Un fascinante cortometraje para enseñar la actitud positiva en la educación y once consejos para conseguirla

Los educadores, y en especial los padres de familia y profesores, enseñamos a aprender, con variadas metodologías y recursos, pero permanentemente lo hacemos por medio de nuestra manera de actuar, de reaccionar frente a cualquier estímulo que surge en el aula o fuera de ella. La mayor parte de ocasiones en que los educadores respondemos públicamente, es frente a los hijos y/o estudiantes. Nuestras actitudes trasparentan o revelan –opinan los especialistas- nuestra identidad y personalidad. Esas reacciones externas o actitudes de comportamiento nacen de las experiencias y no se tornan automáticamente en conducta habitual, sino que responden a factores internos y/o externos que, en el proceso de socialización, alcanzan la madurez, la responsabilidad de elegir el saber comportarse.

Las actitudes, como respuesta, varía de persona a persona, y se convierte en un desafío para encontrar y manifestar la actitud más conveniente, oportuna y eficaz. No es tan fácil (como puede parecer), y más sabiendo que debemos ser transparentes y honestos por la influencia que ejercemos en los niños y jóvenes. Así mismo, determinadas actitudes de los profesores como respuestas adecuadas o inadecuadas a situaciones que se generan en el aula y/o la escuela, pueden incidir positiva o negativamente sobre el ambiente necesario para la enseñanza – aprendizaje.

La actitud de un educador es siempre un estilo de enseñar, porque manifiesta el estado de ánimo de una personalidad única. “Si los estudiantes perciben que el profesor tiene una actitud que refleja que “se preocupa y tiene interés por ellos” probablemente los estudiantes presten más atención a las clases y aprendan más. Parece importante, por lo tanto, determinar cómo los profesores pueden adoptar esa actitud y lo que es más importante cómo transmitirla de forma que los alumnos lo perciban así” (cf INED 21, “¿Cómo perciben los estudiantes universitarios las actitudes del profesor?”). Pero ¿reflejan las actitudes la personalidad? La psicología social, considera a la actitud como una respuesta de nuestra personalidad. Y el licenciado en pedagogía Álvaro Tineo, nos aclara la relación entre actitud y personalidad: “El ser humano ha nacido para ser adaptable, es decir, para saberse amoldar a cada situación y cambiar su actitud en función de lo que esté ocurriendo a nuestro alrededor”, por lo tanto “la actitud cambia, la personalidad no. Y por cambiar nuestra actitud, jamás estaremos cambiando nuestra personalidad”. PERSONALIDAD Y ACTITUD.

Para reflexionar sobre la importancia de nuestras actitudes, y porqué debemos actuar con la mayor cantidad de elementos de juicio, es que compartimos, por motivos únicamente educativos, un video de animación (“Una historia de Joy”), que la empresa JD.com, conocida como la empresa Jingdong, dedicada al comercio electrónico con sede central en Beijing (China), ha lanzado y colgado en YouTube para celebrar el “Año del Perro” (2018). Esperamos que el cambio de actitud de Joy, al conocer una realidad que no conocía, sea útil como recurso educativo.

JOY AND HERON (4´14”)

Consideramos importante para nuestra formación permanente, el no olvidar que un cambio de actitud (como la tenida por Joy) es una decisión personal, asumida en primera persona. Toda perspectiva negativa de la vida puede tener consecuencias graves para la salud, las relaciones y los sentimientos de satisfacción en la vida. Los profesores necesitamos cuidar y tener un control muy especial de nuestras actitudes. Nuestro servicio “es de mucha responsabilidad, en ocasiones no reconocido y en el que los resultados no siempre son observables a corto plazo”. Necesitamos contar con recursos que nos permitan atender a los estudiantes sin descuidar nuestra salud interior. Las actitudes negativas son manifestaciones de personalidades negativas, y son las que algunos especialistas llaman personas intoxicadas, y que se hacen y hacen tanto daño en los ambientes educativos. LOS DOCENTES TÓXICOS SON DESGASTANTES Y CONTAGIAN SU NEGATIVIDAD.

