Confiados en que somos mucho más los creemos que podemos seguir aprendiendo cada día, y que, si caminamos en el mundo de la educación, estamos convencidos que siempre podemos aprender algo nuevo; por eso compartimos una síntesis del artículo de Chema Caballero, misionero javeriano, con master de sociología en Nueva York, publicado en la edición digital de El País (España), sobre la experiencia educativa en Benin, país del continente africano, esperando sea útil para nuestra formación permanente.
Benin, es un país ubicado en el oeste de África, colonia francesa que alcanzó la independencia el 01 de agosto de 1960, con el nombre de República de Dahomey. La capital es Porto Novo, pero su gobierno está en Cotonú, la ciudad más grande del país. Su nombre actual lo oficializó en 1975. Después de muchos golpes de estado y destituciones presidenciales, desde el 2016, tiene un presidente elegido para un solo mandato de cinco años Tiene una población de aproximadamente 9,05 millones de personas, y su lengua oficial es el francés, aunque las lenguas indígenas como el fon o el yoruba son habladas comúnmente. La religión más extendida es el catolicismo romano, seguido por cerca del islam, el vudú y el protestantismo. El nivel de alfabetización se encuentra entre las más bajas del mundo: en 2010 sólo el 42,4% de las personas mayores de 15 años sabía leer y escribir (55,2% para los hombres y 30.3% para las mujeres); pero hoy está implementando las recomendaciones hechas por la comunidad internacional en el Foro Educativo del 2007, para reducir el que más de la mitad de las mujeres del país (56.1%) no sepa leer ni escribir.
El hacinamiento, la falta de profesores y las pocas facilidades de los pocos colegios que existen en Tibona “son, entre otras muchas razones, causa directa del alto índice de fracaso escolar que se registra en el barrio”. Estos fueron (algunos de) los motivos para que la Fundación Vie pour Tous (Vida para Todos) construya en el 2011 un centro escolar, que se ha ido ampliando por la herencia dejada a la fundación de un sacerdote de la diócesis de Bilbao (España). El colegio del barrio Tibona llama la atención por el orden y la limpieza. Con clases que no tienen más de 15 alumnos, y sobre todo “existen ayudas para evitar el abandono escolar y la fundación corre con el gasto de los sueldos de los profesores. La tolerancia y la convivencia entre alumnos de distintas etnias y religiones son algunos de los valores difundidos. “Nadie puede perder su cultura, su tradición y sus creencias por venir a la escuela”, por ello cuenta con una iglesia y una mezquita, porque “la práctica religiosa no define la calidad de una persona”.
La Fundación Vie pour Tous, que está empeñada en ofrecer una educación de alta calidad a los más vulnerables, logrando en Kandi, una zona de fuerte influencia musulmana, tiene a su cargo un internado y ha establecido las clases mixtas; logrando que el 55,8% de los matriculados terminen la primaria. Llevan siete años seguidos siendo la mejor escuela de todo el país. La clave está en la calidad de la educación ofrecida, Tienen este desafío frente a una media de 48 estudiantes por profesor, que en zonas rurales es superada con bastante frecuencia, además de la carencia de una formación adecuada de los profesores y la casi imposible adquisición del material escolar por la mayoría de las familias, que induce el abandono de las instituciones educativas, lo que condena a los estudiantes de las zonas menos privilegiadas al fracaso.
Actualmente se trabaja con las familias para concienciar de la importancia de educar a las hijas igual que a los hijos, pues “muchos padres retiran a sus hijas para que trabajen en casa o para casarlas”; de allí que después de las visitas de las asistentas sociales, se ha tenido “que dar a los padres una pequeña ayuda para que no pongan a la niña a trabajar y ellas puedan continuar con sus estudios”.
Parakou, es la ciudad más importante del norte de Benín y adolece la ausencia de centros educativos. Ahora, la Fundación ha comenzado un proceso de autofinanciación, para no depender de las ayudas de fuera, con la puesta en marcha de varios negocios como venta de agua o el alquiler de algunos de los coches que les han donado. “Para poder ofrecer calidad hay que invertir en ella y pagar bien a los maestros”, afirma Soume, quien fundó Vie pour Tous en el 2005, y ahora gestiona en Parakou cuatro escuelas y un centro de formación para mujeres. CALIDAD EDUCATIVA FRENTE AL FRACASO ESCOLAR EN BENÍN
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF