Uno de los problemas más comunes a la hora de estudiar, leer un libro o un artículo es la falta de comprensión. ¿Tienes que leer varias veces lo mismo para comprender lo que estás leyendo? No te preocupes, lo que te ocurre es más común de lo que piensas. Por eso, en este artículo vamos a darte algunos consejos sobre cómo puedes mejorar tu comprensión lectora. Tener una mala comprensión lectora puede afectar a tus estudios, ya que si te cuesta comprender y retener lo que lees, gran parte de tu esfuerzo que estás dedicando a estudiar va a resultar prácticamente inútil. Y esto puede llegar a ser muy frustrante, ¿verdad?
Conforme vayas mejorando tu comprensión lectora necesitarás menos tiempo para estudiar y serás capaz de extraer información, interpretar y reflexionar sobre lo que estás leyendo. En definitiva, serás un mejor estudiante, tu rendimiento aumentará y, seguramente, esto se vea reflejado en tus resultados.
Sin duda alguna, la competencia lectora es una de las capacidades que más importancia debería tener el las primeras etapas educativas, ya no solo de cara a nuestra vida como estudiantes, sino de cara a nuestra vida en la sociedad de la información.
¿Quieres mejorar tu comprensión lectora? Entonces sigue leyendo, porque a continuación vamos a ver qué es la comprensión lectora, cómo evaluarla y te daremos algunos consejos, técnicas y ejercicios para mejorar tu comprensión de lectura.
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¿Qué es la comprensión lectora?
La comprensión lectora es una destreza lingüística que se basa en la interpretación completa de un texto escrito. Básicamente es la capacidad de entender lo que lees. No es suficiente con conocer el significado de cada una de las palabras que forman parte del texto, sino que es necesario tener una comprensión global de lo que se está leyendo.
Durante el proceso de lectura, el lector no puede limitarse simplemente a extraer la información, sino que además deberá aportar de sus propios conocimientos o experiencias para así, ser capaz de comprender el texto.
Pero vayamos por partes. ¿Qué es lo primero que tenemos que hacer para comprender lo que vas a leer? Siempre iniciaremos el proceso de lectura haciéndonos tres preguntas: ¿qué vamos a leer?, ¿para qué lo vamos a leer? y ¿cómo lo vamos a leer? Ten en cuenta que, en función del tipo de texto que leas o del motivo por el que lo leas, tu cerebro utilizará recursos diferentes.
Imagina que tienes un libro, una novela. Lo lees simplemente porque te gusta, para poner en marcha la imaginación, evadirte y disfrutar. Su lectura dura horas, pero no te importa porque lo lees sin prisa, asimilando el contenido y reflexionando sobre lo que sucede entre sus páginas. Sigues la historia ávidamente.
Por otra parte, te acabas de matricular en una autoescuela y te han dado todo el material didáctico para preparar el examen teórico de conducir. Lees el libro para aprender y entender la información que te ofrece. Para ello vas asimilando meticulosamente el contenido, incluso valiéndote de vivencias de tu vida cotidiana: aquel recuerdo de tu viaje, el día que casi te atropellan porque se saltaron un paso de peatones, la parada en el peaje…
La forma en que lees cada uno de estos libros es completamente diferente. ¿Por qué? Por el tipo de texto de cada libro es diferente: uno está pensado para evadirte y el otro para aprender. La novela la lees por placer, el libro de texto para aumentar tus conocimientos con el objetivo de aprobar un examen.
Dependiendo del tipo de texto nuestra mente activa diferentes recursos para la asimilación del contenido. Así que, aunque a priori pensemos que todos los proceso de lectura son iguales, éste cambiará mucho en función de qué objetivo estemos buscando con dicha lectura.
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¿Cuáles son los diferentes tipos de lectura?
Entonces, ¿hay diferentes tipos de lectura? Pues sí, la lectura será diferente en función del texto que tengamos que leer. No es lo mismo leer un catálogo de compras que un libro de derecho. Unas veces llevaremos a cabo una lectura superficial, otras lo haremos en profundidad. Unas serán por el simple placer de leer y otras lo haremos por obligación.
Los 5 tipos de lectura existentes son los siguientes:
- Lectura globalizada o skimming: llamamos así a la lectura que hacemos por encima, simplemente echando un vistazo al texto. En este tipo de lectura buscamos encontrar los conceptos y datos más importantes, sin profundizar demasiado. Este tipo de lectura puede ser muy útil para el repaso de materiales que ya se han estudiado previamente.
