El juicio que estremeció a los maestros: Esteban Canchola se libra de prisión, pero no de la culpa

Aunque la condena evitó el encarcelamiento, la responsabilidad penal persiste sobre el maestro Esteban Canchola tras la muerte de un alumno en Mexicali. El gremio docente advierte que el caso marca un peligroso precedente para la profesión

Ciudad de México, 4 de julio de 2025 (2:15 a.m.) — Tras ocho horas de audiencia y una tensa espera, el maestro Esteban Canchola fue sentenciado por el delito de omisión de auxilio relacionado con el fallecimiento de Martín Damián, un alumno de 11 años que sufrió un accidente escolar en Mexicali.

El caso, que conmocionó al magisterio y a la opinión pública, giraba en torno a la responsabilidad del docente frente a la atención del menor, quien según la acusación no recibió asistencia médica oportuna tras presentar síntomas derivados de un golpe. Durante la audiencia de individualización de la pena, la fiscalía solicitó una condena de un año con dos meses de prisión, además de una indemnización cercana a seis millones de pesos exigida por los padres del menor.

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Sin embargo, el juez determinó la pena mínima: seis meses de firma periódica en libertad y el pago de una multa de cinco mil pesos, descartando la prisión y reduciendo drásticamente la reparación del daño. La defensa del maestro, encabezada por un abogado que ha sido ampliamente elogiado en redes sociales, confirmó que se iniciará un proceso de apelación con el objetivo de revertir totalmente la sentencia.

A la salida de la audiencia, Canchola, visiblemente conmovido, abrazó a su familia y agradeció el respaldo del gremio magisterial, que se manifestó de forma masiva dentro y fuera de Baja California. En breves declaraciones, sostuvo: “Vamos por la apelación. No es justo que me hayan culpado.”

La controversia del caso se intensificó con la intervención de juristas en redes sociales, quienes señalaron que, a pesar de que el protocolo escolar aparentemente se cumplió —informar a los padres, llenar bitácoras y solicitar atención médica a través del seguro escolar—, la ley penal establece el deber de auxilio inmediato en casos urgentes, por encima de cualquier lineamiento administrativo.

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La abogada Marcela, reconocida en TikTok y en espacios de divulgación legal, subrayó que cuando la vida de un menor está potencialmente comprometida, el protocolo escolar no exime la responsabilidad penal: “Si tu alumno se está desangrando o tiene un accidente grave, no basta con avisar al padre; hay que llevarlo al hospital o llamar a emergencias.”

Esta postura fue duramente cuestionada por el entorno docente, pues para muchos el maestro no contaba con elementos para detectar la gravedad del cuadro clínico. De hecho, documentos médicos presentados durante el juicio indicaron que el alumno, tras ser atendido horas después del incidente, se encontraba “neurológicamente íntegro” y evolucionó de forma favorable en primera instancia, antes de que finalmente se agravara su estado.

El proceso evidenció deficiencias en los protocolos de atención escolar, que no especifican claramente las acciones a seguir ante situaciones críticas. El propio maestro Esteban lo denunció en su mensaje final al magisterio: “Los protocolos nos ponen en conflicto con los padres y hasta con compañeros. Hay que cambiarlos para que se respete también la dignidad de los maestros.”

El respaldo de educadores de todo el país fue clave en la presión social para evitar que Canchola ingresara a prisión, según relató su equipo legal. Afuera del tribunal, decenas de maestros corearon “Sí se pudo” al conocer el fallo.

Por ahora, la sentencia aún puede modificarse a través de la apelación que su defensa prepara, mientras continúa la discusión sobre la responsabilidad real de los docentes frente a emergencias de salud de sus alumnos. Canchola reiteró su compromiso de limpiar completamente su nombre y confió en que la justicia terminará por absolverlo.

El caso se ha convertido en un precedente crucial para el magisterio mexicano, al evidenciar la tensión entre el cumplimiento de protocolos escolares y la aplicación del Código Penal en situaciones de emergencia. Expertos coinciden en que el debate no termina aquí y será necesario revisar las normas que regulan la responsabilidad civil y penal de los docentes para evitar nuevos procesos judiciales que puedan criminalizar la labor educativa.

Con lágrimas contenidas y una ovación de sus compañeros, Esteban Canchola concluyó su declaración: “Todos somos Esteban. Gracias por no dejarme solo.”

El gremio docente celebra hoy una victoria parcial, pero advierte que seguirá atento y unido para defender sus derechos y exigir reformas que eviten, en el futuro, nuevas tragedias.

Redacción | Web del Maestro CMF


7 comments
  1. Es inocente, culpable la Clínica, ellos fueron responsables de la muerte del niño, en su Diagnóstico de ingreso dijeron que todo estaba bien, tan fue erróneo que el niño murió, a las pocas horas.

  2. Opino: el maestro no tuvo culpa (según las circunstancias: el docente cumplió con hablar a los padres de familia y en la clínica lo debieron dejar en observación y no ocurrió eso)

  3. Musiquera debería haber llegado a esa instancia, cada vez peor el trabajo en la escuela

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