El profesor español Rubén Barbera (Madrid, 1986), motiva sus clases desde la historia de “un barco pirata como los que aparecen en un montón de historias que hablan de intrépidos marineros que se adentran en las profundidades de océanos desconocidos en busca de aventuras y tesoros”. Ambienta el encuentro con sus estudiantes con uno de esos mensajes que uno recibe casi sin darse cuenta: “aprender, andar en busca de ese tesoro que es el conocimiento, puede ser una viaje emocionante”.
El profesor Barbera quien fue entrevistado por Lucía Franco para El País (España), dice haber descubierto su vocación desde el juego con sus primos, y desde allí “consagró su vida a una sola cosa: convertirse en profesor”. Al lograr una plaza en un colegio público, ha podido acompañar a sus alumnos año tras año en sus cambios de ciclo, algo que para él resulta fundamental. “En su clase, las sillas, que en otras aulas sirven para que los niños estén quietos y callados, están apartadas a un lado, y todo el centro del salón está decorado con manualidades de los propios alumnos”. Le gusta su trabajo, y le parece increíble que le paguen por lo que hace: “a veces pienso que tendría que pagar yo por todos los grandes momentos que paso con mis alumnos. Todos los días aprendo algo”.
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Por motivos únicamente educativos y de formación permanente, compartimos partes del diálogo, sugiriéndoles leer la entrevista completa en el enlace que indicamos al final de este artículo. Hacemos de su conocimiento que las letras negritas y cursivas son nuestras.
LUCíA FRANCO: ¿Qué aprende usted de sus estudiantes?
RUBÉN BARBERA: “Ellos son los verdaderos maestros. Nos enseñan todos los días lo solidarios que son. Siempre son los primeros en ayudar cuando hay un problema y a ti como profesor eso te enseña mucho. Durante toda la pandemia, no se han quejado nunca de todas las líneas rojas que les hemos impuesto. La mayor enseñanza es que siempre están dispuestos a aprender y ayudar”.
LUCíA FRANCO: ¿Cómo es un día en su clase?
RUBÉN BARBERA: “Trabajamos por proyectos y son los alumnos los que deciden qué quieren aprender. […] Lo más importante es que cada niño se sienta especial. A la entrada, saludo a cada uno de ellos, […] antes de entrar al aula, me gusta hacer un circuito con ruedas, toboganes o zigzag. […] pasamos a cumplir los protocolos, dejan sus cosas en el aula y hacemos una asamblea para hablar de qué es lo que queremos aprender. Finalmente, unos cuantos juegos de lógica matemática, lectoescritura, bailamos, nos movemos… La educación emocional, en esta época, es más importante que nunca”.
LUCíA FRANCO: …. ¿en qué consiste exactamente esa educación emocional?
RUBÉN BARBERA: “Trabajamos mucho los valores a través de juegos. […] Cada niño tiene en clase un espacio en la pared con fotos de sus familias, de momentos felices con las que hicimos un mural, y cuando quieren recordar algo, se acercan a la pared y pueden ver cuando quieran lo bien que se lo pasaron”.
LUCíA FRANCO: ¿Los juegos son el mejor método de aprendizaje?
RUBÉN BARBERA: “Para mí, el juego es esencial. […] motiva a superarse. […] se pueden obtener todos los aprendizajes que se necesitan, desde capacidades motrices hasta leer, algo que aprenden a hacer casi sin darse cuenta y sin darle importancia. Y lo puede hacer cada uno a su ritmo”.
LUCíA FRANCO: ¿Y ahora, con la covid?
RUBÉN BARBERA: “[…] los profes tuvimos que reinventarnos. Tuvimos que buscar otras formas de llegar a nuestros alumnos, a través de videos, directos y diferentes herramientas tecnológicas para poder seguir enseñándoles de una forma divertida. Eso sí, tengo claro que la educación en Infantil debe ser presencial, porque es muy difícil que sigan los juegos. […] la cercanía es muy importante. A la vuelta, he notado que necesitaban mucho más cariño por parte del centro”.
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LUCíA FRANCO: ¿Cómo hiciste para sustituir esa cercanía?
RUBÉN BARBERA: “Creé un canal de YouTube y un blog para llegar a todos los niños. Leíamos cuentos y les proponía juegos. La idea era sobre todo ayudar a que pasaran un rato agradable en mitad de una situación en la que les habían cortado su libertad. […]”.
Para el profesor Barbera ser uno de los nominados a los Premios Educa Abanca como mejor docente de España 2021, es una experiencia de sentirse afortunado por la confianza de las familias en su trabajo y una gran satisfacción que reconozcan tu trabajo. Sin embargo su mayor premio son sus alumnos todos los días, y dice estar “muy orgulloso de ellos. Mi objetivo es que cada día sean felices al venir a clase. A partir de ahí, ya podemos empezar a enseñar”.
La entrevista completa la puede hallar en este enlace: RUBÉN BARBERA: “MI OBJETIVO ES QUE MIS ALUMNOS VENGAN FELICES A CLASE. A PARTIR DE ALLÍ, YA PUEDO COMENZAR A ENSEÑAR