Todos hemos escuchado la frase “Evaluar es para mejorar” y queda claro que una evaluación es una ventana a la realidad. Pero por si misma no conduce a la mejora. En el área de la educación, el tema de la evaluación es muy extenso y abarca varios aspectos tales como: la forma, el contenido, los resultados y el plan de acción para mejorar.
En nuestros días, en México cada institución educativa realiza sus propias evaluaciones las cuales en su mayoría están centradas en medir lo que fue enseñado por el docente. Y en muy pocas ocasiones se da una retroalimentación a los alumnos sobre sus áreas de oportunidad. Sin embargo, la evaluación debería medir la capacidad que tienen los alumnos para usar el conocimiento y las destrezas adquiridas para resolver problemas.
Mientras tanto cada tres años, desde el año 2000, México al igual que otros países, son evaluados en materia educativa por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) a través del Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes conocida por sus siglas como PISA, con la finalidad de identificar áreas de oportunidad y a su vez éstas sean la base para el diseño de políticas y programas educativos.
Debido a que la prueba PISA es una evaluación a gran escala, esto significa que es aplicada a nivel internacional y a jóvenes que se encuentre entre los 15 años tres meses a 16 años dos meses y que estén cursando al menos el primer grado de educación secundaria. Los resultados son agrupados en seis niveles previendo que los alumnos ubicados en el nivel más alto tienen el potencial para en un futuro ocupar puestos de liderazgo en cualquier ámbito. Mientras que los estudiantes ubicados en los niveles más bajos carecen de las competencias necesarias para en un futuro acceder a estudios superiores.
Las áreas de lectura, matemáticas y ciencias son las que evalúa la prueba PISA, cabe mencionar que en cada ciclo de aplicación de la prueba se enfatiza una área o competencias diferente y también se recopila información sobre las actitudes y motivación de los estudiantes, la cual se enfoca en la solución de problemas de forma colaborativa.
Los resultados de México en la evaluación PISA no han mostrado mejora tanto en lectura como en ciencias, sin embargo, en matemáticas hay una tendencia al alza. Conviene subrayar que los resultados obtenidos en el 2015 reflejaron la realidad, el 48% de los estudiantes mexicanos no alcanzan el nivel mínimo señalado por la OCDE. Varios países tales como Alemania y Corea han mostrado que se puede mejorar significativamente los resultados de la evaluación PISA.
En el presente año, se evalúa la competencia global como un dominio nuevo, lo cual significa que se medirá el conocimiento, las habilidades y las actitudes de los estudiantes; innovación, la apertura, la flexibilidad y la resiliencia, aspectos que todo joven debe tener para interactuar, comunicar, estudiar, trabajar y poder vivir en éste mundo global.
En definitiva, la evaluación no conduce a la mejora, pero nos permite ver la realidad, en consecuencia, nosotros como sociedad debemos cuestionarnos sobre qué tanto cada uno de nosotros contribuimos para obtener resultados más satisfactorios, es evidente la necesidad de enriquecer lo que pasa en los salones de clase, lo que se le pide a los alumnos y la vinculación del conocimiento con la vida real. Del mismo modo todos como sociedad podemos mejorar los resultados de la prueba PISA, ya que la educación debe ser vista como el impacto acumulado de experiencias desde la infancia tanto dentro como fuera de las escuelas.
- INEE (s/f). Medias y porcentajes en PISA. Un primer paso para su comprensión. Textos de divulgación. México: INEE.
- OCDE (s/f) Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA). PISA 2012. Resultados. México. Nota país. Disponible en: www.oecd.org
- Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA). PISA 2015. Resultados. México. Nota país. Disponible en: www.oecd.org
M. Ed. Elvira Zorrero Lara, Guadalajara – México. |