Ejecutar en el sistema educativo vigente, las propuestas de la pedagogía de las artes plásticas, puede ser una alternativa liberadora y de transformación para desarrollar el pensamiento creativo y el pensamiento crítico con aprendizajes desde la vida y para la vida. En torno a esto, desde la pedagogía de las artes plásticas, se ofrecen las siguientes recomendaciones generales planteadas por el Profesor Elliot W. Eisner para motivar a los educadores, a superar mejor los obstáculos que se encuentran en la práctica docente, (Eisner, 2004):
- UNA DE LAS MÁS IMPORTANTES ES NO CAER EN LA RUTINA CÓMODA, YA QUE ESTO NO CONLLEVA AL DESARROLLO PROFESIONAL. Por ello, se propone afrontar la actividad docente como una forma de investigación personal, como una oportunidad para aprender a enseñar, que rompa con las rutinas y las dinámicas cerradas, favoreciendo una estimulante retroalimentación. Activando una actitud de observación y una postura crítica ante las propias acciones educativas.
- EL MANTENIMIENTO DE UNA ACTITUD ACTIVA O APASIONADA HACIA EL ÁREA QUE SE ESTÁ ENSEÑANDO. Para transmitir pasión, es necesario vivir apasionadamente la asignatura, quizás no siempre llega a ser así, pero evidentemente los estudiantes percibirán el interés y la alegría o por el contrario, el desencanto y la pasividad, con que el docente viva su profesión.
- EL CUIDADO DEL ENTORNO EN QUE SE VAN A DESARROLLAR LAS ACTIVIDADES ARTÍSTICAS. Así como la ubicación de los estudiantes, los materiales, la interacción de los estudiantes con el medio son otros puntos a tener en cuenta en la docencia de la práctica artística.
Todas las estrategias planteadas, tanto las dirigidas al estudiante como al docente son propuestas de actitudes y recursos para desarrollar activamente en las aulas, siendo estas sólo una parte de todo el escenario en el que se desarrolla la actividad de las artes plásticas.
Obviamente, se considera que para mejorar la enseñanza aprendizaje de las artes plásticas en los entornos educativos formales, es necesario continuar investigando y desarrollando el tema motivacional, por medio de las investigaciones prácticas en las aulas y de las aportaciones de estudiantes y educadores del área; que con su experiencia enriquezcan la teoría y práctica de la motivación en la didáctica de las artes plásticas.
El Profesor inglés Herbert Read, crítico de literatura y arte, en su teoría de la “educación por medio del arte”, ha desarrollado la tendencia del arte educativo, con un enfoque educativo contemporáneo centrado en el arte, el cual se fundamenta en el uso de métodos pedagógicos activos, de manera que los estudiantes adquieran las competencias y el conocimiento mediante actividades prácticas creativas, desarrollando su experiencia.
Definitivamente hay que reivindicar la enseñanza de las artes y la cultura visual como un área del saber relacionada con el conocimiento, el intelecto, los procesos mentales y manuales, con el enseñar a ver y a hacer con la cabeza y con las manos y con el interés de formar parte de la dinámica educativa de la escuela; donde los estudiantes crezcan rodeados de arte.
Educar en el lenguaje del arte, el saber ver y leer una imagen para poder comprender el mundo especialmente visual en el que vivimos, aporta un bagaje visual que favorece la creación del nuevo conocimiento y lo válida para la expresión, el entendimiento y disfrute de un nuevo lenguaje tan ligado a la relación intercultural y al ser humano.
La respuesta que ofrecen algunos autores, es que la experiencia de aprendizajes en las artes plásticas desarrolla la iniciativa y la creatividad, estimula la imaginación, fomenta el orgullo por la destreza, desarrolla la capacidad de planificación y, en algunos campos artísticos, ayuda a los estudiantes a aprender a cooperar (Eisner, 2002:55). A partir de aquí surge la pregunta de ¿por qué se debe enseñar en artes visuales hoy y cómo debe ser esa enseñanza para generar aprendizajes actualizados, equitativos y de calidad?; muchos son los beneficios de la pedagogía de las artes plásticas en los entornos educativos, porque aportan equilibrio a la inteligencia emocional y racional de docentes y estudiantes; en lo estético, mejoran la apreciación, valoración, sentido de pertenencia y respeto por el entorno, en lo socioemocional, mejoran autoestima y auto aceptación y estimulan las actitudes positivas como la motivación, a nivel sociocultural, favorecen las relaciones interpersonales, el trabajo en equipo y se inculcan valores como la tolerancia. Y en lo cognoscitivo, mejora la capacidad espacial, la expresión verbal, las competencias lingüísticas y la comprensión lectora.
Cuando las artes plásticas se han encontrado con la educación, ésta, como dispositivo pedagógico y ciudadano en sí mismo, se ha transformado en una estrategia posible para reforzar las humanidades en los aprendizajes, importantes para el progreso educativo general.
Hoy en día, urge lograr la reconstrucción social y ciudadana desde los sistemas educativos y las prácticas pedagógicas, las exigencias se deben repensar en la necesidad de renovar la formación docente específicamente en didáctica de las artes plásticas, porque, es necesario integrar a la educación los cambios que están ocurriendo en el contexto social y de las artes. De este modo, se pretende ofrecer a los profesores miradas actuales que permitan construir relaciones entre la adquisición de saberes densos en el área de las artes visuales y nuevas propuestas educativas que permitan generar acciones pedagógicas que incorporen visiones y herramientas actualizadas en el ámbito de la educación de las artes plásticas, con el fin de aplicarlas en contextos educativos formales y no formales.
Autor: Lisbeth Pire, ciudadana venezolana. Experiencia laboral: Licenciada en Artes Plásticas. Licenciada en Educación mención Artes Plásticas. Maestría en Gerencia Educativa. Doctorado en Ciencias de la Educación. Correo electrónico: [email protected] Cuenta de Instagram: pirecromia |
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