Educar en el siglo XXI es una tarea cada vez más desafiante. Y es que actualmente no basta con limitarse a escuchar, leer y llevar a cabo ejercicios de rutina, sino más bien a ejercitar las habilidades a través de la investigación, el debate y la observación desde puntos de vista divergentes.
El éxito de un aprendizaje efectivo depende en gran medida de la organización del docente al momento de poner en práctica la metodología didáctica.
Todo proceso de enseñanza requiere planificación y una selección minuciosa de recursos adicionales en correlación con los contenidos curriculares. El norte de un docente no debe ser que los estudiantes aprendan muchos conocimientos, sino que lo que aprendan lo puedan aplicar en la sociedad, es decir, prepararlos para la vida y para el mundo laboral.
Lograr un aprendizaje efectivo requiere que el maestro tenga en consideración aspectos como el contenido, el proceso, la evaluación y el ambiente. Asimismo, aplicar diversos métodos de enseñanza. Algunos componentes para lograr que los procedimientos didácticos tengan éxito son:
1. Conocer las fortalezas y debilidades de los alumnos
Identificar cuáles son las fortalezas y/o debilidades académicas de los estudiantes es necesario para determinar cuán cerca se encuentra del nivel de desempeño esperado. De esta manera, el docente puede trazar un plan estratégico de enseñanza que se pueda adecuar a las necesidades particulares de cada uno de ellos.
El maestro realizará el diagnóstico mediante una prueba que mida las destrezas del grado. La prueba se debe administrar en tres ocasiones: al inicio, a mediados y al final del año escolar. La tabulación de dichas pruebas arrojará una idea del progreso académico de los estudiantes.
2. Pertinencia del currículo para un aprendizaje exitoso
Cada institución educativa cuenta con un contenido curricular, no obstante, hay que reconocer que la comunidad y el entorno social en cada escuela es muy distinta. Así que, el docente, sin dejar a un lado el contenido curricular de la institución, puede enriquecerlo con actividades y recursos didácticos adicionales que se ajusten a las condiciones sociales y culturales de la comunidad a la que pertenece.
Estructurar y adaptar el currículo, así como atemperar la enseñanza a la realidad social del estudiante, genera interés en el aprendizaje. Cuando el docente aplica diferentes prácticas pedagógicas permite que el alumno pueda construir proyectos de vida social, cultural y académico cumpliendo con el paradigma educativo.
3. Una buena planificación
El éxito de la enseñanza es la planificación. Para lograr que se cumplan los objetivos un buen docente se formula las siguientes preguntas: ¿qué quiero que aprendan los estudiantes?, ¿para qué quiero que lo aprendan?, ¿cómo los estudiantes aprenden mejor?, ¿qué estrategias o actividades voy a utilizar?, ¿con qué recursos cuento? y ¿cómo los pienso evaluar de forma justa, equitativa y certera?
Cuando se formulan estas preguntas se estructura un mapa temático de actividades, estrategias y objetivos, a la vez que se imparte una instrucción diferenciada. La planificación debe ser flexible y rica en recursos que permitan el cumplimiento de los objetivos trazados y un aprendizaje exitoso.
4. Integración de la tecnología para un aprendizaje exitoso
En una era donde la tecnología juega un rol importante, si queremos lograr que la enseñanza sea eficaz, el aprendizaje debe ser activo y dinámico. El uso de la tecnología incrementa la autonomía del estudiante en el proceso de enseñanza mientras construye su propio aprendizaje, convirtiendo al maestro en mentor y facilitador.
Las herramientas digitales y aplicaciones educativas hacen de la enseñanza una más divertida e interactiva. Los estudiantes se sienten motivados y su participación en clase es dinámica. Hay infinidad de recursos innovadores que están al alcance de los maestros, desde crear cuentos, vídeos, ejercicios matemáticos, pruebas, entre otros, que pueden hacer de la sala de clases un espacio lúdico donde el alcance de aprendizaje es superior a la enseñanza tradicional.
4 habilidades necesarias para un aprendizaje efectivo
De acuerdo a Charles Fadel, quien estuvo en Chile presentando su libro “Educación en cuatro dimensiones” en el marco de un evento organizado por Fundación Chile, “un enfoque constructivo del aprendizaje enfatiza y fomenta los aspectos sociales (actitudes) del aprendizaje, y el aspecto de las habilidades creativas”.
En ese sentido, y según el experto en educación global, existirían 4 habilidades necesarias para un aprendizaje efectivo y que te detallamos a continuación.
1. Creatividad
Las actividades que comprometen la creatividad son extremadamente satisfactorias. De acuerdo con Mihaly Csikszentmihalyi, “la mayoría de las cosas que nos parecen interesantes, importantes y humanas, son fruto de la creatividad”.
De un modo general, la enseñanza para la creatividad es complementaria con la enseñanza de contenidos. El aprendizaje abierto, basado en problemas, probablemente alentará más a los estudiantes a pensar creativamente que los ejercicios de papel y lápiz en los cuales sólo hay una respuesta correcta.
2. Pensamiento crítico
La enseñanza del pensamiento crítico puede ocurrir de muchas formas, desde un currículo dedicado a la identificación y práctica de los componentes necesarios para las habilidades críticas, hasta proyectos que involucren la interpretación de información, el análisis de las partes y del todo, la síntesis, la evaluación de evidencia, la adopción de diferentes perspectivas, la identificación de patrones y el discernimiento de ideas abstractas.
A menudo la enseñanza del pensamiento crítico está ligada al desarrollo de hábitos mentales reflexivos o metacognitivos, ya que uno puede apoyar y reforzar al otro . El reto principal es la aplicación exitosa de habilidades del pensamiento crítico en contextos diferentes de aquellos en que fueron aprendidas.
3. Comunicación
En la era digital de hoy, las habilidades de la comunicación han pasado a ser tanto más importantes como más variadas. Los académicos han notado que agregar un énfasis en la cultura de medios a los tradicionales objetivos de alfabetismo de lectura y redacción, tiene el potencial de aumentar el aprendizaje al hacer las prácticas del alfabetismo relevantes para las culturas y formas de conocimiento de origen de los estudiantes; dar cabida a diferentes estilos de aprendizaje y satisfacer las necesidades de los estudiantes multiculturales; y desarrollar la creatividad, la autoexpresión, el trabajo en equipo y las habilidades laborales”.
4. Colaboración
Varias tácticas han demostrado ser efectivas para la enseñanza de habilidades de colaboración en la sala de clases, tales como; establecer acuerdos grupales y fórmulas de rendición de cuentas para las tareas asignadas; enseñar a escuchar permite la creación de un espacio donde las ideas pueden ser compartidas, recibidas y aplicadas; enseñar el arte de hacer buenas preguntas, en particular preguntas abiertas y estimuladoras del pensamiento, facilita la expansión; practicar y demostrar las habilidades de negociación es útil en cualquier situación de colaboración.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Vista en la siguiente dirección: vhlblog.vistahigherlearning.com
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