En más de un espacio educativo del mundo, -quizá en el suyo-, sin distinción del sistema educativo o su ubicación en PISA se continúa debatiendo sobre la necesidad de poner límites o “desterrar” las tareas escolares, cuyo objetivo principal se plantea como un “practicar y revisar el material de aprendizaje que previamente se ha presentado en el aula”, según se recoge en el estudio DEBERES ESCOLARES Y RENDIMIENTO ACADÉMICO EN EDUCACIÓN PRIMARIA, elaborado en 2015 por investigadores de prestigiosas universidades de La Coruña, Oviedo (España) y Minho (Portugal).
El problema, según apunta Victòria Gómez Serés, es que muchas veces se plantean como una extensión de aquello que no ha dado tiempo a hacer en clase. “Deberían servir para motivar al alumno y no ser una tarea que se pone porque el profesor se ha pasado 45 minutos de la clase explicando y no tiene tiempo de hacer las actividades en el aula”, critica la experta. DEBERES, ¿UN PROBLEMA DE CANTIDAD O DE CALIDAD?
En los Estados Unidos de Norteamérica “va creciendo el número de escuelas primarias y profesores [que] están eliminando las tareas para que los niños tengan más tiempo de jugar, participar en actividades, pasar el rato con sus familias, leer y dormir. En los últimos años se ha producido una reacción contra las tareas de padres que afirman que el tiempo de sus hijos está monopolizado por otras actividades, explicó Steven Geis, presidente de la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Primarias en Estados Unidos”. CADA VEZ MÁS COLEGIOS EN ESTADOS UNIDOS APLICAN LA «POLÍTICA SIN TAREAS» EN FAVOR DE LOS CHICOS.
TAREAS ESCOLARES, EL AGOBIO DE NIÑOS Y PADRES (11´42”)
El debate sobre deberes si o deberes no, continúa generando polémica también cuando se opina si se dan para la casa o para el tiempo de vacaciones (las cortas o largas). Por un lado hay quienes plantean eliminar las tareas escolares de las actividades escolares y otros que la consideran una herramienta básica del aprendizaje. “Los expertos recomiendan huir de posturas antagónicas y reformular la pregunta: no es una cuestión de sí o no, sino de cuántos y de qué tipo de deberes hacer”.
Hasta donde tenemos conocimiento, todavía no existe un acuerdo general (que será difícil, según nuestra opinión). Pero si es verdad que en algunas comunidades educativas han logrado un consenso entre los estudiantes, padres de familia y profesores, pero no son los más. Por ahora les proponemos escuchar algunas opiniones, que ojalá les puedan servir de recurso para su reflexión personal y en nuestra comunidad educativa. Como educadores no podemos dejar que lo solucionen otros, tenemos la responsabilidad de tomar una ruta propia de acuerdo a nuestra realidad educativa y el consenso de todos los actores de la formación integral (en la escuela) de nuestros estudiantes.
Escuchemos algunas opiniones de personas vinculadas al mundo educativo, de diversos países y contextos, para no caer en la rutina (de obedecer sin dudas ni murmuraciones…) lo que manda la currícula o las políticas de las autoridades de turno. Informémonos, conozcamos, estudiemos,… las experiencias de otros para aprender, descartar, o mejorar su ruta educativa sobre los deberes escolares. Los profesores tenemos que estar al corriente y deliberar (para mejorar) otras formas sobre los deberes para casa y/o en vacaciones., y aplicar lo que sería mejor para nuestros estudiantes a fin de que logren aprender a aprender. Cf DE LA GESTIÓN DE LA ENSEÑANZA A LA GESTIÓN DEL APRENDIZAJE.
Para Sonia García, secretaria del Sindicato Independiente de la Enseñanza Pública de España, habría que reducir un poco la cuantía de las tareas y mantiene que «los deberes son necesarios». Las tareas escolares sirven para adquirir un hábito que todo estudiante debe cultivar desde la escuela, para a ser capaz de establecer unas rutinas de estudio y una responsabilidad personal; comprender el valor del esfuerzo propio; practicar la disciplina; aprender a distribuir su tiempo personal; avanzar en el estudio y reforzar los contenidos. Pero es importante tener en cuenta – como opina Harris Cooper- que los profesores al dar tareas a los estudiantes deben hacerlo según su edad y siempre de acuerdo unos con otros profesores, para no sobrecargarlos.
Para Harris Cooper, psicólogo y profesor de neurología en la Universidad de Duke (USA), que lleva 30 años estudiando los efectos de los deberes escolares, “cree que todos los niños deberían hacer tareas, pero que la cantidad y el tipo debe variar dependiendo de su edad y su nivel de desarrollo”. «Las tareas son como medicinas. Si tomas demasiado poco, no hace nada. Si tomas demasiado, puede matarte». «Hay que tomar la dosis correcta, y si lo haces, puede hacer maravillas. Buena parte de la visión negativa sobre los deberes es una reacción a algunos profesores que encargan demasiadas tareas». (citado CADA VEZ MÁS COLEGIOS EN ESTADOS UNIDOS …)
Eva Bailén madre de tres hijos y autora de un blog sobre nuevas tecnologías para niños, opina que los deberes para la casa son como las horas extras en el trabajo, ordinariamente a menudo carecen de valor pedagógico; generan y aumentan las desigualdades sociales al no tener todos la misma oportunidad de ayuda todos los estudiantes en casa; deforman los resultados de las pruebas externas; al no tener opción de hacer otra cosa el estudiante se frustra; el estudiante con tareas llevadas para hacerlas en su casa se le impide colaborar (como debería de ser) en los quehaceres domésticos; también tener que realizar tareas escolares para la casa lleva (algunas veces) a crear mayor tensión en las relaciones en hogar; dificulta el aprender a organizarse personal y responsablemente pues se puede realizar solo para cumplir sin pensar y decidir; y definitivamente -afirma Bailén- se le niega al niño «el derecho al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes», entre otras no tan educativas consecuencias.
Les recomendamos completar la información anterior en: DEBERES ESCOLARES: SÍ O NO.
En la segunda parte complementaremos esta información, con otras medidas que han tomado y están tomando algunos países para graduar, de forma óptima, los deberes para la casa y/o en vacaciones, y evitemos, que “por cumplir lo que mandan”, afectemos nuestra tarea en el aula, y recarguemos innecesariamente a nuestros estudiantes de con tareas escolares.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF