En Puerto Rico el sistema educativo es semejante al de Estados Unidos de Norteamérica; existen las escuelas públicas que están gestionadas por el Departamento de Educación del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y las escuelas privadas.
Sin embargo, la crisis económica y social que atraviesa actualmente la “Isla del encanto”, afecta la también la educación. “Los servicios públicos, de los que dependen sobre todo los sectores más vulnerables de la sociedad, se deterioran y se reducen cada día más”, asegura el Portal de la Fundación Por un País Mejor.
Dania García Lebrón al resumir el foro “Retos, controversias y alternativas para una educación de excelencia” (2015), encuentra que los ponentes coinciden en que los mayores desafíos de la educación en Puerto Rico son la falta de autoestima de los estudiantes, la desmotivación docente y el repensar el rol de los profesores, entre otros. Ninguno toca el tema de la economía y menos sobre el cierre de escuelas, pero poco tiempo después la Junta de Supervisión Fiscal, ente federal encargado de administrar las finanzas de la isla, avisó al Departamento de Educación la reducción de 1.000 millones de dólares de su presupuesto. Luego de una evaluación, y en los cuales el departamento de Educación consultó a directores, maestros y padres; se tomó la decisión de cerrar algunas escuelas, al finalizar este año escolar, como parte de rediseño del sistema público de enseñanza, y para mejorar el uso de los recursos económicos.
Y es así como, coincidiendo con la celebración del Día del Maestro, luego de tres meses de evaluación, informó la titular del Departamento de Educación, Julia Keleher, que se había tomado la decisión que de las 1.297 escuelas públicas se cerrarán 184. Esta medida permitirá un ahorro de más de 7 millones de dólares anuales en el presupuesto nacional, con la necesaria reubicación de alrededor de 27.000 estudiantes, según informó CNN Español y Primera Hora. Además, Keleher declaró que el Departamento de Educación no era una agencia de empleos y si tenía maestros que realmente no necesitaba, “entonces deberé bajarlos de la nómina”.
El profesor y economista Nicolás Muñoz recomendó como “una de las acciones necesarias del Departamento de Educación de Puerto Rico para el año 2017”, el reducir el número de escuelas, consolidando los centros de enseñanza, para reducir parte de los gastos operacionales. El número de personal administrativo es igual al de personal docente. “Los planteles sobrantes pueden ser modificados para alquiler a otras operaciones de la economía y utilizar la renta devengada para fortalecer las finanzas del sistema educativo de la región donde está ubicada la escuela”, pero a la vez se afirmó que se necesita:
- una real descentralización que facilite “los lineamientos de currículos y estándares que sirvan de guía y dejar la ejecución al nivel local”;
- tener la posibilidad de incorporar los mejores profesores e igualar salarios con otras ocupaciones de alta demanda para los mejores graduados;
- crear programas de mejoramiento profesional, sistemas de evaluación de maestros; programas de mentoria y desarrollo profesional on line para los maestros;
- digitalizar el proceso de enseñanza, buscando maestros que sean lo más cercano posible a “digital native”;
- re-diseñar las escalas de salarios y los requerimientos de destrezas de los nuevos maestros;
- crear una nueva mística hacia las ciencias y las matemáticas, que permita entender su utilidad;
- compromiso real de los padres en la enseñanza de los hijos;
- el apoyo de la comunidad al maestro en la disciplina en la escuela; y
- profesionalizar la gerencia de escuelas.
¿Qué opina de la propuesta de Muñoz? ¿Es una buena política educativa cerrar escuelas por una crisis económica? Recomendamos leer el artículo, que es fuente de nuestra afirmación precedente: POR QUÉ LOS ESTUDIANTES DE PUERTO RICO ESTÁN EN LAS ÚLTIMAS POSICIONES DE APRENDIZAJE A NIVEL MUNDIAL.
Patricia Sulbarán Lovera, ha publicado en BBC Mundo, un artículo muy interesante sobre este acontecimiento, está cuidadosamente redactado, y que, (según mi opinión), nos permitirá reflexionar cómo (en algunos lugares) de América Latina se exige la construcción de centros educativos y en Puerto Rico se cierran.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF