Maestros al servicio de la educación

Un fantástico corto que enseña sobre confianza y autoestima

Este corto cuyo protagonista es un cordero de pelaje blanco, también trata temas como el bullying o el rol de los guías o modelos a seguir.
Boundin es un corto animado de Pixar que fue exhibido en el año 2003 en el cine, antes de la película Los Increíbles. Aunque han pasado casi 20 años desde que se estrenó, el mensaje de esta historia sigue vigente. Boundin cuenta la historia de un cordero que además de tener un hermosos pelaje blanco y suave, es un hábil bailarín. Su talento y su belleza lo hace muy popular entre los animales de su entorno.

Sin embargo, un día es esquilado por los humanos y su aspecto cambia por completo.

Ante la burla de sus vecinos animales quienes creen que ahora es sólo un cordero de color rosado, pierde la confianza en sí mismo, se entristece y deja de bailar frente a ellos. Ya no es el mismo de antes… Pero un día aparece un jackalope (liebrenado cangurín), a quien le cuenta su tragedia y él, a cambio, le da una importante lección…

Lo primero que le dice el liebrenado cangurín es que ser rosado o de cualquier otro color, no tiene relevancia alguna.

Hay otras cosas mucho más importantes… por ejemplo, su talento para el baile. Además de su consejo acerca de la apariencia, el liebrenado cangurín le enseña las ventajas de saltar, en lugar de bailar. Al potenciar esta nueva habilidad, el cordero, pese a no tener su pelaje, recupera su confianza y aprende a llegar mucho más lejos, de salto en salto. Pero no sólo recupera su confianza, también vuelve a ser muy popular entre sus vecinos.

La historia del cordero se cuenta a través de una canción que deja grandes moralejas.

Este formato de narración, lo convierte en una herramienta ideal para trabajar temas como el autoestima, el bullying, la resiliencia y el rol de los adultos en el aprendizaje de los niños. En Boundin, el liebrenado cangurín es un modelo a seguir, un guía y un mentor que permite al cordero potenciar sus habilidades y recuperar su confianza. Su papel podría asemejarse al de los profesores en la sala de clase, pues ellos, tal como lo hace él, trabajan a diario por apoyarlos y desarrollar los talentos de sus estudiantes.

Cuando el cordero se siente excluido y juzgado por su apariencia, hecho que representa el daño que puede causar el bullying, el liebrenado cangurín también encuentra la manera de minimizar el problema, enseñándole que hay otras cosas más importantes, como ser talentoso en algo.

Así, no sólo lo empodera, sino que le permite desarrollar una habilidad como la resiliencia. De esta manera, el cordero se sobrepone, no se deja vencer por la adversidad y aprende a desarrollar otro talento con orgullo y seguridad. Gracias al liebrenado cangurín, el cordero también aprende a vivir feliz sin su lana, aprende a aceptarse y a valorar sus capacidades. “Qué gusto da, que por ahí, haya un librando cangurín”, con esta frase termina el corto, haciendo referencia al rol que cumplió este personaje en el protagonista de esta gran historia.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Elige Educar (Chile) en la siguiente dirección: eligeeducar.cl – Escrito por Camila Londoño 



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