Maestros al servicio de la educación

Su institución educativa cumplió con las garantías sanitarias, volvieron a las clases presenciales y ¿qué aprendieron?

Especialistas en Educación y Salud, así como docentes, coinciden que el regreso a clases presenciales fueron una prioridad, muy necesaria por lo que aseguraron que cada escuela definió sus protocolos de acuerdo a su realidad y contexto el de la pandemia en su comunidad. Cada una se adaptó en buscar las garantías básicas del nuevo contacto social y -no pocas- se preocuparon por tener una buena ventilación y el acceso permanente al agua.
En distintos foros y conferencias, se hablaron de las afectaciones que ha tenido la educación a distancia y aseguraron que solo era  posible tener un regreso seguro si se tenían las condiciones necesarias. Esto nos hizo un gran buen: escucharnos.

Así como aprendimos, en las lecciones, que no debemos pasar al siguiente tema si el previo no está entendido y asimilado, o si la asignatura prerrequisito no está aprobada o que un estudiante no debe ser promovido al grado inmediato superior si que no completa los logros del anterior, consideramos que para iniciar o reiniciar las clases presenciales o híbridas, nos detuvimos a verificar si cumplíamos unas ciertas condiciones para “volver a las aulas de forma segura y planificada, poniendo en marcha sistemas de alternancia, grupos reducidos y el uso de distintos espacios públicos y escolares”.

La American Academy of Pediatrics, nos recomendó que para iniciar o reiniciar las clases presenciales, debíamos asegurarnos de tener planes establecidos para la seguridad, y cerciorarnos de que contábamos con los recursos necesarios, Y estábamos todos de acuerdo. cf  SEGURIDAD EN LA ESCUELA DURANTE LA PANDEMIA DEL COVID-19

La clave para transitar a la nueva normalidad educativa pos pandemia, nos permitió fortalecer nuestros recursos  y aprender a ordenar las prioridades, capacitar y fortalecer a los profesores y padres de familia. Tuvimos que trabajar juntos.  Y una de las ventajas que nos dejó la experiencia de la educación a distancia fue mejorar el uso pedagógico de las TIC, la creatividad tecnológica, la revinculación de los estudiantes, mejorar los servicios de agua y los mecanismos de higiene y desinfección, la importancia de lograr ampliar la conectividad digital y la distribución de equipamiento de herramientas tecnológicas; mantener una real comunicación con toda comunidad educativa; perfeccionar las habilidades de gestión de los directivos para no olvidar que esta emergencia con hizo valorar el contacto humano, y nos enseñó  que es tarea de todos la seguridad, equidad, aprendizaje y bienestar con los recursos que se tienen. Nos ayudó, tanto a los estudiantes, padres de familia y profesores qué importante es hacer periódicamente evaluaciones de cómo va  nuestra comunidad educativa. POSICIÓN FRENTE AL REGRESO DE CLASES PRESENCIALES EN 2021

COALICIÓN MUNDIAL PARA LA EDUCACIÓN. MENSAJE DE AUDREY AZOULAY, DIRECTORA GENERAL DE LA UNESCO (01´ 33”)

Sabemos que “la educación no es un sistema mecánico. Es un sistema humano” (Ken Robinson). Ojalá  nos haya sido de provecho la experiencia de la educación a distancia en la pandemia del COVID 19, para desterrar esa mala costumbre (en algunos lugares) de cumplir las “órdenes” elaboradas en los escritorios de las secretarías y ministerios sin posibilidad de contextualizar y sin la garantía de contar con todo el andamiaje educativo adecuado. Ahora que tenemos la educación pos pandemia  y estamos capacitados para el cambio de paradigmas, que hemos descubierto la importancia de aprender nuevas cosas, inventar nuevas rutas pedagógicas  y mantener el equilibrio mental en situaciones con las que no estábamos familiarizados, podemos darnos cuenta que juntos somos capaces de unir iniciativas y levantar ánimos para no desaprovechar el camino recurrido. Para unos más duros que para otros. cf Noah Harari.

¿Cuántas escuelas se quedaron con buenas intenciones, con “la primera piedra” o a medio construir? ¿Cuántas bibliotecas, laboratorios, museos, … que nunca se implementaron? ¿Cuántas promesas de cobertura de internet o tabletas que no se cumplieron? ¿Cuántos servicios higiénicos que nunca se terminaron de pulimentar? ¿Cuántos cursos de actualización que nunca se dieron? … Los que hemos tenido la (triste o lamentable) experiencia de tener autoridades educativas que han inaugurado obras modernizadas, parchadas, inacabadas o con la promesa de terminarlas, sabemos que al final se quedaron como cuando se tomaron la fotografía, nunca se terminaron o sirvieron. Y no debemos perder el entusiasmo de mejorar, con la experiencia aprendida.

Ahora, que estamos a un buen tiempo de distancia de haber recorrido la nueva normalidad educativa. Sería bueno reunirnos para saber qué aprendimos. Desterrar  el buscar culpables de los errores del pasado. Valorar las experiencias exitosas realizadas en todo el mundo, y ser más conscientes de nuestra corresponsabilidad de una educación de calidad con el uso de ls nuevas tecnologías y los recursos que ofrece la IA, para hacer más interesante y dinámico el proceso enseñanza – aprendizaje, así como el cuidar la salud de nuestro planeta. Más de un especialista nos dijo que los profesores y padres de familia tenemos muy metido en el subconsciente los paradigmas del Siglo XIX y que no sirven para el XXI, ¿cómo vamos a mejorar en el Siglo XXI si seguimos con paradigmas educativos de la revolución industrial? ¿Qué aprendimos sobre la Educación a distancia?

Ni el estudio previo de las experiencias exitosas de la educación a distancia, ni las “buenas intenciones”, ni la acumulación de información serán útiles, si no hay una disposición (por lo menos) para evaluar con estadísticas la experiencia de la educación a distancia realizadas en todo el mundo, y de manera particular en nuestra institución educativa. Se hace urgente replantear “el conocimiento, la educación y el aprendizaje en un mundo de creciente complejidad, incertidumbre y precariedad” (UNESCO), comenzando por tener toda la capacitación de los agentes, la infraestructura y las herramientas para seguir y a realizar los cambios necesarios de esta nueva normalidad educativa antes planificar el regreso a las escuelas.

Ha llegado el momento histórico de hacer posible, por medio de un pacto intracomunitario y global, una educación que tenga como objetivo “el pleno y auténtico desarrollo del otro, porque se constituye en la justa medida en que el otro se constituye, es un acto biofílico que busca el pleno desarrollo de la libertad, del diálogo, de la comunicación, del desarrollo con y por el otro”, como sostuvo Paulo Freire.

Dejemos de  “improvisar” y de “apagar incendios”, que los malos gestores educativos originan. No debemos seguir experimentando con la educación de nuestros niños y jóvenes y jugando con el futuro de nuestro país.

Sabemos que hay semejanzas y diferencias entre país y país, incluso entre región y región, entre la educación pública y la privada, entre las legislaciones, … pero hay acciones comunes y prioritarias, que nunca debemos olvidar.

El siguiente listado no tiene un ordenamiento inmóvil. Usted lo puede ordenar según su punto de vista como prioridades -me atrevo a decir sine qua non​-, que se precisan no olvidar:

