La motivación del docente es clave para una política educativa de calidad. Los expertos aseguran que lograr excelentes resultados en el sistema educativo depende de tener un profesorado preparado y motivado.
Hemos detenido en 5 aspectos que pueden mejorar en la sociedad para que el sector educativo tenga más motivación.
Compartimos la siguiente entrada del portal “Motivación y más” escrito por Adrián Díaz-Caneja con fines únicamente educativos – pastorales.
¿Qué hace falta para motivar a los profesores?
1. RECONOCIMIENTO SOCIAL
Entre la mayoría de los profesores consultados hay consenso, lo primero que se necesita para que el sector educativo esté más motivado es aumentar su reconocimiento social. Hace años, aseguran, el maestro tenía mucho más peso.
Silvia Izquierdo es profesora interina de lengua extranjera en el sistema público. Asegura que si la sociedad no valora el trabajo que desarrollan, la labor educativa se traba. Miguel Ángel Baile, diplomado en magisterio musical, sugiere seguir el ejemplo de países como Finlandia. Es decir, tener al profesor como “una figura de autoridad, para fomentar el respeto social y el respeto que reciben en el ámbito educativo”.
Ese reconocimiento social es algo que debe empezar en el propio centro. Así lo asegura Isabel Rubín de Celís, profesora de primaria en un centro público. Tras 23 años de labor docente, Isabel considera que el equipo directivo del colegio o instituto tiene que hacer que el profesor “note que está realizando bien su labor”.
2. CONFIANZA EN SU LABOR
Lucía Villegas es profesora de lengua extranjera en educación secundaria. Realiza su labor en un centro privado y reclama “abandonar los prejuicios sobre que los profesores no trabajan y están poco cualificados”. Cree que la sociedad debe tener más seguridad en su labor: “si no se desconfía del ingeniero que está diseñando una obra, ¿por qué sí del que da clases en un colegio?”.
Isabel Rubín de Celis asegura que hay que concienciarse de que los profesores buscan lo mejor para sus alumnos y que les satisface ver a un niño avanzar en el instituto o la universidad. En esa línea Villegas añade que “lo que hace el profesor es siempre por el bien del alumno”.
3. APOYO DESDE LA FAMILIA
Isabel echa de menos una posición más cercana por parte de las familias, que no se vea al profesor “como el enemigo”, ya que la labor educativa es algo compartido por padres y maestros. Y matiza “no se trata sólo de que no nos quiten la razón, si no de que vean que queremos lo mejor para nuestros alumnos igual que ellos lo quieren como padres”.
Se busca una participación activa de las familias “para que el trabajo del profesor no sea aislado.
En este sentido Miguel Ángel Baile exige una participación activa de las familias “para que el trabajo del profesor no sea aislado”. Dentro de esa implicación, Silvia Izquierdo apunta algo tan sencillo como que los adultos no critiquen las decisiones de los maestros delante de los niños. Así, dice, se evitan gran parte de las faltas de respeto exige una participación activa de las familias “para que el trabajo del profesor no sea aislado” que los menores podrían cometer.
Ente esas críticas hay que hablar de los recortes. Izquierdo se queja de que son muchos los que malinterpretan las reivindicaciones del profesorado. Explica que no sólo protestan por sus condiciones salariales, sino por “los derechos de la escuela, algo que revierte en sus hijos, sobrinos…”.
4. NO A LOS CAMBIOS LEGISLATIVOS
José Esturillo es diplomado en magisterio musical y ha trabajado con menores durante años. Para una mayor motivación del profesorado exige que se logre “un consenso político y social a la hora de elaborar las leyes educativas, no modificándolas cada vez que haya un cambio de gobierno”.
Hay que mejorar las condiciones como el ratio de alumnos por profesor o el apoyo a niños con necesidades educativas especiales.
5. MEJORAR CONDICIONES LABORALES
Silvia Izquierdo y Miguel Ángel Baile piden una mejora de estas condiciones, pero no sólo hablan de sueldo. Sino del ratio de alumnos que hay por cada profesor o del apoyo a niños con necesidades educativas especiales. No poder atender debidamente a estos últimos por la falta de medios les perjudica a ellos y, por ende, a la sociedad futura.
Por su parte, Isabel Rubín de Celís reclama una mayor atención, económica y de reconocimiento, a la formación de los profesores y a las actividades extra que puedan realizar. Aclara que si ella quisiera “hacer un proyecto de investigación” le sería complicado. Y cuenta como la formación que realiza siempre tiene que ser fuera del horario laboral. Algo que no ocurre en muchos sectores y empresas.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Motivación y Más en la siguiente dirección: motivacionymas.com
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