George Kembel: Se aprende haciendo, y no escuchando a un profesor

La entrevista realizada por Ana Torres Menárguez a George Kembel cofundador de la d.school de Stanford, para El País (España), consideramos que es un diálogo que puede ayudarnos a enriquecerlo si lo reflexionamos con nuestros padres de familia y estudiantes. Aquí, el profesor opina desde su experiencia en una escuela que ha revolucionado la metodología de la enseñanza y el proceso de aprendizaje, en la cual los profesores y padres de familia están convencidos que más que más importante que el final, que el producto o las estadísticas está en el “aprehendizaje” como apropiación del conocimiento, y que todos los estudiantes pueden ser creativos, que esa cualidad no está reservada a los artistas.

Compartimos con fines únicamente educativos y de formación permanente, partes de la  entrevista. Al final les indicamos el enlace al artículo fuente, que recomendamos leer para tener la idea integral sobre como la experiencia de  la metodología del design thinking.

En el 2005, George Kembel (Florida, (USA) 1972) cofundó en mitad del campus de la Universidad de Stanford la d.school, una escuela de diseño que una década después sería conocida por ser una de las más creativas del mundo. Comenzó a funcionar con 30 estudiantes,  y hoy ha dado origen a proyectos de impacto como School Retool, un programa ideado para transformar la forma de enseñar en los colegios.

George Kembel

“Kembel, graduado en ingeniería por Stanford, se dedicó durante más de siete años a levantar y cerrar empresas. Su instinto le hizo volver al campus. Creía que el diseño podía ser elevado a una nueva categoría en esa universidad. Estaba convencido de que se podía crear un nuevo espacio que aportara a los alumnos un modo de trabajar innovador, inexistente hasta el momento. Ese método, acuñado más tarde como design thinking, […] La clave es teorizar menos y actuar más. Basar el aprendizaje en experiencias reales y no en lecciones magistrales”.

ANA TORRES: ¿Cómo definiría la d.school?

GEORGE KEMBEL: “Es un laboratorio para innovadores. Lo importante no es el producto final, sino el proceso de aprendizaje. La esencia de la escuela es demostrar a todos los estudiantes que ellos también pueden ser creativos, que esa cualidad no está reservada a los artistas. […] y el reto es que desarrollen proyectos conjuntamente, fusionando sus conocimientos, puntos de vista y experiencia. […]”.

ANA TORRES:  ¿Cuál es la metodología de enseñanza que siguen?

GEORGE KEMBEL: “[…] nuestro sistema educativo se ha basado en transferir a los estudiantes lo que sabemos y la forma de hacerlo son las clases magistrales. Con los exámenes se evalúa si los alumnos contestan o no lo correcto. Ese método ya no sirve. […] En el mundo actual, todo cambia deprisa y hay que entrenar a las mentes para saber reaccionar frente a la incertidumbre. […] Nuestra revolución ha sido acabar con los alumnos sentados frente a una pizarra. No se aprende escuchando a un profesor, sino haciendo proyectos reales. Salir a la calle, detectar problemas, diseñar soluciones y probarlas con personas. […] Los casos reales aceleran el proceso de aprendizaje mucho más que los ejercicios de clase basados en hipótesis. Nosotros no les pedimos que resuelvan problemas, sino qué identifiquen cuáles son los problemas. Los profesores, […] actúan como guías y aprenden con los estudiantes. No hay un formato de clase cerrado, de hecho cambia cada día. Esa es la gran diferencia”.

George Kembel

ANA TORRES:  ¿Cómo consiguieron convencer a la universidad de que apostase por su idea?

GEORGE KEMBEL: ”[…] Empezamos en un tráiler con 30 alumnos y a finales de 2005 conseguimos la primera aportación importante; unos 35 millones de dólares del instituto científico alemán Hasso Plattner Institute. Conseguimos involucrar a docentes de las siete facultades de Stanford y a partir de ahí la universidad se dio cuenta de que estábamos montando un laboratorio sin precedentes, un espacio para la innovación que concentraba a expertos de las distintas áreas de conocimiento”.

ANA TORRES:  ¿Por qué el design thinking ha cautivado a gobiernos y empresas de todo el mundo?

GEORGE KEMBEL:La clave es que hemos vuelto a nuestras raíces. Hemos virado de un modo de trabajo basado en la soledad del laboratorio a otro en el que lo más importante es el aspecto humano, el contacto con personas y el estudio de sus necesidades. La empatía es la piedra angular. […] Nosotros les enseñamos a mirar hacia adelante, buscar los puntos de vista de otros expertos y crear experimentos de forma rápida, a corto plazo, y llevarlos a la calle para que un tercero dé su opinión. Es la prueba error constante lo que les hace aprender. Al final hacen de la incertidumbre su fuente de trabajo, en lugar de incomodarles, les incentiva. Ese es el viraje del siglo XXI”.

ANA TORRES:  ¿Cree que es necesario aplicar esa filosofía a la vida personal?

GEORGE KEMBEL:Por supuesto. Hay que perseguir los sueños y plantearse si otras opciones enriquecerían más nuestra vida. […] La innovación siempre requiere correr un riesgo. Algunas veces se falla, pero lo importante es atreverse”.

Este contenido ha sido publicado originalmente por El País (España) en este enlace: GEORGE KEMBEL: “SE APRENDE HACIENDO, Y NO ESCUCHANDO A UN PROFESOR”



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