El número 40 en la Biblia, no es casual, sino un signo constitutivo de la pedagogía de Dios en la historia de la salvación. “El número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades” (Aciprensa).
Y tener ahora esta cifra indicadora (con cuatro ceros) en la Web del Maestro CMF, me lleva a agradecer este año vivido en el ciberespacio, tiempo en el que hemos ido agregando los ceros, que significan saltar los riachuelos, superar las barreras, cruzar los puentes, derribar los muros, soportar el “frío”, reconocer la propia ignorancia y corregir los errores; pero también significan el haber aprendido (un poco más) a manejar estas herramientas digitales, como privilegiado medio de encuentro entre educadores.
Las “pruebas y dificultades” las escribimos en cada cero y los adornamos con la firme esperanza de llegar allí donde físicamente no podemos, para ayudar a “sanar las heridas” que deja la ingratitud, la indolencia, la indiferencia, la injusticia y el “descarte social” de tantos educadores en el mundo; para animamos mutuamente a no desfallecer y tener la firme convicción, la pasión y la emoción creer que “la educación, como la luz del sol, puede y debe llegar a todos” (José Pedro Varela), porque “la educación es, tal vez, la forma más alta de buscar a Dios” (Gabriela Mistral).
El caminar en este “aerópago educativo digital” en el cual está la Web del Maestro CMF, como un recurso digital más, enriquece, actualiza, ilumina, hace pisar la tierra, enseña a respetar el proceso de aprendizaje que cada uno tiene (con sus propias creencias y honestas convicciones), a saber que cada día tenemos que abrirnos a nuevos saberes y que estamos llamados a valorar con gratitud las “mediaciones” para llegar a los 40,000 padres de familia, profesores, amigos,… apasionados por la educación, que buscan un momento (en su diario quehacer) para conocer otras experiencias y tienen el cuidado de su formación permanente. A las palabras que los educadores expresamos en el hogar o la escuela, deben seguirle el testimonio; las enseñanzas deben confirmarse con el ejemplo.
Gracias por ser parte de los 40,000 seguidores de la Web del Maestro CMF, porque “cada uno de nosotros tiene motivos para pensar con profunda gratitud de quienes han iluminado la llama dentro de nosotros” (Albert Schweitzer) y porque creo que “la gratitud, para el creyente, está en el corazón mismo de la fe: un cristiano que no sabe dar las gracias es uno que ha olvidado el lenguaje de Dios”, y no queremos que se nos anestesie el corazón (Papa Francisco, 12/05/2015, 06/01/2017), ni a nosotros ni a nuestros niños y jóvenes.
“Honor a quien honor merece”: hace cerca de un año (en Navidad) recibí el anteproyecto de esta Web, del profesional y especialista en Sistemas y Diseño Multimedia, Señor Jorge Mauricio Borja Ramírez; quien movido y entusiasmado por ese sentimiento (vocación, me atrevería a decir) de inclinación a la educación, diseñó un portal que lograba una perfecta combinación entre la necesidad de llegar a usar las formidables vías de comunicación en las redes sociales, la evangelización “en salida”, la tecnología digital y el gran sueño de una educación que comparte (sin egoísmos, ni ambición de recompensas) las experiencias de enseñanza – aprendizaje, para que la aprendan y la superen los mejores discípulos. A él mi agradecimiento.
Felicitémonos, más que por ser 40,000 seguidores, porque nos hemos encontrado, nos sentimos cercanos (a pesar de las distancias geográficas y las naturales diferencias) y porque en el hermoso mundo de la educación, vivido y sentido por vocación, todos somos necesarios, todos no somos iguales, pero nos complementamos, nos enriquecemos y porque esta es una de las formas de hacer realidad la educación inclusiva. Aquí nadie es descartado. Bendiciones.
Trujillo, 09 de Enero del 2016
REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF