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El silencio como recurso para el aprendizaje

Algunos opinan que el silencio enseña el valor de las palabras, ayuda a recordar y reconectarse con uno mismo, a encontrar la paz en medio de los desafíos y pruebas de la vida, nos enseña a abrazar la compasión, el amor, la humildad y la comprensión, a conocer mejor a los otros y amarlos como son, a encontrar la sabiduría que nos dice qué puente cruzar y qué puente quemar. ¿Qué tal si lo enseñamos en la escuela (y en la casa)?

Para valorar y desear el silencio como un recurso de aprendizaje, quizá es importante recordar la frase “nadie ama lo que no conoce” y el Libro X de San Agustín: “… nadie puede amar una cosa por completo ignorada, examinemos con diligencia de qué naturaleza es el amor de los estudiantes; es decir, de los que no saben, pero desean saber. […] Ningún hombre estudioso, ningún curioso ama lo desconocido, ni aun en la hipótesis de insistir con ardor en conocer lo que ignora”. Y por eso compartimos algunas “pinceladas” para valorar y educar en la importancia del silencio como camino de un aprendizaje más reflexivo y deseado. EL AMOR EN UN ALMA ESTUDIOSA, ES DECIR, QUE DESEA SABER, NO ES AMOR DE LO DESCONOCIDO.

Hacer y pedir a nuestros estudiantes silencio en el aula no es tan fácil, resulta (a veces) incómodo para algunos, comienza el aburrimiento, los propios pensamientos no son (en algunos casos) soportados o bien aceptados. “Sin embargo, una de las claves del silencio es reconocer que, como la mayoría de las cosas que son buenas para nosotros, es difícil al principio, pero se vuelve más fácil con el tiempo. Pero, ¿nos educan para encontrar ese silencio enriquecedor? o quizá nos enseñan a practicar el silencio nocivo, egoísta, indiferente, aséptico, … para no comprometer nuestro prestigio y no ejercer nuestra libertad, como bien expresó Martin Luther King, Jr: “Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos”.

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En la pedagogía de María Montessori existe un juego, que pretende ayudar a los niños a mejorar la concentración, la paciencia y la empatía. Se llama Juego del silencio, que no se utiliza para que el niño reflexione sobre lo que hizo mal. Es sólo un método de relajación que aporta beneficios: mejorar la concentración, desarrolla la disciplina interna, mejora el autocontrol, ejercita la paciencia, enseña a ser tolerantes y respetuosos, a desarrollar el pensamiento crítico, mejorar la percepción auditiva y practicar el trabajo en equipo. EL JUEGO DEL SILENCIO DE MONTESSORI PARA LOS NIÑOS.

Frases de la Vida ha colgado un video en YouTube, con pensamientos sobre el silencio y su importancia. Lo compartimos por motivos únicamente educativos. Quizá nos sirva a nosotros y también podrían ser compartidos con nuestros estudiantes.

20 FRASES SOBRE EL SILENCIO PARA APRENDER A VALORARLO (04´08”)

El profesor y periodista salesiano, Álvaro Ginel Vielva, está convencido que “el silencio no es asignatura en la escuela... La escuela del silencio es la vida, el propio proceso personal de crecimiento. Si quieres crecer y madurar, tienes que hacer silencio a partir de la vida, de la propia vida y de la vida de los demás…” […] “Hay un silencio que educa, es decir, que te hace sacar lo mejor que hay en dentro de ti. Hay un silencio que hace camino hacia donde sólo se puede ir sin palabras. Las mejores palabras no son las que aprendemos fuera, sino las que brotan de dentro, las que ya están ahí, dentro de ti, esperando la oportunidad de ser pronunciadas. Hay palabras exteriores que ahogan la palabra interior. Callar, no decir palabras, no hacer ruido es sólo un entorno para ir al silencio y dejar que suene la palabra que te habita. […] está dentro de ti, como en gestación. El silencio es siempre encuentro, nacimiento, palabra. Somos manantial. Somos palabra. […] No callas para no tener palabra. Callas para escuchar, en el silencio, la palabra, la tuya y la que te habita desde el inicio y es más íntima que tú mismo. O, si quieres, callas para pronunciarte”. Y nos dice, a los educadores, tanto padres de familia como profesores:

  • “Tú tienes en las manos una posibilidad de educar a los niños y adolescentes en el silencio. Tú, si quieres, puedes ejercitarles en el uso de la llave que abre la puerta del silencio personal.
  • Tú eres necesario para que el otro haga su camino de silencio hacia el tesoro que está oculto en él mismo.
  • Tú eres necesario porque el camino del silencio es difícil, largo, lleno de peligros. Las realidades más profundas se desvelan muy lentamente y tras un esfuerzo personal perseverante. El silencio está siempre amenazado: miedos, cansancio, proceso largo, desorientación, aceptación o rechazo de lo que uno se encuentre en el camino…
  • Tú eres necesario. Tú tienes en tu mano muchas pequeñas cosas para poner en camino y hacer caminar” a la práctica y deseo de hacer silencio para aprender.

RECURSOS DOCENTES PARA PRACTICAR EL SILENCIO EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA – APRENDIZAJE:

  • Haga preguntas y deje tiempo para las respuestas. Hay respuestas que sólo son verdad si no se dan en el acto.
  • Proponga preguntas, espere la respuesta, pero no olvide la pregunta Recuérdela. Una cosa es exigir respuesta inmediata y otra olvidar y abandonar la pregunta. Si abandona la pregunta, quizás no estaba convencido de que era pregunta fundamental.
  • Ayude a callar y calla. No lo diga todo. Es imposible. Además, lo más importante es su aportación para que el otro le diga su verdad. No llene el espacio de palabras. Haga gestos. Deje silencios. Es posible que no le entiendan al principio. No le entenderán jamás si descubren que su silencio está vacío. Pero si perciben que, después del silencio, al menos Usted tiene palabras nacida en el silencio, aprenderán a callar y palparán la riqueza del silencio.
  • No permita la palabrería. Detenga la conversación, la discusión, el diálogo cuando algo importante suena y se pronuncia. Diga: «Silencio, por favor. Vamos a dejar que cale en nosotros esta palabra. No todo es igual. Hay palabras que están cargadas de vida y hay que dejar que la vida nos empape».
  • Ayude a que salga la palabra personal. Demuestre su desacuerdo cuando escuche «palabras hechas», «palabras rutinarias», «palabras que no dicen nada» …
  • Pregunte: «Esto que dices, ¿es tuyo, te sale del corazón o es el ‘disco’ que te han metido dentro y ahora has puesto? Yo no quiero hablar con discos ni con grabadoras. A mí me gusta hablar con personas… Yo quiero hablar contigo. Yo quiero tu palabra».
  • Abre a la admiración, a lo bello, a la contemplación, a lo diferente… “

Con mayor amplitud puede Usted encontrar estas recomendaciones en: EDUCAR EN EL SILENCIO.

En el último Sínodo Panamazónico (octubre 2019), el Papa Francisco recomendó a todos los asistentes el silencio, para que se reflexionara personalmente sobre lo escuchado; a diferencia de algunos congresos, simposiums, conferencias, charlas, … en los cuales el “cofee break” es esperado con ansiedad para la socialización, intercambio de opiniones, responder los mensajes del móvil o celular, … (entre otros motivos), luego de estar escuchando un buen (o largo) rato las exposiciones. … ¿Qué se pretendió conseguir con el silencio en esa reunión tan rica en expositores, experiencias, lenguas y tecnología? Principalmente poder discernir personalmente.

Y para discernir hay que emplear -como base- la inteligencia, y eso ayuda mucho para tener:

  • Un mayor aprecio a lo que han dicho otras personas.
  • Un mayor sentido de empatía entre los miembros del grupo.
  • Un mayor grado de responsabilidad al intervenir.
  • Una actitud de mayor escucha.
  • Un aprovechamiento superior del tiempo puesto que, como todo el mundo sabe, cuanto más ruido hay en una reunión, más tiempo se pierde y menos efectiva es. Con este pequeño momento de silencio, se gana en efectividad del momento de la palabra y de la toma de decisiones.
  • Una mayor gratificación para quien habla, ya que ve que su aportación es tenida en cuenta.
  • Una toma de decisiones más contrastada y, por lo tanto, más prudente.

Si ustedes son admiradores de Sherlock Holmes, recordarán lo que el famoso investigador le dice al doctor Watson en una de las novelas:

“Tiene usted un gran don para el silencio, Watson. Lo hace muy valioso como compañero”.

Es bueno aclarar que este sugerido silencio en las reuniones de trabajo – del Sínodo- “no está reñido con el movimiento corporal para levantarse, estirar las piernas -la circulación oxigena el cerebro-, respirar aire fresco y tomar un café”.

Con mayor amplitud puede Usted conocer esta experiencia en APLICA EN TUS REUNIONES DE TRABAJO ESTA DINÁMICA DEL PAPA FRANCISCO.

“Yo siempre he amado el desierto. Uno puede sentarse sobre una duna de arena. No ve nada. No escucha nada. Y, sin embargo, siempre hay algo que brilla en el silencio” (Antoine de Saint-Exupéry).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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