La Doctora en Psicología, Especialista en Psicología Clínica, Maite Garaigordobil es Catedrática de Evaluación y Diagnóstico Psicológicos en la Facultad de Psicología de la Universidad del País Vasco (España). Ha escrito 31 libros, 65 capítulos de libros y 170 artículos de investigación. Por el tema que toca, tan frecuente en todos los niveles escolares, nos permitimos compartir con Ustedes, por razones únicamente educativas y de formación permanente, cuatro preguntas y (partes de) su respuesta (algunos resaltados son nuestros), publicadas en la entrevista que le hiciera (07/11/2018) el portal especializado en educación y formación educaweb.
La Doctora Garaigordobil dedica mucho de su trabajo educativo en torno a la investigación sobre temas relacionados con la intervención psicológica en contextos clínicos y educativos, así como con el desarrollo de instrumentos de evaluación psicológica para niños, adolescentes y adultos. Resaltamos su propuesta del programa Cyberprogram 2.0, que propone una intervención “para prevenir y reducir el bullying y cyberbullying durante la adolescencia”. Si alguno de Ustedes está interesado le recomendamos visualizar este video, con una información básica:
PROGRAMA DE INTERVENCIÓN PARA PREVENIR Y REDUCIR EL CYBERBULLYING (VIDEO 2´36”)
ALGUNOS ESTUDIOS REVELAN QUE LOS CASOS DE ACOSO ESCOLAR COMIENZAN A PRESENTARSE DESDE EDADES TEMPRANAS, INCLUSO DESDE EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMARIA ¿POR QUÉ CREE QUE SUCEDE?
“…en Educación Infantil ya aparecen algunas conductas agresivas que se repiten con cierta frecuencia hacia un compañero o compañera concreto. Aunque aún no podemos hablar de bullying propiamente dicho, porque no cumple los criterios de la definición aceptada de este fenómeno. Con cierta frecuencia podemos ver desde edades tempranas las raíces de la conducta de los futuros agresores y víctimas.
[…] ¿Por qué sucede? Los estudios confirman que la conducta violenta es compleja y está determinada por muchos factores culturales, familiares, escolares y personales. Culturales: Familiares: desestructuradas (no aportan cuidado y afecto, hay abandono, maltrato y abuso hacia los hijos, usan estilos educativos autoritarios, agresivos-punitivos) y familias muy permisivas (con disciplina inconsistente, donde no hay normas estables). Escolares: Algunos factores escolares aumentan la probabilidad de que la conducta violenta aparezca, por ejemplo, que en el centro escolar no se trasmitan valores sociales y morales positivos o no se sancionen las conductas violentas, sexistas, racistas. Personalidad: Algunas características de la personalidad (baja empatía, alta impulsividad, dificultades de control de la ira, baja tolerancia a la frustración…) pueden promover con mayor probabilidad la conducta violenta, antisocial. […] para prevenirla habría que llevar a cabo acciones coordinadamente desde la sociedad, la escuela y la familia”.
PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR DESDE EDADES TEMPRANAS ¿PUEDE AYUDAR A QUE ESTE PROBLEMA NO SE PRESENTE MÁS ADELANTE? ¿POR QUÉ?
“Sí, sin ninguna duda, la prevención es la clave, hay que educar en la convivencia para prevenir la violencia. Cuando desde la escuela y la familia se estimulan valores sociales y morales positivos (paz, solidaridad, igualdad, dialogo, tolerancia…), la probabilidad de que la conducta violenta aparezca se reduce significativamente, al tiempo que aumentan las conductas prosociales de ayuda y cooperación”.
Le sugerimos leer nuestra publicación anterior: SE NECESITA PONER MÁS RECURSOS PARA LA PREVENCIÓN DEL ACOSO ESCOLAR, UNA PLANIFICACIÓN MÁS SISTEMÁTICA DE CÓMO EVITAR LA SITUACIÓN
¿CUÁL SERÍA LA FORMACIÓN ADECUADA PARA PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR EN EDADES TEMPRANAS Y A QUIÉNES DEBERÍA ESTAR DIRIGIDA ESPECIALMENTE?
