El liderazgo en una comunidad educativa, no sólo la ejerce quien ocupa el más alto cargo de responsabilidad, sino también los profesores. Y quizá sea el liderazgo del profesor el que mayor influencia tiene en los estudiantes, por su relación ordinaria.
Al líder educativo se le exige que esté profundamente preparado y convencido que debe de ser ejemplar, es empático, sabe escuchar, sabe ilusionar, se adelanta; lidera desde dentro del equipo; sabe solucionar conflictos con la autoridad; hablar con verdad y conducir a la Verdad; … “Sus obras no desmienten sus palabras”, sostiene la Doctora en Filosofía y Experta en Dirección de Equipos Directivos en el ámbito educativo, Olympia Mozo Seoane, quien también asesora la Plataforma “Mejora tu Escuela Pública”.
La Doctora Olimpia Mozo ofreció una entrevista, que publica el Portal EDUCACIÓN PRESS, Información Educativa Digital; y que nosotros compartimos (parte de ella), por motivos únicamente educativos – pastorales, y animados porque complementa otras publicaciones de la Web del Maestro CMF, sobre liderazgo educativo y el modelo “industrial”, así como el modo de evaluar el servicio educativo desde parámetros de calidad usados para las empresas (aunque se maquillen algunas acciones).
Quien lidere una institución educativa debe de ser “buena persona y buen profesional”. “Si un profesor no sabe querer y no sabe exigir yo le pediría que se dedicase a otro oficio o que aprendiese éste. Nos jugamos mucho en ello: el futuro de la sociedad”, afirma la Doctora Olympia. Además de un buen liderazgo, hay que saber enseñar a poner en común los conocimientos, a “manejar” la cabeza y el corazón, a pensar y a querer, porque en la escuela “el cliente no siempre tiene la razón”; hay que saber moldear al alumno; “saber sacar lo mejor de cada uno, ver qué talento tiene dentro y todo esto, aunque cuesta mucho, no se puede pagar totalmente con dinero”, como si lo hace un producto fabril.
“P: ¿CÓMO SE CONSIGUE DESDE BIEN TEMPRANO, EN LA ESCUELA, A LIDERAR, INFLUIR Y MOTIVAR EQUIPOS DE TRABAJO?
OLYMPIA MOZO SEOANE: Se puede conseguir, en primer lugar, con el ejemplo. El alumno “bebe” de lo que ve en sus educadores, padres y profesores. Si ve que en su escuela, instituto o colegio se trabaja en equipo eso va calando en su mentalidad y forjando su personalidad en ese sentido. En segundo lugar, en la medida en que en cada materia y según los contenidos se utiliza la técnica de trabajar en equipo, el alumno la va incorporando a su quehacer. Y, en tercer lugar, a partir de una cierta edad, 13-14 años, mediante los Consejos de Curso, un grupo de alumnos elegidos por sus compañeros, como “brazos largos” del tutor de grupo, ayudan a dirigir el equipo, gestionar las cuestiones que se presenten en el día a día, detectar los casos de acoso, seguir el rendimiento académico de sus compañeros etc. son una auténtica forja de líderes, base del auténtico trabajo en equipo.
P: MUCHOS CENTROS Y COLEGIOS SE REFIEREN A ÉSTOS COMO EMPRESAS, PERO ESTO CONVERTIRÍA A SUS PROPIOS ALUMNOS EN PRODUCTOS, ¿QUÉ LE PARECE QUE UNA ESCUELA SEA CONSIDERADA COMO UNA EMPRESA?
OLYMPIA MOZO SEOANE: De entrada, no me gusta esta terminología; si no se explica: claro que un colegio es una empresa, en el sentido de una organización; pero es una empresa EDUCATIVA donde el producto es algo intangible; una persona, y por lo tanto difícilmente medible. Aquí el cliente no siempre tiene la razón; hay que saber moldearlo; saber sacar lo mejor de cada uno, ver qué talento tiene dentro y todo esto, aunque cuesta mucho, no se puede pagar totalmente con dinero. No hay dinero en el mundo que pague lo que hace un buen educador.
P: EN LA MISMA LÍNEA, ¿QUÉ DIFERENCIA HAY ENTRE DIRIGIR UNA EMPRESA O UN CENTRO EDUCATIVO?
OLYMPIA MOZO SEOANE: Según algún estudio que se ha hecho, un hospital es la empresa más difícil de dirigir; en segundo lugar, estaría un colegio. En otro sentido se puede equiparar empresa y centro educativo: en el sentido de que son organizaciones inteligentes constituidas por personas. Y el núcleo está en la dirección de personas; dirigir es dirigir personas; se dirigen las personas y se gestionan las cosas. Pero la empresa educativa “vende”, como he dicho antes, “intangibles”; por eso es necesario plantear muy bien qué personas acceden a la educación; qué personas pueden ser educadores, auténticos educadores que tienen en sus manos el futuro de la sociedad. Ahí tenemos un reto. Ojalá los políticos que se están planteando el posible pacto educativo vean claro que la clave de un centro educativo son los profesores y la “llave” que puede mejorar esa clave son los Equipos Directivos; acceso a la educación y acceso a la dirección de centros educativos, dos grandes retos que tenemos por delante”.
“El mundo nunca había cambiado tan rápido como ahora. Nuestra mayor esperanza de cara al futuro es desarrollar un nuevo paradigma de la capacidad para llegar a una nueva dimensión de la existencia humana. Necesitamos propagar una nueva apreciación de la importancia de cultivar el talento y comprender que este se expresa de forma diferente en cada individuo” (Robinson, K. y Aronica, L. (2009), “El Elemento” (Barcelona).
Sugerimos completar nuestra publicación con: ENTREVISTA A OLYMPIA MOZO, EXPERTA EN EQUIPOS DIRECTIVOS EN ÁMBITOS EDUCATIVOS, “SI NO SE SABE OBEDECER TAMPOCO SE SABE MANDAR”, fuente de nuestra publicación.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF