Maestros al servicio de la educación

Si usted no cree en la necesidad de la formación permanente, no sirve para ser docente (Parte final)

Hasta aquí hemos visto que “los profesores tenemos que estar atentos a los cambios, porque no somos piezas de museo, sino seres humanos – con valores y trascendencia- que asumimos ser corresponsables de la generación, crecimiento y estabilización de “una escuela abierta para todos los alumnos, ya sea que vivan en una pequeña población rural o en grandes urbes, lo que permitiría una mayor equidad social” (I PARTE).  En la II PARTE consideramos que nuestra tarea docente no es de espectadores pasivos, sino de facilitadores del descubrimiento de nuevos itinerarios pedagógicos, que nos impulsa a “una formación permanente buscada, deseada, acariciada y valorada, porque la idea de que los profesores tienen todas las respuestas y por eso lideran el aprendizaje ya no sirve, …” (III PARTE). Y ahora nos toca clarificar nuestra responsabilidad que va más allá de transmitir únicamente conocimientos.

Si bien los valores y el comportamiento ético se aprenden casa, los profesores tenemos una función importantísima en este aspecto, pues ayudamos a que se consolide la conciencia moral y el comportamiento ético de nuestros estudiantes, especialmente frente a las TIC. Los profesores influimos de manera especial en la formación de ideas, actitudes y modos de interpretar la realidad. Es necesario también reconocer que nadie da lo que no tiene, es decir, que ningún profesor enseñará un valor que ni él mismo profesa o se encuentra en su persona, pero que no es difícil adquirir con un poco de voluntad, con el deseo de una formación permanente. EL PROFESOR ES LA CLAVE, VA A SER LA PRINCIPAL VÍA PARA INCULCAR VALORES, AL SER UN MODELO EDUCATIVO.

Y para responder precisa y convenientemente a esas expectativas, los  profesores tenemos que ser formados con “los más altos estándares cualitativos, en todos los niveles académicos”, de tal manera que desde esos cimientos se construya día a día nuevos itinerarios pedagógico con entusiasmo, creatividad y trabajo en equipo. El Papa Francisco ha reiterado que los profesores somos “artesanos” de las futuras generaciones, que supone una “gran responsabilidad”, que nos exige “saber, paciencia y dedicación”, pues vamos día a día,  clase a clase “transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza, no material, sino inmaterial, se va creando al hombre y mujer del mañana” (05/02/2020).

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Para el Profesor Fernando Savater esta  educación humanizadora e integral está ligada íntimamente a la acción humana, a la ética; pues enseñar a aprender “no es una cuestión de dedicarse a hacer grandes reflexiones entre las personas adultas, que si no han sido educadas en los valores fundamentales, es muy difícil que luego vayan a descubrirlos por sí mismas cuando están cayéndose de viejas”. Y afirma que “la educación es el momento adecuado de la ética. De hecho, el propio Aristóteles, cuando escribe la Ética a Nicómaco, la concibe como algo de lo cual hay que hablar a los jóvenes —hasta que tengan la edad suficiente para entrar en el mundo de la política—, como una preparación necesaria para entrar en el mundo de la ciudadanía…”. LA EDUCACIÓN ES EL MOMENTO ADECUADO DE LA ÉTICA.

Las profesoras Olga Casanova y Lourdes Bazarra. Sostienen en su libro ‘La escuela ya no es un lugar’, que el sistema clásico del proceso enseñanza – aprendizaje no da más de sí, y que está exigiendo un cambio de paradigma inmediato. Los estudiantes que tenemos hoy en las aulas son agentes activos de su educación, que más que recibir información nos exigen ofrecerles insumos cognitivos para manipularlos, reflexionarlos, discutirlos, cuestionarlos, … y contando con la asistencia y acompañamiento de la  Inteligencia Artificial  que les provee elementos de análisis para el diagnóstico cognitivo y personalizado, estilos de aprendizaje, desempeño, perfiles psicosociológicos y motivaciones. Esto nos exige, como profesores, estar dispuestos cambiar, a buscar nuevas rutas de enseñanza, a “implementar modelos de aprendizaje adaptados según las necesidades de cada estudiante”, el uso de algoritmos en el aula que podrían ayudar a detectar posibles déficits de enseñanza y brindar información en tiempo real para orientar a los alumnos y desarrollar tutorías digitales personalizadas. UNIVERSIDADES. CÓMO ENSEÑAR EN EL MUNDO QUE VIENE.

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Los profesores sabemos que “las tecnologías son un elemento más de la compleja red de actores que conforman la interfaz educativa. Las tecnologías pueden abrir nuevos procesos o consolidar las formas más arcaicas de transmisión del conocimiento. Lo importante no es la tecnología, sino cambiar los procesos educativos” (Mariano Fernández Enguita). El Profesor Alex Beard nos invita a los profesores a enseñar a aprender más que a saber, “porque el aprendizaje es nuestro superpoder, que libera nuestro potencial innato”, y que “los modelos educativos lo limitan con demasiada frecuencia porque conciben nuestra mente como un ordenador al que hay que suministrarle información y, por tanto, reducen esa capacidad de aprender”. ALEX BEARD: LA MEMORIA DEL CEREBRO ES MUY IMPORTANTE PARA LA CREATIVIDAD, EL PENSAMIENTO CRÍTICO Y TRABAJAR CON LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.

Al iniciar el Siglo XXI “los ordenadores [computadoras] pasaron la prueba del efecto 2000, pero sus usuarios —la nueva gran palabra— entraron en la era del miedo, la inseguridad, la precariedad, la intimidad (pública) y la realidad (virtual)” afirma el escritor español Javier Rodríguez Marcos. El Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez (1976) declaró que los avances tecnológicos y científicos se están realizando a una gran velocidad, pero la ética, las normas y los valores no iban con la misma rapidez, que nos hará capaces de hacer un centauro, pero sin saber para qué. Y aquí se exige una educación con Ética.

La Cuarta Revolución Educativa nos exige a conocer, enseñar y practicar la ética, pues “todo acto educativo encierra un comportamiento ético, toda educación es ética” (OEI), y la creación, enseñanza y manejo y de las nuevas tecnologías digitales, informáticas, robóticas, … no solo son instrumentos para “el ejercicio formativo en sí mismo, sino que tiene consecuencias sociales”. Esta actualización educativa nos pide orientar a los niños y jóvenes a “distinguir información de conocimiento; ser capaces de hacer preguntas sobre la información, sus fuentes y en que supuestos se basa; evaluar la utilidad, la precisión y la integridad de la información; y el cuestionamiento o control de las respuestas provistas por las herramientas tecnológicas” (Eugenio Marchiori).

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Los profesores tenemos, en esta Cuarta Revolución Educativa,  el desafío de enseñar a aprender con Ética, como la virtud por excelencia para alcanzar la felicidad (Aristóteles); frente a “las mil contradicciones entre la libertad y la disciplina, el rigor de la ciencia y la intuición creadora, los retos individuales y las búsquedas colectivas, … Tenemos que enseñar que “no basta que la acción tenga un carácter determinado para que la conducta sea justa o buena; es preciso también que el hombre actúe de un modo determinado ante todo, que actúe a sabiendas; en segundo lugar, que proceda en razón de una decisión consiente y que prefiera esa acción por si misma; finalmente, que actúe desde una posición firme e inquebrantable” (Aristóteles, Ética a Nicómaco). Esta tarea hace imperiosa la tarea de revalorizar la tarea docente, teniendo como premisa “que los profesores no pueden resolver las inequidades sociales de un país.  Por lo tanto, parte de la revalorización docente también es reconocer que no todo depende de ellos, y que ésta es solo una entre muchas reformas que aún falta por realizar” (Angélica Bonilla).

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La Organización de la Estados Iberoamericanos que “la vida escolar requiere un trabajo permanente alrededor de un proyecto ético, que haga conscientes a todos los participantes de la necesidad de unos criterios, unas normas, unas actitudes que favorezcan la convivencia y permitan el desarrollo de unos propósitos comunes y otros individuales […]; abarca todos los ámbitos de la vida social y nos implica en nuestra vida personal, persona y laboral. […] Esta construcción no parte de cero, retoma (y este es uno de los aprendizajes), parte de unos valores que nos han aportado distintas sociedades desde los griegos, hasta la ilustración pasando por el aporte de algunas religiones y los desarrollos culturales de distintas comunidades indígenas y otras culturas no occidentales, no suficientemente reconocido; aporte que debe ser apropiado y reconstruido. Valores como el respeto mutuo, la cooperación, la reciprocidad, la equidad, la libertad, la solidaridad, la democracia, el sentido de la responsabilidad y cuidado de uno mismo, de los otros, de la naturaleza, etc”.

La educación ética y moral en todas sus formas y en todos los momentos debe tener como uno de sus fines la lucha contra la doble moral que separa y coloca en oposición lo que se dice y lo que se hace ; doble moral que tiene tanto peso en nuestra vida social y que genera de un lado escepticismo y rechazo de parte de nuestros jóvenes hacia todo lo moral, en su conjunto ; y de otro genera también un facilismo, dado que la educación moral se resuelve mediante una predica que hace el adulto (padre de familia o maestro), o se reduce a unos enunciados que se consignan en un texto o se queda en un documento que contiene el “proyecto de educación moral de la institución”. El logro de una coherencia y consecuencia entre la teoría y la práctica es uno de los retos más grandes de la educación en su conjunto”. Y los profesores tenemos que prepararnos para responder. OBJETIVOS DE LA EDUCACIÓN ÉTICA Y MORAL.

La Ética es un elemento fundamental en la Cuarta Revolución Educativa, si quiere ser humanizadora, porque es necesario revisar el comportamiento humano que ordena y dirige el desarrollo tecnológico. El Profesor José Antonio Marina advierte que ya van “tres giros radicales en la historia y ahora estamos en la antesala del cuarto, y no sabemos bien cómo va a ser. […] ¿Qué pasará cuando se generalice la realidad virtual y te permita vivir en un mundo feliz pero irreal? […] cualquier sociedad está expuesta a un colapso ético y social”. JOSÉ ANTONIO MARINA: NO HAY UNA VOZ AUTORIZADA QUE HABLE DE ÉTICA.

Las tecnologías digitales que usamos en educación, siempre deben estar supeditadas al poder y voluntad de los seres humanos. “Las elecciones éticas las toman personas, comunidades, gobiernos, empresas, universidades y sociedades. Todos tenemos una responsabilidad colectiva a la hora de garantizar que los beneficios derivados de estas innovaciones de manera equilibrada erradiquen y gestionen sus usos negativos y abusivos. Los responsables políticos y los docentes tienen un papel fundamental en la educación de toda la población sobre los usos apropiados de estas tecnologías”. ÉTICA Y EDUCACIÓN EN LA ERA DIGITAL: PERSPECTIVAS GLOBALES Y ESTRATEGIAS PARA LA TRANSFORMACIÓN LOCAL EN CATALUÑA.

Para alcanzar resultados exitosos, frente al desafío de la Cuarta Revolución Educativa, es necesario ofrecer una Formación Inicial Docente que se inicia por una selección de los mejores postulantes para ejercer la docencia, disponer de mejores formadores fruto de esa capacitación docente, el  contar con escenarios, estructuras, recursos y herramientas de última generación, y que fundamentalmente deberá ser  un profesional convencido que tiene en sus manos lo más preciado del futuro de la humanidad: los niños y los  jóvenes.

Los profesores pueden ser capaces de originar esta revolución, pero es posible que todavía no estén preparados para ello. Una de las cosas que sabemos sobre el futuro es que las profesiones más humanas son las que tienen más posibilidades de sobrevivir, y la enseñanza es una de ellas” (Alex Beard).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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