Multiplicaciones, ejercicios de ortografía, redacciones…
Las tareas de los niños para el verano a menudo terminan estresando más a los padres que a los pequeños. Hay profesores que directamente mandan comprar un libro para el verano. Y muchos niños terminan interrumpiendo su baño, sus carreras con amigos, su momento de relax frente a una puesta de sol, porque tienen que hacer sumas y divisiones.
Un profesor italiano de secundaria, Cesare Catá, sorprendió a niños, profesores y padres. Para el verano, sus alumnos no tendrán que rellenar hojas de frases subordinadas, ni resolver ecuaciones de lo más complejas. En verano, sus alumnos, tienen que ir cumpliendo una a una las 15 tareas que les entregó en una lista.
Tareas sencillas que a veces olvidamos, que nos enseñan tanto y que no se recogen en ningún manual escolar: tomar un helado con los abuelos mientras escuchas sus historias del pasado… Contemplar cómo una ola rompe contra las rocas o cómo juega con los párpados el primer rayo de sol.
Las 15 tareas de Cesare Catá tienen que ver con el libro sin hojas más importante, el de la vida, y son estas:
- A veces, en las mañanas, anda a caminar por la orilla del mar completamente solo: mira como la luz del sol se refleja en el agua y piensa sobre las cosas que más amas en tu vida; se feliz.
- Trata de usar algunas de las nuevas palabras que aprendimos este año: entre más cosas digas, más cosas pensarás; y cuando pienses más, serás más libre.
- Lee todo lo que puedas. Pero no porque tienes que hacerlo. Lee porque los veranos inspiran aventuras y sueños, cuando lees te sientes como golondrinas en vuelo. Lee porque es la mejor forma de rebelión que tienes (para consejos de lecturas, ven a hablar conmigo).
- Evita cosas, situaciones y personas que te hagan sentir negativo o vacío. Busca situaciones estimulantes y la compañía de amigos que te enriquezcan, te entiendan y te aprecien por como eres.
- Si te sientes triste o asustado, no te preocupes: el verano, como todas las cosas maravillosas de la vida, puede confundir nuestro espíritu. Trata de mantener un diario como una forma para describir tus sentimientos (en septiembre, si lo deseas, podemos leerlo juntos).
- Baila, sin vergüenza. En una pista de baile cerca de tu casa o solo en tu cuarto. El verano es baile y sería tonto no ser parte de ello.
- Al menos una vez, mira el amanecer. Quédate en silencio y respira. Cierra los ojos, agradece.
- Practica muchos deportes.
- Si conoces a alguien encantador, díselo a él o ella de la forma más sincera y agradecida que puedas. No importa si ella o él no lo entiende. Si esto sucede, él o ella no era la indicada, de todas formas, el verano 2015 será un tiempo dorado para los dos (si esto no resulta bien, vuelve al número 8).
- Revisa tus apuntes de clases anteriores: compara las cosas que leímos y aprendimos con las cosas que te pasaron.
- Se tan feliz como la luz del sol, tan indomable como el mar.
- No digas groserías. Se un chico educado y amable.
- Ve películas con diálogos conmovedores (en inglés si puedes) para mejorar tu competencia lingüística y tu habilidad para soñar. No dejes que la película termine con los créditos finales: vívela de nuevo mientras vives y experimentas el verano.
- En los días radiantes o las noches calurosas de verano, sueña como tu vida puede y debe ser. Durante el verano, siempre haz todo lo que puedas para no rendirte y perseguir tus sueños.
- Se bueno.
Extraído de las tareas de Cesare Catá que encargó a sus alumnos de secundaria para el verano 2015.
En la lista de deberes, él pedía “Trata de usar algunas de las nuevas palabras que aprendimos este año”, aquí hay algunas:
- Filosofía (amor por la sabiduría)
- Ágape (amor místico)
- Inconsciente
- Nostalgia
- Ontológico
- Nihilismo
- Solipsismo
- Hermenéutica
- Humanidades
- Absurdismo
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