Australia se ha convertido en el primer país del mundo en implementar una legislación que prohíbe a los menores de 16 años acceder a las redes sociales sin restricciones. La ley, aprobada con amplio respaldo parlamentario, busca abordar los impactos negativos que estas plataformas tienen en la salud mental de los jóvenes. Las empresas tecnológicas tienen un año para adaptar sus sistemas y cumplir con las nuevas normativas, o enfrentarán multas que podrían alcanzar los 30 millones de euros.
El proyecto, impulsado por el gobierno laborista y apoyado por la oposición conservadora, establece que plataformas como TikTok, Facebook e Instagram deberán implementar mecanismos para verificar la edad de sus usuarios. Aunque aún no está claro cómo lograrán este control sin comprometer la privacidad de los usuarios, se barajan opciones como sistemas de identificación biométrica o intermediarios seguros que gestionen los datos.
Motivaciones detrás de la ley
El primer ministro Anthony Albanese destacó que la normativa tiene como objetivo proteger la infancia y combatir la exposición de los jóvenes a contenido dañino. Estudios recientes indican que más del 60% de los adolescentes australianos han estado expuestos a material relacionado con violencia, autolesiones o abuso de sustancias a través de las redes sociales.
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Por su parte, la ministra de Comunicaciones, Michelle Rowland, señaló que la conexión entre el uso excesivo de estas plataformas y problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, es innegable. «Queremos que los jóvenes australianos disfruten de una infancia plena y protegida», afirmó.
Desafíos y críticas a la implementación
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la medida. Un grupo de 120 académicos australianos calificó la ley como un «instrumento demasiado contundente», argumentando que podría generar tensiones en los hogares y limitar el acceso de los jóvenes a entornos digitales seguros. Además, la industria tecnológica ha cuestionado la viabilidad de verificar la edad sin comprometer la experiencia del usuario ni la seguridad de sus datos.
El multimillonario Elon Musk, propietario de X (antes Twitter), se pronunció en contra de la ley, describiéndola como un intento encubierto de controlar el acceso a Internet. Desde Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, calificaron la medida como «apresurada», advirtiendo sobre los desafíos logísticos que implica su implementación.
Australia y el panorama global
Si bien Australia es el primer país en aplicar una normativa tan restrictiva, no es el único que busca regular el acceso de los jóvenes a Internet. Francia, por ejemplo, exige el consentimiento parental para menores de 15 años que quieran usar redes sociales, y China limita el tiempo de uso de videojuegos para menores, utilizando tecnología como el reconocimiento facial.
La experiencia australiana será observada de cerca por otros países, ya que su éxito o fracaso podría influir en políticas similares a nivel global. Mientras tanto, el debate sobre cómo equilibrar la protección de los jóvenes y el acceso a la tecnología sigue abierto.
Con esta ley, Australia marca un precedente en la regulación digital, destacando los retos que enfrentan las sociedades contemporáneas para proteger a las nuevas generaciones en un entorno tecnológico cada vez más omnipresente.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF