Washington D.C. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intensificado su ofensiva comercial y económica en una nueva semana cargada de anuncios estratégicos. En una reunión de gabinete celebrada este martes en la Casa Blanca, el mandatario republicano confirmó el envío “en un par de días” de cartas arancelarias a la Unión Europea, anunció aranceles del 50% al cobre importado y anticipó gravámenes de hasta el 200% sobre productos farmacéuticos. Estas medidas se enmarcan dentro de una agresiva política proteccionista y nacionalista, bajo la consigna de “America First”.
Cobre y fármacos: blanco de nuevas tarifas
Durante su intervención, Trump declaró: “Hoy nos centraremos en el cobre”, dejando claro que este recurso estratégico será objeto de una nueva tasa del 50% para su importación. Acto seguido, agregó que próximamente se informarán nuevos aranceles, “muy altos, de alrededor del 200%”, sobre productos farmacéuticos. Aunque no se entregaron detalles sobre cuándo entrarían en vigor ni bajo qué mecanismos operarán estas tarifas, se espera que entren en vigencia a partir del 1 de agosto de 2025, la fecha que ha fijado su administración como hito para la entrada en vigor de las nuevas políticas comerciales.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, estimó que la recaudación por estos nuevos aranceles podría superar los 300.000 millones de dólares antes de que finalice el año, lo que representa una inyección significativa a las finanzas públicas pero genera preocupación entre socios internacionales y analistas de mercados.
Cartas arancelarias: la presión diplomática como táctica
Como parte de su estrategia de presión directa, Trump comenzó esta semana el envío de cartas oficiales a líderes de 14 países, informándoles de los aranceles que se impondrán a sus productos a partir del 1 de agosto. Las tasas oscilan entre el 25% —como en el caso de Japón, Corea del Sur y Túnez— y el 40%, como ocurre con Laos y Myanmar. Camboya y Tailandia enfrentarán tarifas del 36%.
La misiva dirigida a los mandatarios tiene un mensaje común: advertencia sobre los “déficits comerciales” y una invitación a integrarse a la “extraordinaria economía estadounidense” siempre que acepten condiciones de intercambio “recíprocas”. En caso contrario, las represalias serán dobles: cualquier gravamen que se imponga a productos estadounidenses se verá respondido con una tarifa equivalente, adicional a las ya anunciadas.
Trump también anticipó que la Unión Europea recibirá próximamente su carta, en lo que describió como parte de un esfuerzo por acelerar acuerdos. “Estamos hablando con ellos, y nos están tratando amablemente, después de años de ser terribles con nosotros”, afirmó el presidente, aunque reconoció que la fecha del 1 de agosto “no es fija al 100%”.
Amenaza al bloque BRICS y veto a tierras agrícolas
En línea con su retórica anti-China, Trump anunció que se estudia la imposición de un arancel adicional del 10% a los países que se alineen con el bloque BRICS, lo que podría afectar gravemente a países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, entre otros aspirantes como Argentina o Irán.
Por otra parte, la secretaria del Departamento de Agricultura, Brooke Rollins, informó que Estados Unidos prohibirá la compra de tierras agrícolas por parte de inversionistas de “países enemigos”, específicamente mencionando a China, Rusia e Irán. En una conferencia de prensa conjunta con los secretarios de Defensa y Seguridad Nacional, justificó la medida por razones de “seguridad nacional y alimentaria”.
Rollins detalló que actualmente los ciudadanos o empresas chinas poseen aproximadamente 107.000 hectáreas de tierras agrícolas en Estados Unidos, siendo la mitad de ellas propiedad de Smithfield Foods, empresa adquirida en 2013 por el grupo chino WH Group. En 2021, el total ascendía a unas 384.000 acres, lo que encendió las alarmas del gobierno estadounidense.
Impacto en el comercio global y clima de incertidumbre
Las medidas anunciadas han tenido repercusiones inmediatas en los mercados financieros, que acusan el golpe de un escenario comercial crecientemente inestable. Las empresas exportadoras se preparan para enfrentar mayores costos de entrada al mercado estadounidense, mientras que gobiernos aliados expresan su preocupación por el giro nacionalista que adopta la potencia norteamericana.
Las cartas enviadas no modifican los aranceles ya existentes, como los del 25% al aluminio, acero y automóviles, ni los acuerdos vigentes con países como Reino Unido o Vietnam. No obstante, la amenaza de nuevos aranceles y la posibilidad de modificar los tratados actuales deja la puerta abierta a una nueva escalada en la guerra comercial global.
A pesar de las reiteradas promesas de estabilidad, el propio Trump sembró dudas al declarar el lunes, durante una cena con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que la fecha del 1 de agosto “no es firme al 100%”. Sin embargo, el martes reafirmó su postura en Truth Social: “No ha habido cambios en esta fecha ni los habrá. Todo el dinero deberá pagarse a partir del 1 de agosto. No se concederán prórrogas”.
Y para concluir
El enfoque agresivo de Trump en materia comercial marca una intensificación de su doctrina económica nacionalista, cuyo impacto se extenderá tanto a las relaciones diplomáticas como a las cadenas de suministro global. Mientras Washington continúa presionando por tratados bilaterales que favorezcan sus propios términos, aumenta el riesgo de una fragmentación mayor en el comercio internacional.
En un clima de creciente tensión, la comunidad internacional observa con cautela el rumbo que tomarán los próximos pasos de la Casa Blanca, especialmente ante la posibilidad de nuevas cartas arancelarias, más países sancionados y el refuerzo de una política proteccionista que ya está transformando el panorama económico global.
Redacción | Web del Maestro CMF
Este Delincuente debe ir directo al crematorio…Con toda su generación para q se extinga y no existan más este Aliens