- Lectura focalizada o scanning: este es otro método de lectura en el que prima la velocidad. Habitualmente echamos mano de este tipo de lectura cuando lo que buscamos es algún dato concreto (cifras, fechas o frases clave). Conocemos parte del contenido o sabemos de qué trata y simplemente buscamos la información que nos interesa en el texto.
- Lectura extensiva: esta es la lectura que se suele hacer por placer. Es la que ponemos en práctica cuando leemos textos de una extensión considerable, en los cuales buscamos una comprensión global, no concreta. No importa si encontramos alguna palabra o frase de difícil compresión, ya que el objetivo es tener una visión global de lo leído.
- Lectura intensiva: cuando llevamos a cabo este tipo de lectura, se pretende deconstruir el texto que estás leyendo, intentando encontrar el significado a cada palabra y entender cada frase. Podríamos decir que este es el tipo de lectura que llevamos a cabo cuando estamos estudiando o preparando un resumen. Este tipo de lectura requiere de un mayor esfuerzo que la lectura extensiva
- Lectura crítica: este tipo de lectura se suele realizar con textos de no ficción, en los que además de comprender el texto, también intentamos evaluar, e incluso poner en cuestión lo que el autor está diciendo, llegando a construir una opinión propia sobre lo leído. La lectura crítica es la que aplicamos cuando, por ejemplo, tenemos que realizar un comentario de texto. En ella buscamos la calidad del texto, el sentido que le da el autor, etc.
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¿Qué niveles de comprensión lectora existen?
Como te comentábamos anteriormente, la comprensión de un texto es un proceso complejo. En este proceso intervienen diferentes factores y pasa por distintos niveles. Pensemos que para llegar a comprender un texto, para asimilar su contenido, nuestra mente pasa por una sucesión de niveles de comprensión. Estos niveles son los que nos permiten pasar de la mera identificación de las palabras hasta la comprensión profunda del contenido del texto. Los niveles de comprensión lectora son los siguientes:
- Nivel literalEl literal es el primer nivel de la comprensión lectora. En él el lector deberá ser capaz de identificar y comprender la información explícita del texto. Para ello, el lector deberá conocer el significado de las palabras y ser capaz de interpretar el sentido de las oraciones literalmente.En este nivel nos haremos la siguiente pregunta: ¿Qué dice este texto?
- Nivel InferencialEn el nivel inferencial el lector añade a la información literal del texto su experiencia personal y su intuición, y de esta forma poder llegar a tener una comprensión más profunda y amplia del texto. Cuando el lector llega a la comprensión a nivel inferencial significa que es capaz de interpretar lo que el autor quiere comunicar, pero que en ocasiones no se expresa de forma explícita en el texto.En este nivel nos haremos la siguiente pregunta: ¿Qué valoración puedo hacer sobre lo que expone este texto?
- Nivel CríticoEl tercer nivel de la comprensión lectora es el crítico. En él no nos limitamos a leer un texto, sino que además somos capaces de emitir un juicio sobre el mismo. Este nivel de lectura se basa en la evaluación del contenido en base a los conocimientos previos sobre el tema que tenga el lector.En este nivel nos haremos la siguiente pregunta: ¿Qué opino yo sobre este texto?
Cómo evaluar tu capacidad de comprensión lectora
Llegados a este punto, es probable que te estés haciendo la siguiente pregunta: ¿Cómo será mi capacidad de comprensión lectora? Bien, pues vas a poder evaluar tu comprensión lectora utilizando la plantilla que hemos preparado.
Podrás descargar la plantilla de autoevaluación de la comprensión lectora para conocer qué nivel de comprensión de lectura tienes y mejorarla. Para utilizar esta plantilla deberás contestar de forma sincera a las preguntas de la columna de la izquierda tras finalizar la lectura de un texto. Esto te ayudará a detectar tus puntos flacos y a ser consciente de lo que debes reforzar para poder mejorar tu lectura comprensiva.
Verás que si te lo tomas en serio y vas corrigiendo tus carencias, tu comprensión lectora irá mejorado de manera exponencial en muy poco tiempo.
Consejos y técnicas para mejorar tu comprensión lectora
Si has llegado hasta aquí es porque tienes interés en mejorar tu comprensión lectora. Es más fácil de lo que piensas. Solo tienes que aplicar algunas de las siguientes técnicas y consejos, y tu manera de asimilar los textos mejorará en poco tiempo.
Consejos para mejorar tu comprensión lectora.
