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El aprendizaje activo, un aspecto clave en el diseño de las aulas

El aprendizaje activo es un aprendizaje basado en la implicación, motivación, atención y trabajo constante del alumno, es decir, el estudiante NO es un pasivo que se limita a escuchar al profesor y a tomar apuntes sino que es un sujeto activo que es responsable directo de su aprendizaje.
Sin embargo, esto no significa que el profesor pase a un segundo plano. De hecho, dentro del aprendizaje activo, el rol del profesor en este proceso adquiere una gran relevancia, puesto que es el encargado de guiar y orientar a los alumnos para alcanzar ciertos objetivos de aprendizaje específicos.

Compartimos con fines educativos – pastorales la publicación del portal Universia (México) dejándonos 5 consejos para el diseño del espacio de aprendizaje activo, material que puede ser de mucha ayuda para la comunidad docente.

Para que el alumno se sienta el centro debe contar con un espacio y recursos que le ayuden en su aprendizaje autónomo.

  • Incentivar el aprendizaje activo pasa por diseñar aulas que faciliten la autonomía del estudiante.
  • El trabajo en equipo y el pensamiento crítico son la base de este tipo de aprendizaje.
  • El profesor juega un papel relevante, guiando y motivando a los alumnos para que evolucionen por sí mismos y encuentren las respuestas que necesitan.

La educación debe evolucionar al mismo ritmo que lo hace la sociedad, integrando las innovaciones que le va proporcionando la ciencia y la tecnología. Uno de los métodos más innovadores se basa en darle más protagonismo al estudiante y ofrecerle un espacio donde desarrollar sus capacidades por él mismo, con ayuda de sus profesores y compañeros.

¿Qué es el aprendizaje activo?

El aprendizaje activo es una manera de enfocar toda la atención sobre el alumno y darle todas las herramientas y recursos para poder aumentar su grado de implicación y participación.

En este caso, el profesor es clave para orientar y apoyar a los alumnos en el aula y motivarles a ser curiosos y superar nuevos retos.

Este método de enseñanza encuentra gran apoyo en las aplicaciones tecnológicas, principalmente como herramienta para hacer más activa la educación y desarrollar habilidades resolutivas.

Diseñar el espacio para el aprendizaje activo

Integrar este método de aprendizaje pasa por ofrecer unas instalaciones que faciliten la consecución de objetivos y el trabajo colaborativo.

1. Espacios dinámicos

Las soluciones de mobiliario deben permitir adaptar el aula según las necesidades que surjan:

  • Trabajo en grupo
  • Coloquios
  • Trabajo personal
  • Consulta de material
2. Ordenadores y tablets

La tecnología debe estar presente en todas las aulas y debe ser un recurso esencial para la consulta y contraste de información, así como para la toma de apuntes y el estudio personal.

Ofrecer tomas de corriente y espacios con el material necesario, tiene que ser una realidad en cada centro educativo.

3. Espacios para grupos de trabajo

En el aprendizaje activo tiene mucho peso el trabajo con el resto de compañeros y la colaboración al poner las ideas en común para avanzar en el aprendizaje.

Para esto, es importante que el aula ofrezca el espacio y la adaptabilidad necesaria para que los alumnos puedan compartir sus ideas y trabajar en equipo de forma fácil y cómoda.

Fuera del aula también es importante preparar espacios que ayuden a que los alumnos trabajen de forma conjunta y colaborativa.

La puesta en común del trabajo no tiene que limitarse al aula, sino que también debe incentivarse durante el estudio personal y el tiempo libre de los alumnos.

3. Pizarras y paneles

La transformación digital y el uso de las redes sociales nos conduce a que cada vez seamos seres más visuales, donde las imágenes y el vídeo sean mejores recursos que los textos.

Por ello, es importante que los alumnos dispongan de pizarras y paneles donde poder plasmar sus ideas de forma visual.

Proyectores y pantallas también serán necesarios para que los alumnos puedan presentar sus ideas frente al resto de compañeros.

5. Espacios que inviten al diálogo

El aula debe ser un espacio donde todos los alumnos se sientan iguales y escuchados. Por tanto, se debe facilitar la interactuación y el diálogo abierto.

Cualquier espacio debe ser adaptable para llevar a cabo coloquios y debates de forma cómoda y accesible para todos.

Junto a todo esto, es importante ofrecer espacios de trabajo individual y silenciosos que ayuden a la reflexión y a la asimilación de lo trabajado en clase.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Universia (México) en la siguiente dirección: noticias.universia.net.mx



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