Los criterios de evaluación son el referente específico para evaluar el aprendizaje del alumnado. Describen aquello que se quiere valorar y que el alumnado debe lograr, tanto en conocimientos como en competencias y responden a lo que se pretende conseguir en cada área.
Los estándares de aprendizaje evaluables, son especificaciones de los criterios de evaluación que permiten definir los resultados de aprendizaje, concretan lo que el alumno debe saber, comprender y saber hacer en cada área.
Los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje son los referentes para determinar la consecución del aprendizaje expresado en los objetivos y de la adquisición de las competencias clave. Ambos referentes son necesarios para el proceso de enseñanza aprendizaje, evaluación y atención a la diversidad. Así, mientras el criterio servirá de referencia para el diseño de situaciones de aprendizaje competenciales, el estándar aportará diferentes puntos de observación sobre dicha situación.
Sobre los criterios de evaluación y los estándares de aprendizaje se configura la esencia del desarrollo de las programaciones didácticas. Su imprescindible relación con el resto de elementos del currículo (objetivos, competencias clave, procedimientos e instrumentos de evaluación, contenidos e incluso la propia metodología que se adopte en el proceso de enseñanza-aprendizaje), determina la concreción que el docente deberá realizar de un proceso significativo de planificación, siempre posterior a la determinación del proyecto curricular de etapa, y anterior y diferenciado de la concreción de la programación de aula.