Maestros al servicio de la educación

Tony Wagner: educar para la innovación educativa

Tony Wagner, experto de la Universidad de Harvard en el laboratorio de innovación, “ha desterrado la palabra “temor” de su vocabulario. Y anima a que profesores, educadores e instituciones hagan lo mismo.

Hay que reinventar la educación y dar un sentido moral a todo lo que hacemos. Es, afirma, “un desafío al que nos enfrentamos como especie”. Compartimos el artículo publicado por el portal Red Iberoamericana de Docentes, con fines únicamente educativos – pastorales, sobre diez propuestas de innovación de este Doctor en Educación, orador y escritor prolífico y exitoso.

Tony Wagner es uno de los expertos estadounidenses en educación más reconocidos del mundo. Profesor de educación media durante más de una década, actualmente Tony Wagner trabaja en el Laboratorio de Innovación de la Universidad de Harvard y desde hace años se encuentra entre los más destacados expertos y defensores de la necesidad de poner en marcha una nueva educación.

Ha escrito libros como “Creando Innovadores”, traducidos a 12 idiomas, ha participado en documentales de temática educativa y ha impartido numerosas conferencias. Aquí, te presentamos una nota de “Aula Planeta”, donde se resumen 10 principios de la visión educativa de Tony Wagner.

Tony Wagner: su visión educativa en 10 puntos

Hemos analizado diversas conferencias de Tony Wagner para resumir en diez puntos sus principales ideas educativas y propuestas para reinventar el sistema educativo, formar ciudadanos del siglo XXI y cambiar el mundo en el que vivimos.

  1. El sistema educativo está obsoleto y debe reinventarse: no son las escuelas las que deben reformarse, porque no son lo que falla. Es el sistema educativo el que se ha alejado de la realidad de las personas.
  2. En el mundo actual, el conocimiento es una mercancía más: ya no importa la cantidad de información de la que dispone una persona, porque basta con buscar en Google para obtenerla. Lo importante es lo que esa persona es capaz de hacer con el conocimiento, cómo lo utiliza y aprovecha.
  3. Habilidad y voluntad son los dos nuevos pilares de la educación: por un lado, la nueva educación debe centrarse en formar a personas que tengan las habilidades, destrezas y capacidades y, por otro, el deseo, la motivación y la voluntad de manejar y utilizar los conocimientos que han adquirido.
  4. Hay siete competencias esenciales que los jóvenes deben adquirir: Wagner establece siete destrezas que los estudiantes deben desarrollar antes de terminar la educación media, y que les ayudarán no solo a conseguir y mantener un buen trabajo, sino también a ser ciudadanos informados y capaces de desenvolverse en la nueva economía del conocimiento globalizado. Estas son: pensamiento crítico y resolución de problemas; colaboración en redes y liderazgo por influencia; agilidad y adaptabilidad; iniciativa y espíritu emprendedor; comunicación eficaz, oral y escrita; capacidad de acceder a la información y analizarla; curiosidad e imaginación
  5. El sistema productivo y económico actual es insostenible: la crisis laboral que se sufre en todo el mundo, con altos niveles de desempleo juvenil, no está causada por una educación deficiente de nuestros jóvenes. Los jóvenes preparados y con todas las habilidades necesarias no encuentran trabajo porque el sistema no está hecho para ellos: hemos creado una economía basada en que la gente gaste un dinero que no tiene en comprar cosas que posiblemente no necesita, poniendo en peligro al planeta en el proceso.
  6. La solución pasa por educar para la innovación: el nuevo sistema económico y productivo debe estar basado en la creación de ideas nuevas y mejores, que solucionen los verdaderos problemas actuales, que realmente interesen a las personas y que generen empleos. Debemos educar para la innovación, para crear jóvenes innovadores.
  7. La educación tradicional pone barreras a la innovación: los docentes y los centros escolares, por su organización y el sistema educativo tradicional en el que se han enmarcado hasta ahora, no promueven la cultura del aprendizaje necesaria para la innovación, porque: se premian los logros individuales, cuando la innovación es un trabajo de equipo; se compartimenta el conocimiento en asignaturas, y la innovación es interdisciplinaria y el trabajo por proyectos; se evita el riesgo y se penaliza el fracaso, mientras que la innovación implica correr riesgos y aprender de los errores; se enseña de forma pasiva, cuando la innovación es creativa y activa; se utilizan incentivos externos, cuando la innovación debe motivarse de forma intrínseca.
  8. El juego es una herramienta educativa fundamental: el juego exploratorio es muy importante y debe hacerse de manera natural, con menos distracciones, medios y estructura, para despertar la creatividad.
  9. Lo esencial es la pasión: encontrar la pasión, lo que entusiasma, mueve y motiva a un niño o a un joven debe ser más importante que las notas o los logros académicos. Para ello hay que darles tiempo para realizar proyectos, investigaciones o experimentos que les ayuden a detectar y perseguir su pasión, ya sea artística o intelectual. De esa pasión surgirá el propósito, el interés por aportar algo, marcar la diferencia y cambiar el mundo.
  10. Hay que innovar en la educación para crear jóvenes innovadores: los docentes deben ser los primeros en innovar en sus métodos de enseñanza para modelar los valores y las conductas necesarias para la innovación. Al enseñar, tenemos que asumir riesgos, aprender de los errores, colaborar con el resto de profesores y con la comunidad educativa y, sobre todo, fomentar en los alumnos el juego, la pasión y la búsqueda de un propósito.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Red Iberoamericana de Docentes en la siguiente dirección: redesib.formacionib.org



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