- Lo más importante: LEER. Sí, así, en mayúsculas. Para ser capaz de mejorar tu comprensión lectora lo primero que debes hacer es crear el hábito de leer. Esto te ayudará muchísimo a mejorar diferentes aspectos de la lectura. Al leer irás aprendiendo a analizar el contexto, el mensaje de lo que lees y además mejorarás mucho tu léxico, entre otras cosas. Para ello puedes comenzar con novelas sencillas sobre temáticas que te gusten e ir poco a poco aumentando el nivel de dificultad de estas.
- No tengas prisa. ¿Has oído eso de que las prisas no son buenas? Pues en la lectura es así. Un buen lector sabe adaptar la velocidad de lectura a la dificultad del texto. A veces te encontrarás con textos más sencillos en los que avanzar más deprisa, y otras veces, en las que el texto presenta una mayor dificultad tendrás que bajar el ritmo de lectura para identificar el mensaje del texto y entenderlo a la perfección.
- Analiza constantemente el texto que lees. Desde este mismo momento los interrogantes serán tus mejores amigos a la hora de leer. Pregúntate constantemente qué, cómo, cuándo, por qué, etc. A partir de las respuestas puedes continuar con preguntas más complejas. Este paso es indispensable para poder identificar y comprender cualquier tipo de texto.
- Busca el significado de las palabras que no entiendas. Haz del diccionario tu mejor amigo. Si no entiendes una palabra deja lo que estás haciendo y busca su significado. Lee la definición detenidamente hasta que sepas bien qué significa y el papel que juega en lo que estás leyendo. Aunque no lo creas, una simple palabra puede cambiar drásticamente el significado del texto completo.
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Técnicas para mejorar la compresión de lo que lees.
También puedes utilizar diferentes técnicas para mejorar tu comprensión lectora. Nosotros hemos realizado una selección de algunas de ellas para que las implementes en tu estudio y que cada vez te resulte más sencillo entender el contenido de lo que lees.
- Técnica 1: El periodista. Consiste en leer un texto realizándote las preguntas típicas que haría un periodista: ¿qué? ¿cómo? ¿cuándo?, etc. Cuando las formules deberás rellenar un cuadro con tres columnas: una para lo que sucede en el texto (qué), otra para quien lo lleva a cabo (¿quién?) y otra para las circunstancias en las que sucede (¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?) Al final la información quedará estructurada por segmentos que al unirlos darán un sentido completo al texto.
- Técnica 2: Mapas conceptuales. Esta es, sin duda, una técnica estupenda para diseccionar el texto, completar definiciones y comprender el papel que juega cada concepto dentro del mismo. En esta técnica también es muy sencillo hacerse una idea de cómo están interrelacionadas las diferentes partes del texto principal. En este artículo tienes más información sobre cómo hacer mapas mentales.
- Técnica 3: Titular párrafos. Esta técnica se basa en buscar e identificar la idea principal de cada párrafo para ayudarnos a entender mejor el texto en su conjunto. De esta manera, de un simple vistazo nos pondremos en situación de lo que ocurre en el texto y cuáles son los principales conceptos de este.
- Técnica 4: El subrayado. Probablemente esta sea una de las técnicas más usadas para comprender y sintetizar un texto. Consiste en destacar los conceptos principales del texto, tanto definiciones como fechas o datos relevantes. En el siguiente artículo puedes aprender cómo hacer un buen subrayado
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Ejercicios y actividades para trabajar la comprensión de lectura
Además de todo lo que hemos comentado en los anteriores apartados también puedes trabajar y mejorar tu comprensión lectora realizando diversos ejercicios y actividades. A continuación te proponemos algunos que pensamos que te serán útiles para ir practicando hasta que consigas desarrollar y mejorar tu comprensión de los textos.
- Ejercicio 1: Preguntas y respuestas. Selecciona un texto o un fragmento de alguno. No importa mucho si es más o menos relevante porque lo que haremos será llevar a cabo una serie de preguntas sobre el mismo para escribir las respuestas y practicar la técnica del periodista.
- Ejercicio 2: Sintetiza el texto. En este ejercicio deberás realizar un resumen de un texto tras leerlo, pero utilizando en todo momento palabras propias para ello.
- Ejercicio 3: Mapea tu comprensión. Para ello deberás detectar las ideas principales del texto y ordenarlas posteriormente en cuadros. A partir de estos deberás completar la información relativa a la acción mediante flechas sin mirar el texto.