“Para prevenir el acoso en edades tempranas (Educación Infantil y Primaria), es importante formar a las familias y al profesorado de estos grupos de edad. A las familias aportándoles información sobre pautas de educación parental positivas que reducen la probabilidad de que su hijo o hija se convierta en víctima y/o agresor, y también sobre pautas adecuadas de conducta cuando descubren que su hijo o hija es una víctima y/o un agresor.
La formación del profesorado podría girar en torno a la capacidad para identificar-evaluar estas conductas, y la competencia para implementar programas preventivos que desarrollan competencias sociales y emocionales, y programas antibullying en las aulas.
En la escuela, la formación a los profesionales de la Psicología y la Educación (profesores, psicólogos educativos…) podría girar en torno a la formación: (1) para administrar instrumentos para medir el bullying/ciberbullying con la finalidad de detectar a los estudiantes implicados y poner en marcha las estrategias de intervención necesarias para erradicar esa situación; (2) para aplicar de forma sistemática programas que fomenten el desarrollo socio-emocional en todos los cursos escolares (capacidad de comunicación, conducta prosocial, empatía, destrezas para resolver conflictos de forma positiva…); y (3) para aumentar sus propias competencias sociales y emocionales, su inteligencia emocional, participando en cursos con esta finalidad”.
¿CÓMO PUEDEN LOS PROPIOS ESTUDIANTES PREVENIR EL ACOSO ESCOLAR? ¿QUÉ TIPO DE FORMACIÓN DEBERÍAN RECIBIR Y DESDE QUE EDADES?
“[…] Por ejemplo, con los estudiantes habría que llevar a cabo actividades para analizar las graves consecuencias que tiene el acoso (bullying/ciberbullying) para todos los implicados. Las víctimas tienen sentimientos de inseguridad, soledad, tristeza, infelicidad, indefensión, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, depresión, ideación suicida, estrés, miedo, baja autoestima, falta de confianza en sí mismos, baja estabilidad emocional, sentimientos de ira y frustración, problemas físicos, trastornos del sueño, fobias, dificultades de concentración, de rendimiento académico, bajo ajuste social… y algunos, no pudiendo soportar el sufrimiento, consuman el suicidio. Y los agresores tienen mayor probabilidad de desconexión moral, falta de empatía, baja estabilidad emocional, dificultades para acatar normas, conductas antisociales-delictivas, dependencia de las tecnologías, absentismo escolar, ingesta de alcohol y drogas…. Y en algunos casos, muchos de estos efectos del acoso tanto en la víctima como en el agresor perduran a lo largo de la vida.
Así que para sensibilizar a los estudiantes frente al acoso hay que hacer con ellos actividades que les permitan tomar conciencia de las graves consecuencias que tiene quien lo sufre.
También se debe desarrollar recursos de afrontamiento a las víctimas, y a los observadores para que se movilicen en la defensa de la víctima, así como actividades que permitan reflexionar a los agresores sobre su conducta y las negativas consecuencias para él mismo”.
Finalmente les animamos a leer la entrevista completa y acceder al juego “PARA LA PREVENCIÓN DEL BULLYING Y CIBERBULLYING”, con INFORMACIÓN PARA FAMILIAS Y CENTROS EDUCATIVOS, con “dinámicas de grupos en las que los adolescentes visionan vídeos de situaciones de bullying y ciberbullying, y después analizan las causas que lo originan, los sentimientos de las víctimas, las consecuencias para todos los implicados, y las formas positivas de afrontamiento de este problema, tanto desde las víctimas como desde los observadores”. Ingrese Usted a este enlace: videojuego online de acceso gratuito, haciendo (para utilizar) click en el recuadro de ADOBE FLASH PLAYER.
“En general las propuestas que se plantean son positivas, pero no son suficientes ya que una prevalencia del bullying presencial y el ciberbullying (a través de las TIC) sigue siendo una realidad, pese a las acciones educativas que en los últimos años estamos desarrollando en las escuelas”.
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF