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[Mario Schiavelli] El Dolor Social y el Dolor Físico

Hoy en día, gracias a la investigación neurocientífica, sabemos que el cerebro percibe el dolor social de la misma forma que el dolor físico. Necesidades sociales y físicas son procesadas por el cerebro de la misma manera. Nuestro cerebro está constantemente monitoreando si hay una situación de “amenaza”. Esto implica que por mucho que le interese a un alumno un tema en clase, si hay miedo a la participación, miedo a equivocarse, miedo a no entender lo que explica el docente, si no hay integración con el grupo, la atención y la motivación se irán perdiendo y junto a ellas, la capacidad y la voluntad de aprender.

El Educador, al comunicar e interactuar con el alumnado, deberá tener siempre mucho cuidado en el uso de sus palabras ya que si el cerebro del alumno percibe una “amenaza”, en tan sólo una fracción de segundo se pueden estimular altos niveles de cortisol y de esta manera el estudiante no podrá actuar de forma inteligente o tener acceso a sus habilidades de pensamiento elevado, ya que su cerebro entra en un estado defensivo.

También se reduce la capacidad de pensar de manera innovadora, empática, creativa y estratégica. Lo contrario sucede cuando el estudiante recibe un elogio o una retroalimentación positiva que aumentan la capacidad de comunicación, de colaboración y de confianza hacia su educador.

Amenazas que pueden bloquear el Cerebro
  • Amenaza de Tono: Miedo a ser juzgados o criticados.
  • Amenaza de Herida: Miedo en nuestra integridad física o psíquica.
  • Amenaza de Rechazo: Miedo al fracaso, a cometer errores.
  • Amenaza de Exclusión: Miedo a ser excluidos del grupo.
  • Amenaza de Ira: Miedo a la violencia física o verbal.
  • Amenaza de Estatus: Miedo a sentirnos inferiores.
Cómo podemos evitar la sensación de “amenaza”

1. Por encima de cualquier herramienta educativa, está la actitud del docente hacia el alumnado.

Para muchos alumnos, el motor de su autoestima reside en lo que el profesor opine de ellos. El Alumno tiene que tener muy claro que el Educador confía en él. Sin esta actitud, todo lo demás carece de sentido.

Tenemos que evitar toda sensación de superioridad y autoritarismo (Estatus).

2. Debemos crear conversaciones a través de preguntas motivadoras.

Debemos efectuar una pregunta a la vez, nunca dos preguntas juntas.

4. Antes de un comentario, una nueva pregunta, debemos pedir permiso.

Debemos escuchar más y hablar menos.

4. Debemos reconocer y resaltar siempre el esfuerzo, las intenciones, la voluntad del estudiante.

Los elogios “calman” el Cerebro, aumentan la autoestima y el interés.

5. Debemos alejar al alumno del “ModoDrama” (“No puedo, es muy difícil, no lo logro”).

Cambiemos rápidamente de tema para que el Cerebro vuelva a su estado de Calma y Atención.

6. No debemos dar consejos, instrucciones u opiniones (si no son solicitados).

Cuando alguien nos dice qué hacer y cómo hacerlo, nuestro cerebro responde con un estado defensivo porque siente amenazada su libertad personal y su toma de decisiones. El cerebro humano es tan complejo e individual que es mucho más efectivo ayudarlo a crear sus propias ideas y conclusiones. Sólo porque nuestro consejo parece óptimo para nuestro cerebro, no significa que sea útil para el cerebro que estamos tratando de influir. Para una decisión real, la inspiración y la respuesta adecuada tienen que surgir desde nuestro yo íntimo.

Recordemos que “un consejo” nace de nuestro cerebro como consecuencia de nuestras experiencias de vida, de nuestro aprendizaje, de nuestras conexiones que sabemos son únicas. El cerebro que re- cibe el consejo lo interpreta así como una orden, una imposición y eso detona neurotransmisores que bloquean las conexiones de pensamiento y memorización.

Demos espacio para pensar, para reflexionar.

No soluciones.

A menudo, cuando alguien nos plantea un problema es porque quiere simplemente ser escuchado. Nuestro cerebro prefiere que le demos espacio más que opiniones. Demos consejos solamente cuando nos los pidan.

Identifiquemos nuestras mutuas necesidades.

Con mucha frecuencia, en una conversación, no expresamos lo que realmente necesitamos. Nos es difícil comprender si nuestro interlocutor está simplemente pasando un rato agradable con nosotros, o si quiere que lo escuchemos o que lo ayudemos con nuestros consejos a solucionar su problema.

Formulemos preguntas reflexivas.

Hacer preguntas es un arte en sí mismo. Requerimos una elevada capacidad empática para poder ponernos en el mundo de la otra persona y así ser capaces de comprender cómo podemos apoyar su proceso de pensamiento elevado. Debemos focalizarnos en las preguntas que vamos a hacer en lugar de en los consejos que queremos dar. Esto no quiere decir que no podemos dar un consejo, pero es mejor hacerlo con moderación y con discreción.

Una buena pregunta puede tener más impacto que un buen consejo.

7. Debemos evitar corregir.

La autocorrección es la manera más efectiva que tiene el Cerebro de memorizar una información, es decir, de aprender.

8. No debemos juzgar.

El juzgar es interpretado por el cerebro como una amenaza.

Autor: Mario Schiavelli, de nacionalidad Italiana.
Profesor de Idiomas Modernos (Inglés – Italiano – Español – Portugués).
Egresado de las universidades de Siena y Perugia, Italia.
Coach en Neuroeducación y Comunicación Interpersonal – (International Coach Federation -ICF- EEUU).
Fundador y Director de GOTEACH&COACH (UK), un proyecto multilingüe de formación y educación para docentes y alumnos con la finalidad de promover cambios eficientes y eficaces en el ámbito educativo mundial. A tal propósito, organiza, dirige y dicta conferencias, seminarios y talleres sobre Neuroeducación e Inteligencia Conversacional.
Creador de “Proyecto Icarus”, una iniciativa de promoción cultural sin fines de lucro para niños y jóvenes de áreas económicamente desfavorecidas a través de la enseñanza de idiomas y sus culturas para así lograr promover una nueva y más proactiva visión del Mundo.
Autor de “Enseñar Sin Enseñar – Manual para el nuevo Educador.”
Autor de “Conversar Sin Conversar – El poder de las Conversaciones.”
Blog: nocommenteducation.blogspot.com

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