El proceso de madurez es permanente en las relaciones sociales, y dentro de las cuales está las relaciones profesores – estudiantes, sabemos que dura toda la vida, y por lo tanto necesita ser atendido y cuidado. Nos permitimos compartir ONCE CONSEJOS o INDICACIONES o RECOMENDACIONES, quizá algunos sean nuevos, otros ya conquistados o en proceso de desarrollo; esperando les sean útiles:

  1. NO PIENSES DEMASIADO EN EL PASADO O EL FUTURO. Si tratas de desarrollar una nueva actitud, mantén tu atención en el momento presente. Cuando te encuentres preocupándote por el futuro o repasando momentos difíciles del pasado, regresa tu atención al momento presente.
  2. DESHAZTE DE LA NEGATIVIDAD EN TU VIDA. Si hay personas, actividades o situaciones en tu vida que continuamente te provocan estrés, ansiedad, molestia, incomodidad, malestar, … es posible que necesites abandonarlas. Un cambio de actitud depende de vivir un nuevo tipo de vida.
  3. ASEGÚRATE DE QUE TUS RELACIONES SEAN SALUDABLES. Una relación saludable debe ser positiva y hacer que te sientas mejor contigo mismo. Si te sientes presionado para hacer cosas que no quieres hacer, tienes miedo de las consecuencias de no estar de acuerdo, si son frecuentes las discusiones y que involucran gritos o violencia física, es posible que esas relaciones no sean saludables. Esto afectará tu actitud negativamente
  4. BUSCA LAS COSAS POSITIVAS. Siempre hay algo en cualquier situación que vale la pena elogiar. Pero para desarrollar una actitud positiva debes esforzarte a notar lo bueno. Comparte tus observaciones positivas con los demás y guárdate los comentarios negativos para ti.
  5. SÉ AMABLE CON LOS DEMÁS. Una de las maneras más rápidas para sentirte mejor es ser amable con otras personas. Detalles de cortesía, amabilidad y atención aumentará tu positivismo.
  6. ESCRIBE UNA LISTA DE GRATITUD DIARIA. Cada día tiene algo por lo cual estar agradecido, pero algunos días la gratitud es más difícil de encontrar que otros. Para desarrollar la disciplina de encontrar gratitud incluso en los días más difíciles, practica escribiendo una lista diaria.
  7. PRACTICA LA MEDITACIÓN O REFLEXIÓN PERSONAL. Practicar la “introspección” o “mirar en el interior” deliberadamente coloca la mente en el momento presente, lo que es vital para cultivar una actitud positiva. Encuentra tiempos para darte “vacaciones instantáneas”, y tendrás como resultado una diferencia en tu actitud
  8. DEJA DE QUEJARTE. Pasa más tiempo reconociendo los buenos aspectos de tu vida. Presta más atención conscientemente a las cosas positivas que notes, permitiendo que las cosas buenas se vuelvan buenas experiencias.
  9. PASA MÁS TIEMPO CON PERSONAS POSITIVAS. Si hay personas en tu vida que te hacen sentir inútil, arruinado, improductivo o deprimido, es posible que necesites pasar menos tiempo con ellas si tratas de desarrollar una nueva actitud. Tómate tiempo para leer noticias inspiradoras. Ponte en una dieta de “positivismo” y minimiza la cantidad de negatividad que internalizas al día.
  10. TRATA DE RESPONDER, NO REACCIONAR. Cuando estés en una situación estresante, piensa en ello, usa la razón para encontrar una solución y haz lo que tenga sentido. Cuando reaccionas, omites la etapa de razonamiento y respondes automáticamente. Esto solo sirve para causar más problemas y frustración
  11. ENCUENTRA LO QUE TE HACE FELIZ.Eso suena fácil, pero podría ser algo a lo que no estás acostumbrado a prestar atención. Trata de hacer una lista de cosas que haces todos los días (o la mayoría de los días), luego haz una segunda lista de cosas que te hagan feliz. Compara tus listas y observa qué cambios puedes hacer para incluir más felicidad,

Sabemos que aquí no se agotan los caminos, porque en educación, la última palabra todavía no está dicha, lo más motivante en la tarea educativa es que podemos encontrar nuevos y mejores caminos.  Esta publicación ha sido libremente recopilada y abreviada de diversos artículos, teniendo como fuente principal la publicación de WIKIHOW; CÓMO CAMBIAR DE ACTITUD.

“Debido a nuestra actitud, decidimos leer o no leer. Por nuestra actitud, decidimos intentar o darnos por vencidos. Por nuestra actitud, nos culpamos a nosotros mismos por nuestros errores, o culpamos tontamente a otros. Nuestra actitud determina si amamos u odiamos, decimos la verdad o mentimos, actuamos o posponemos, avanzamos o retrocedemos; y por nuestra propia actitud, nosotros, y sólo nosotros, decidimos si tendremos éxito o fallaremos” (Jim Rohn).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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