Los actuales test de inteligencia subestiman la capacidad de los alumnos más brillantes, aquellos cuya puntuación se sitúa a partir del percentil 95. Es la conclusión de un trabajo que ha elaborado un equipo de investigadores de la universidad, dirigido por Javier Tourón, vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativo de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
En su lugar, proponen que se aplique un test de inteligencia por encima de nivel a los alumnos españoles. Conocido en inglés como «out of level», se utiliza para identificar las habilidades de los estudiantes más brillantes y conocer en qué campos tienen más potencial.
«Todos los test tienen un efecto techo posible cuando su nivel de dificultad no es suficiente para el nivel de capacidad del sujeto evaluado», explica Javier Tourón, por lo que no permiten medir a qué nivel podrían llegar los alumnos que lo superan con una calificación sobresaliente.
Por esta razón, y para detectar los tipos de talento que estos alumnos ostentan, los investigadores han aplicado un test de inteligencia estándar -o «in level»- a más de 3.000 estudiantes españoles. De ellos, 35 obtuvieron resultados por encima del percentil 99 en razonamiento verbal y 28 estudiantes alcanzaron ese mismo nivel en razonamiento matemático.
Los resultados muestran que los estudiantes con mayor habilidad en razonamiento verbal y matemático necesitan que se les aplique el test de nivel «out of level» diseñado para alumnos de cursos superiores. En España no existe una prueba estandarizada, por lo que los investigadores han elegido The School and College Ability Test (SCAT), creado por el profesor Julian Stanley y propiedad de la John Hopkins University.
En esta segunda prueba los alumnos señalados anteriormente obtuvieron un amplio rango de puntuaciones: desde un 35 a un 91. A los estudiantes con un 35 no pareció afectarles el efecto techo, pero sí a los que obtuvieron más de 91 en la segunda prueba: en total, 14 alumnos en habilidad verbal y 28 en habilidad matemática.
«La medida ‘out of level’ despeja las dudas del posible efecto de techo. Es importante porque del grado de capacidad dependerán las respuestas educativas que podamos ofrecer», afirma Javier Tourón.
Los estudiantes que obtienen la misma nota en un test normal logranpuntuaciones muy diferentes en un test para niveles elevados. Para unos puede ser más interesante un programa de enriquecimiento y para otros un programa avanzado en una asignatura, por lo que es primordial conocer sus fortalezas y debilidades en áreas como el razonamiento verbal y el matemático.
A la luz de los datos obtenidos en esta y otras investigaciones, Tourón defiende que la escuela no debería organizarse por edades sino por competencias. «No se trata de romper la estructura actual de la escuela totalmente, pero sí la del currículo para permitir que cada alumno avance a su velocidad óptima», explica.
Según las conclusiones del estudio, es muy importante que cada institución educativa determine la capacidad de los estudiantes y use un programa para personalizar sus itinerarios. Toda una garantía de que apuesta de verdad por el desarrollo del talento.
Además, los investigadores afirman que «el modelo ‘Talent Search’ desarrollado por el profesor Stanley ha resultado ser una herramienta efectiva en la detección de gente joven con altas capacidades». Su objetivo al crear este modelo era animar a los estudiantes a que puedan desarrollar todo su potencial.
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