Además de todo esto hay muchas más actividades que puedes realizar para mejorar tu comprensión lectora. Algunas de ellas puedes trabajarlas con tus propios recursos: dejar huecos en tus resúmenes para rellenarlos, poner fragmentos de frases desordenados para ordenarlos posteriormente, comparar varios textos sobre el mismo tema para sacar conclusiones, etc.
También hay ejercicios en internet que puedes descargar para practicar un poco cada día e ir mejorando tu competencia lingüística: Test de competencias lingüísticas, de sinónimos y antónimos, de inclusión e implicación…Este tipo de ejercicios enriquecerán bastante tu nivel de léxico y son muy amenos.
Como ves, la comprensión lectora es un factor determinante a la hora de entender correctamente y en profundidad un texto y, en consecuencia, aprender.
Sigue estos consejos, lee un poco cada día y haz del diccionario tu aliado. Puede que al principio te cueste un poco, pero verás como con constancia y determinación, en menos tiempo del que imaginas habrás adquirido una buena comprensión lectora.
5 estrategias de lectura crítica para trabajar en el aula
Una vez alcanzada la competencia básica que permite descodificar y comprender un texto, aplicar la lectura de tal manera que permita formarnos ideas sobre la realidad, es la llave que nos abre la puerta a la lectura crítica. Y con ello, al sentido profundo del texto.
Sin embargo eso no llega sin más, necesitamos una metodología y un buen diseño de secuencias didácticas. Por eso te proponemos 5 estrategias de lectura crítica que te permitan empezar a trabajarla en el aula.
La lectura crítica en los proyectos interdisciplinarios
La competencia lectora implica saber “hacer cosas” con textos, pero al mismo tiempo, aplicar el conocimiento derivado de una lectura a la realidad contribuye a que dicha lectura sea mucho más profunda y crítica.
Por eso, los proyectos interdisciplinarios son los que funcionan mejor. Sitúa la lectura de un texto en un contexto de trabajo en el que el alumno tenga otras fuentes no textuales, y tenga que aplicar el contenido que ha extraído del texto.
Con ello estarás trabajando la lectura crítica en un contexto pedagógico marcado por el aprendizaje significativo. Una buena manera de motivar al alumno y a la vez lograr mejores resultados.
Reseñas
La motivación es un factor crucial para llegar a desarrollar una lectura crítica, a la que sólo se llegará a través del hábito. Una propuesta a largo plazo es la de formar un club digital de críticos para hacer reseñas de libros o artículos que se vayan subiendo a un blog común.
Mapas conceptuales
Convertir los textos en mapas conceptuales resulta una estrategia muy útil que ayuda además a personalizar el conocimiento. Para ello, es importante enseñar a subrayar palabras clave en una primera relectura, ya que son esas palabras las que pasarán a formar parte del mapa conceptual, relacionándose entre ellas.
Ese mapa permite jerarquizar conceptos y relacionar cada átomo textual (palabra, frase, párrafo) con su nivel adyacente y superior. No olvides volver a la lectura crítica del texto tras haber elaborado el mapa conceptual.
La lectura del hipertexto
Conocer la estructura y el funcionamiento del hipertexto resulta clave para que los alumnos puedan desarrollar una lectura crítica en la sociedad digital. Una forma lúdica y muy ilustrativa es hacer una consulta utilizando el I Ching, el conocido “oráculo” chino.
Leerlo juntos y reflexionar sobre su estructura buscando símiles con la estructura de la red y los hipertextos es mucho más efectivo que cualquier clase magistral. Encontrarás traducciones recientes muy fiables y el material que necesitas es muy sencillo.
Una lectura crítica de la prensa
No debemos olvidar la alfabetización múltiple como herramienta para afrontar los retos del mundo actual. Más allá del soporte textual, la lectura crítica también debe tener presente otros lenguajes como el audiovisual y aplicarse a los medios.
Un buen comienzo puede ser un trabajo por proyectos con distintas fases: una primera alfabetización mediática de prensa impresa y digital (tipología, estructura…). Después, comparativa del diferente tratamiento de un mismo tema, y por último una lectura que incorpore la comprensión, el análisis intencional del autor y la contrastación de los datos.
El proceso puede finalizar con un diálogo a partir del texto, que después será puesto por escrito y desarrollado en forma de artículo, porque uno de los objetivos de la lectura crítica debe ser a su vez la producción de textos.
Para terminar, no olvides que el tipo de lectura está determinado por muchos factores como el objetivo, el interés… y que el proceso es una carrera de fondo y no de velocidad. Por eso, prepara siempre un ambiente de lectura adecuado, ¡y ármate de paciencia para alcanzar los objetivos que te hayas propuesto!
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