablaré de un tema con el cual seguramente todo profesor de Educación Física está familiarizado: LA POCA O NULA PARTICIPACIÓN DE ALUMNOS que son algo tímidos, introvertidos, poco participativos, …, y por lo cual, tienen pocas probabilidades de ser tomados en cuenta por los demás compañeros. Probablemente muchos de nosotros, por la experiencia docente, ya sepamos algunas formas de integrar a este tipo de alumnos; y todos coincidamos que cada alumno es diferente y único, y por lo tanto también su forma de aprender.
La socialización es un proceso que permite integrar a los chicos, y esto genera una buena relación dentro del grupo. Si hay adaptación los participantes están muy bien integrados, y si no la hay, seguramente habrá problemas dentro de la clase, sobre todo al tratar de encontrar los más adecuados recursos pedagógicos y maneras de apoyarlos en su integración y participación.
Como profesores, sabemos que los alumnos buscan una identidad y cada uno va desarrollando o madurando su propia personalidad, eso les permite acercarse más a gusto a los que son afines a su forma de ser. Sin embargo, aquellos alumnos con pocas habilidades sociales, no cuentan ni generan tan fácilmente esas herramientas o medios naturales para integrarse; no por voluntad, sino porque simplemente no saben cómo hacerlo, y además tienden a ser muy inseguros, porque es un área poco desarrollada por ellos y, muchas veces, poco fomentada por su círculo familiar. A lo largo de más de 20 años que he dado clase, siempre me encuentro mínimo un alumno en cada grupo con estas últimas características. Y créanme, que una vez que comienzan a integrarse podemos llevarnos muchas sorpresas, pues hemos visto que algunos tienen habilidad para tal o cual el deporte, que por no participar ese talento no se aprovecha o se puede perder.
A continuación, les menciono algunas de las acciones que llevo a cabo para el trato con estos últimos alumnos:
- LA OBSERVACIÓN. Es muy importante que sepamos observar qué es lo que pasa dentro de nuestra clase. Como mencionamos anteriormente, los tipos de personalidad son muy variados, habrá quien quiera ser el protagonista, quien apoye a éstos en búsqueda de aceptación, los que están en contra de éstos, los neutrales y los que no se integran por múltiples razones.
- LA IDENTIFICACIÓN. Durante la observación debemos estar atentos a algunas situaciones específicas para descubrir a algún alumno que no participa o lo hace, pero de forma forzada, y por lo tanto no da el 100%. Generalmente estos alumnos tienen la cabeza baja, no tienen contacto visual, eluden el turno y se pasan al final de la fila, son callados o hablan muy poco, cometen errores constantemente y no por falta de habilidad, sino por la presión de ser observados y juzgados en el turno correspondiente o ante la intimidación de los demás.
- Es importante en que algún momento de la clase, o incluso fuera de ella, platicar con el alumno y primero hacerle de su conocimiento de nuestra observación y lo que pensamos, el objetivo de que participe por su bien en lo social, académico y personal. Preguntar cuáles son los motivos que no le permiten sentirse cómodo y tratar de ayudarlo poniendo objetivos en conjunto.
- GARANTIZAR LA OBSERVACIÓN Y UN TRATO CON EQUIDAD. Podemos tranquilizar al alumno primero diciéndole que si se trata de algún compañero o grupo con el cual no se siente cómodo, para no ponerlo a trabajar con esa persona o grupo. Generalmente en cada grupo tenemos alumnos muy cooperativos y amigables que tienen un comportamiento integrativo natural y es aquí donde podemos aprovechar dichas características. A dichos alumnos les gusta apoyar y también ser reconocidos por ello. Nuestro alumno se sentirá más cómodo y podemos decirle que no es necesario un cambio radical. Con que haya una pequeña mejora en cada clase será excelente. Quiero enfatizar que, aunque el profesor trabaje para fomentar y generar un ambiente armonioso, durante ese proceso pueden pasar muchos episodios no gratos e incluso con reglas y que no faltará algún incidente que le haga sentir incómodo a él o a alguno de los participantes.
- MEDIR LOS LOGROS Y FELICITAR. El alumno debe de sentir que está avanzando, por muy lento o pequeño que sea el progreso, pero debe de ser tangible. Si participa una o dos veces más que la clase anterior o si se atrevió a realizar algún gesto que antes no hacía. Esto le dará seguridad a nuestro alumno y por lo tanto confianza para intentar cosas nuevas y de manera más frecuente.
- DARLE RESPONSABILIDADES DIFERENTES. Será necesario motivar y fomentar la confianza con actividades que lo alejen de su zona cómoda, la cual le cuesta trabajo salir o modificar. Un excelente trabajo es ponerlos como capitanes de un equipo o precisamente cuando toca formar grupos, que ellos sean los responsables de elegir a los integrantes de dicho equipo, de esta forma podemos observar también su afinidad y con qué tipos de personalidades se alía además de su idea de juego.
- PLÁTICAS INFORMALES SOBRE TEMAS FUERA DEL DEPORTE. Las charlas con temas fuera de lo deportivo o de la clase ayudan mucho a descubrir los intereses de nuestros alumnos y generar confianza y un ambiente cómodo pues estarán hablando de cosas que les gusta y temas que dominan, por lo cual se hace más accesible una intervención pedagógica de integración social.
Como vemos amigos, hay mucho por debatir y comentar sobre las causas, formas de intervenir, de apoyar y generar ambientes sanos y cómodos para nuestros alumnos, pero sin duda es un tema que a todos nos apasiona y en el cual todos podemos comunicar y aportar.
¿Ustedes como intervienen en este tipo de casos?
Autor: Carlos Castro Gutierrez Sucre, México. Email: [email protected] Faceblook: CarlosKommandant |
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