Alicia Tojeiro Ríos: La escuela que hace falta es la de la humanidad, la de los valores, la escuela del respeto, la empatía

Alicia Tojeiro Ríos  (Vigo, España, 1978), hizo estudios de Magisterio y co­menzó su trabajo docente como maestra especialista en Educación Infantil y Primaria. Después de obtener un máster en Atención Temprana, continúa participando en trabajos por proyectos, sobre la inteligencia emocional, la filosofía para niños, el aprendizaje constructivista, la neurociencia y la for­mación con alumnado con altas capacidades. Es defensora de una escuela en la que los niños puedan pensar, sentir y compartir juntos, considera que los valores fundamentales en su trabajo son “el afecto, la empatía, la solidaridad y el respeto”. Habla con la energía de una recién salida de la facultad. No ha perdido ni una pizca de entusiasmo, sino todo lo contrario, parece que sus estímulos y vocación se hayan agigantado.

“Apoyarnos entre nosotros será la solución al mundo”, sostuvo, que ensalzó la capacidad de ser “resilientes y educar con el corazón”.

La Voz de Galicia (09/09/21) publica una entrevista que hace Sandra Faginas a la recién elegida como mejor profesora de España del 2020, a propuesta de estudiantes y padres de familia y por el enfoque y la metodología de sus clases en 5.º de primaria en el Isidro Parga Pondal de Oleiros (A Coruña, España); y de cuyo diálogo hemos tomado algunas partes que consideramos podrían ser de utilidad en nuestra formación permanente, pues la experiencia de los otros puede ser el punto de partida de nuestros proyectos; o como alguna vez escuché al conferencista Miguel Ángel Cornejo: “su nota máxima, es mi cero”.

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SANDRA FAGINAS: ¿Cómo da clase la mejor profe de España?

ALICIA TOJEIRO: “Uso tres ingredientes como buena gallega que soy, como buena meiga: el primero es la magia. Intento que haya siempre mucho suspense, mucha expectación, generar ese misterio en los niños. Si los sorprendes, activas el corazón y luego ese corazón activa el cerebro. […] El siguiente ingrediente es el juego. Como profe me pongo en su lugar y pienso en lo que a mí me gustaría jugar, a veces son juegos interactivos, más tecnológicos, otros no. […] y después humor. Siempre intento que se rían mucho en clase, que el contenido llegue de manera muy divertida. Por ejemplo, hace dos años hice un libro de ortografía con rimas porque tenían muchas faltas en la libreta. Buscaba una forma diferente a la tradicional, que es copiar las palabras veinte veces”.

SANDRA FAGINAS: En tu clase, ya se ve, hay mucha energía, pero no sé si cuando pasan a otras se les viene el mundo abajo.

ALICIA TOJEIRO: “No, ellos están muy acostumbrados, son muy camaleónicos, son capaces de adaptarse. Y luego ellos saben que se puede aprender de muchas formas: cantando, bailando, con juegos, en un museo, en un jardín, de un padre, de un amigo… Pero tiene que haber algo detrás que es el esfuerzo. Ellos saben que hay que ponerse las pilas, hay que repasar y son buenos, ellos se adaptan a todo, al trabajo más serio y al más lúdico”.

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ALICIA TOJEIRO: “Sí, sí. Por supuesto. Tengo citas pintadas por toda la clase: ‘Sin esfuerzo no hay recompensa’, ‘Todo lo bueno cuesta conseguirlo’, ‘Nunca hay que dejar de soñar’, ‘Solo pierde el que se rinde’. De hecho, cuando me dieron el premio lo primero que sentí fue que ellos tenían la suerte de ver en mí lo que siempre defiendo. Lo que tenemos pegado en la pared. Siempre les digo: ‘Si te salió mal, no importa’. ‘El error forma parte del aprendizaje: tú primero fallas y a partir de ahí mejoras’. Cuando llegan a la escuela muchos se frustran por eso y yo les digo: ‘¿Has fallado?’ ¡’Perfecto!’. Pues mañana en esto ya no puedes fallar’. Si fallas dos días no importa, pero si fallas tres es que no estás aprendiendo. Al cole venimos a aprender pero divirtiéndonos”.