  • Control de los conocimientos de salud física y mental, de todos los miembros de nuestra comunidad educativa.
  • Planificar y ejecutar la capacitación permanente de los profesores y padres de familia, para el conocimiento y manejo de las plataformas de la educación  pos pandemia, el vocabulario de las TIC y la corresponsabilidad en la organización de los tiempos de estudios y el desarrollo de deberes de reforzamiento o de investigación.
  • Asegurar la formación y el acompañamiento a los profesores con profesionales que apoyen y asesoren su tarea docente para actualizarse al mismo ritmo que avanza la IA y los recursos  de tecnologías y de educación virtual.
  • Determinar las nuevas pedagogías, competencias y el perfil docente con miras al Siglo XXI. La formación continua, actualización y especialización no se puede dejar para después.
  • Planificar y tomar las acciones pertinentes para que los profesores cuenten con las herramientas digitales necesarias para impartir sus lecciones. Que no sean los estudiantes los wue enseñen a sus profesores cómo usar los recursos digitales  y la información de las redes.
  • Elegir directores, asesores, coordinadores o acompañantes de la tarea docente, a profesionales de la educación que tengan experiencia y capacidad de gestión en educación.
  • Mantener en perfecto esto la infraestructura escolar, con la higiene sanitaria y la ventilación necesarias.
  • Tener la infraestructura y mejorar los recursos para el acceso y participación total de los estudiantes con necesidades especiales para el aprendizaje.
  • Tener aulas con pupitres, escritorios, asientos o carpetas en buen estado, y que estén dotadas de algunas especiales para los estudiantes que escriban con la mano izquierda o requieran posiciones especiales.
  • Que se haga periódicamente exámenes sobre la salud mental y emocional de cada miembro de la comunidad educativa, pues el equilibrio y bienestar psicológico de los profesores, estudiantes y padres de familia no se pueden dejar para “emergencias”.
  • Que se disponga del equipamiento de los ambientes escolares a las nuevas exigencias digitales de la “nueva normalidad del proceso enseñanza – aprendizaje”: realizar lecciones con total acceso al material y herramientas pedagógicas virtuales a todos los estudiantes.
  • Asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a los contenidos curriculares por medios no digitales (libros, guías, separatas, materiales impresos, …).
  • Disponer de una plataforma digital institucional que permita identificar, de manera segura a los estudiantes a través de todo el sistema educativo, que garantice una visión integral sobre la gestión eficiente de los contenidos, su asistencia, rendimiento y evaluación.
  • Asegurar que los centros educativos posean el acceso a internet óptimo y de buena calidad para fines pedagógicos en las áreas urbanas, suburbanas y rurales.
  • Focalizar los contenidos en matemática y lectura/escritura y en las habilidades del siglo XXI, en particular de aquellas que fueron mas afectadas por el cierre de las escuelas y la educación a distancia.
  • Planificar el aprovechamiento de la experiencia de los Valores Sociales aprendidos durante el tiempo de la educación a distancia..
  • Actualizar el Reglamento Interno de Funciones, para definir y delimitar los roles de los docentes y el de los padres de familia. Consensuar un Pacto Educativo.
  • Consolidar la cultura de la evaluación y rendición de cuentas, como instrumentos mejoramiento de la calidad educativa.

Coincidimos con la opinión de la Magister en Política Social Rossana Mendoza Zapata, quien opina que ahora que hemos vuelto -hace tiempo- a las clases presenciales, híbridas y otras modalidades, estamos ante el  “desafío de re-tejer la relación escuela-familia-comunidad en cada barrio, sector, caserío o pueblo, de impulsar juntos una educación menos estandarizada y más transformadora; menos eficientista y más humanitaria; menos escolarizada y más comunitaria; más intercultural y menos homogeneizadora; con una gestión menos burocrática y más participativa; y para lograrlo será necesario una amplia voluntad política de todos los sectores comprometidos, la disponibilidad de recursos y una firme vocación democrática y descentralista”. PARA REGRESAR A LA ESCUELA

Como decía Quino por medio de Mafalda- que “lo urgente nos hace olvidar lo necesario”, porque educar no es solamente transmitir conocimientos, contenidos, evaluar y llenar documentos, “sino que implica otras dimensiones: transmitir contenidos, hábitos y valoraciones, los tres juntos” ( cf Papa Francisco, 20/02/2014).

Como en otras oportunidades, insistimos que hay que aprender del camino recorrido. No estancarnos en “el siempre se ha hecho así”. Debemos tener la humildad de conocer y aprender (no copiar) de las experiencias exitosas de otros, por eso, es bueno saber que Finlandia -uno de los países pioneros en las clases híbridas- aconseja a sus profesores: bajar el listón de las pruebas en momentos críticos. LOS PROFESORES FINLANDESES TRASLADAN LAS CLASES AL MUNDO VIRTUAL Y LAS FAMILIAS CAMBIAN SUS RUTINAS

Ojalá logremos haber aprendido de una etapa tan dura como la pandemia del COVID 19, y podamos construir la tan soñada “aldea educativa global”, con “un pacto educativo mundial, incluyente, sin diferencias de credos religiosos o ideologías políticas, una alianza global que reconozca la fraternidad como primer principio filosófico y pedagógico de los programas de estudio en el mundoy que coloque a la persona en el centro. El respeto a la voz propia de los profesores y estudiantes, es el principio básico de la coparticipación responsable para caminar motivados, creativos y dispuestos a estudiar todos los cambios que se crean necesarios.

“La tarea de aprender a vivir sabiamente, como hombres o mujeres sabios, nos ocupa toda la vida. Es nuestra gran tarea de la educación. Si no lo aprendemos, hemos perdido…” (Santos Benetti).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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