Estimados docentes: Durante décadas hemos aprendido cosas: información, datos, historias, procesos, etc., que estaban basados en los alcances de la ciencia y la tecnología en cada momento. Hasta antes de la revolución cibernética, era normal pensar en que los conocimientos podían mantenerse más o menos iguales en el tiempo, con cambios apareciendo cada medio siglo (cincuenta años). Esto nos daba una sensación de estabilidad en cuestiones de aprendizaje, pues podíamos distribuir casi lo mismo que nosotros habíamos aprendido en nuestra etapa escolar o universitaria, con actualizaciones o modificaciones bastante ligeras.
Pero ahora que existen estudios profundos del funcionamiento del cerebro, por ejemplo (la neurociencia) u otras disciplinas como la robótica, los adelantos tecnológicos que permiten, en muchos casos, reescribir la historia de la humanidad, su evolución y etapas, o los estudios cada vez más detallados de los cambios en el clima a raíz de la actividad industrial del ser humano, estamos en un escenario diferente, en el que los conocimientos cambian y evolucionan a una velocidad sorprendente.
De esta situación parte el concepto de “reaprender” o volver a aprender lo aprendido previamente.
Muchas de las cosas que nos enseñaron a nosotros o a nuestros maestros ya no están vigentes. Por ejemplo, hace treinta años no sabíamos que existían enfermedades estomacales asociadas al consumo de lactosa o de gluten. Tampoco teníamos máquinas o equipos sofi9sticados que nos ayudaran a calcular la antigüedad de objetos descubiertos en excavaciones arqueológicas. Ni telescopios tan poderosos que nos mostrarán las estrellas como nunca antes las habíamos siquiera imaginado.
Esta necesidad de reaprendizajes también se aplica a las relaciones humanas, las cuestiones de género, credos, identidades nacionales y todo lo demás, por lo que nuestro rol como orientadores es ayudar a que las nuevas generaciones mantengan ojos, oídos y criterios abiertos para captar no solo la información que reciben sino también su naturaleza evolutiva y cambiante. Solo de esta manera el futuro podrá ser asumido sin temores pues estaremos más permeables a las transformaciones normales de cada disciplina, actividad, tema de estudio o realidad antes aceptada como única.
Lectura recomendada: APRENDER, DESAPRENDER Y REAPRENDER
EL DATO
- Comúnmente tenemos la idea que podemos hacer las cosas siempre de la misma manera y que no existen otras formas de hacer lo mismo. La verdad es que, si exploramos las posibilidades, existen muchas otras convenciones e instrumentos para recrear o transformar la forma como elaboramos las cosas. Este es el caso del proceso enseñanza–aprendizaje.
- Aprender a desaprender es dejar de hacer lo mismo de la misma manera. Es decir, encontrar o descubrir que sí existen otros caminos que permiten llegar al mismo lugar, dejando las limitaciones que comúnmente tenemos, por otras que no hemos experimentado.
- Reaprender es una tendencia de actualizarse cambiando los paradigmas. Es volver a experimentar mediante un proceso voluntario utilizando nuevos patrones para resignificar y recodificar experiencias. Es reintegrar y reincorporar nuevas conexiones con una meta proceso que promueve mayor conciencia o más metacognición.
FUENTE: APRENDER, DESAPRENDER, REAPRENDER GALILEO.EDU
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Este artículo ha sido publicado en el blog Baúl del Docente, portal de recursos educativos de la Derrama Magisterial del Perú, y lo puede encontrar en este enlace: BLOG BAÚL DEL DOCENTE. Y este es el enlace del Profesor Jorge Luis Tineo Rendon: [email protected]. |
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