ALICIA TOJEIRO: “No, yo creo que hay que estar alentando, animando para que ellos quieran mejorar cada día. Nosotros teníamos un mural en nuestra ventana, ahora no podemos con el covid, que ponía: ‘La lucha por ser extraordinario’, nosotros luchamos por ser mejores cada día, ellos se retan, saben que hay distintos talentos, unos pintan bien, otros cantan bien, otros bailan bien, otros hablan bien, nos conocemos todos, cada uno sabe su punto débil y su punto fuerte. Incluso saben el mío: yo soy buena creando, inventando, pero pintando no. Y saben que nos podemos apoyar unos a los otros, se sienten muy libres para hablar, participar, pero sin esfuerzo no hay escuela”.

ALICIA TOJEIRO: “Pero hay que entender esta palabra. Siempre digo que sean muy autónomos, porque si no, no es justo. Propongo deberes variados y entretenidos. Por ejemplo, en Sociales, que investiguen por Google Maps o por Google Earth, puedo mandar juegos interactivos, y otras veces divisiones clásicas, como todo el mundo”.

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ALICIA TOJEIRO: “[…]  Sí, es lo que he ido descubriendo: voy buscando cada día lo que necesita la escuela. Hace años estaba enfocada a enseñar los contenidos, pero ahora los niños pasan muchísimas horas en la escuela, los niños tienen muchos conflictos  que las familias muchas veces no pueden atender. Yo también soy madre, hay muchas dudas, y es muy importante que escuchemos a los niños. Si los escuchas, y creas esa relación horizontal, ellos te escuchan, somos un equipo”.

ALICIA TOJEIRO: “No, imagínate, ellos interpretan que el profe es el que manda, el que tiene que encargarse del grupo. Entonces tú sales del aula a hacer unas fotocopias, vuelves y la clase está alporizada. Cuando yo entro, no les riño. Les digo: ‘¿Qué os pasó?’ ‘Os ha pasado algo, cuando salí estabais tranquilos y ahora estáis acelerados, lo único que he hecho ha sido ir a por unas fotocopias, y habéis perdido un tiempo precioso de trabajo’. Entonces cuando ellos ven que no les riñes empiezan a ver que la responsabilidad es de ellos. Es como los deberes, ‘es cosa tuya’, tú decides si los traes o no. ‘Está claro que si no te esfuerzas no vas a aprender’. Entonces ellos lo quieren hacer, están motivados. Cuando están en infantil se entiende que pueden jugar, pero cuando llegan a primaria todo son contenidos, y yo creo que lo más importante es atenderlos. Y este 2020 nos lo ha demostrado, no hay manera de sobrevivir sin humanidad. La tecnología es fundamental, pero sin humanidad no sobrevivimos, sin gente que sea solidaria, sin gente que trabaja en equipo, sin gente que cree no hay futuro. Yo tengo un hijo con alta capacidad y lucho mucho por la inclusión y por la aceptación de las diversas capacidades. Si gané este premio, ganó el equipo, mis alumnos, pero también sus familias. Tengo una relación con ellos de codo con codo, tengo un whatsapp para las familias, no tengo horario y me encanta hablar y compartir”.

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ALICIA TOJEIRO: “Recuerdo muchas, algunas para mal. Por ejemplo, una vez me suspendieron por saber de más. Me pidieron una definición, me extendí de más y me suspendieron. Eso me quedó grabado y mis alumnos hoy se sorprenden, claro. «Si tú sabes, ¿cómo te van a suspender?». Y luego recuerdo a la maestra, Uca, de Cristo Rey, en Oleiros, que siempre enseñaba en la realidad. Conectaba siempre los contenidos con la realidad y decía eso de ‘entra todo’, para no centrarnos solo en dar un tema y olvidarnos”.

ALICIA TOJEIRO: “De ciencias total… Pero lo importante es que el aprendizaje deje huella”.

Este contenido, que aconsejamos leer completo, ha sido publicado originalmente por La Voz de Galicia en la siguiente dirección: lavozdegalicia.es



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