Maestros al servicio de la educación

[Reynaldo Robles] Aprender a recrear, crear conocimientos y buenas ideas

“Una palabra es un microcosmos de conciencia humana” (L.S. Vigotsky)
Para llegar a la situación en la que se encuentra el desarrollo del conocimiento, la ciencia y tecnología actuales, desde que el hombre inició la construcción de las primeras nociones y los primeros conceptos, a través de cientos de miles de años y el desarrollo acelerado en los últimos tiempos, el resultado es la abundancia y complejo mundo del conocimiento, la problematización, la complejización y  la proliferación de inventos, lo que antes era ficción, pero lo más preocupante es el ensanchamiento de las brechas sociales, dejando a mayor porcentaje de la población mundial en condiciones extremadamente precarias y vulnerables. Frente a estos problemas el reto del hombre es la construcción de las alternativas de solución.

Eduquemos la infancia, la niñez y la adolescencia con la visión científica del mundo, que aprendan a construir los instrumentos de conocimiento, así como el dominio de las operaciones intelectuales, que sepan transferir los aprendizajes a la solución de los problemas de su entorno, que contribuya a la solución de problemas de la escuela, que sean los protagonistas activos, críticos de la historia de la comunidad. Para ello pongamos a volar la imaginación, especialmente de los estudiantes. Esta sería la mejor forma de asumir el reto pedagógico en este siglo.

Sin duda existen buenas experiencias, de lo que se trata es de generalizarla y la mejor forma de hacerla es con la sistematización de las mismas, es decir, la construcción de nuevas ideas, de nuevos conocimientos y, por ende, aportes al desarrollo de la ciencia y de la tecnología. Entonces, la pregunta central es, cómo se construyen las ideas, cómo se construyen o se reconstruyen los conocimientos. Este es el reto altruista que debe ser asumido plenamente por la escuela y la universidad bajo la promoción plena del Ministerio de Educación Pública. Lo que hasta hoy no ocurre en nuestro país, algún intento no cuajó, porque hay fuertes intereses ajenos a los del Perú que impiden.

Ya no podemos seguir siendo simplemente reactivos, asumamos comportamientos proactivos, construyamos propuestas, proyectos de cambio educativo desde la escuela. Si no hacemos estas cosas los cursos, seminarios, experiencias de 20, 25 o más de 30 años de docencia pasa desapercibida, pasamos como meros implementadores de las modas e improvisaciones burocráticas de un estado oligárquico, algunos nos quedamos con un currículum de un par de renglones y la meritocracia oficialista se convierte en una demagogia más, porque ni siquiera es capaz de reconocer los estudios y títulos de Postgrado.

Basta de hipocresía. No hay actividad humana apolítica. Tanto sacrificio de los pueblos y trabajadores, tantas luchas sociales, sindicales y políticas, tantas masacres y tantos mártires, tienen que ser reivindicados por la educación, por eso, la escuela tiene que ser el centro de la formación de una ciudadanía responsable, con deber y derecho a ser conductora política de la comunidad, de la región o del país, y las tareas específicas la formación de personas reflexivas, innovadoras y creativas, condiciones básicas para aprender a construir nuevas ideas, buenas ideas para resolver los viejos problemas en nuevos contextos, desarrollar en la escuela  este contenido y objetivo fundamental para que nuestros estudiantes logren la formación de ciudadanas y ciudadanos autónomos, participativos, solidarios, responsables y protagonistas de la construcción de Perú nuevo en un mundo nuevo.

Para hacer realidad estos grandes objetivos hay que superar tanta confusión en nuestro esquema mental, sustituir el andamiaje anacrónico que nos impide avanzar, el mismo que se expresa de la siguiente manera:

  1. No entendemos con claridad cómo surge el concepto y qué es.
  2. No se conoce con claridad las disciplinas y categorías pedagógicas.
  3. Somos campeones en asumir la moda sin entenderla bien.
  4. Confundimos contextos históricos, siglos XIX, XX y XXI.
  5. Seguimos siendo profesores instructores y dictadores.
  6. Desconocemos los aportes de los pioneros de nueva educación peruana.
  7. Se confunde la política con político, se cree diferente el político del ciudadano.

Aquí modestamente ofrecemos algunas inquietudes sobre el tema complejo y complicado. Un aporte para que se abra el diálogo, la discusión y el debate serio. Los puntos considerados para la exposición preliminar en este breve ensayo:

  • Definición de algunos conceptos del proceso pedagógico docente
  • Propósitos de la educación escolar del siglo XXI
  • Función del profesor en la educación escolar del siglo XXI
  • Mínimo de conceptos y máxima producción de ideas
  • Instrumentos de conocimiento y habilidades intelectuales
  • Operaciones intelectuales básicas de la educación escolar hoy
  • Educación para la vida.
I. DEFINICIÓN DE ALGUNOS CONCEPTOS DEL PROCESO PEDAGÓGICO DOCENTE:
1. Concepto:

El concepto surge de la necesidad de generalizar, o clasificar los individuos y las propiedades de los casos concretos conocidos en la experiencia agrupando las cosas o los aspectos y cualidades comunes por sus semejanzas y diferencias.

El concepto así formado constituye el significado de diversas formas lógicas y gramaticales y enunciados del habla de una lengua natural y, de esta forma, se aplica o designa a los diversos objetos, hechos, procesos y situaciones del mundo que vivimos (1).

La palabra concepto deriva del verbo latino “concipere”, que quiere decir, lo que es concebido. Es la representación intelectual de un objeto, de la realidad interior o exterior, donde no se afirma ni se niega nada. Es una idea (2). De acuerdo al diccionario Océano Uno el concepto es la “representación simbólica de una idea abstracta y general. Pensamiento expresado con palabras(3). Y el diccionario de la lengua española, RAE, el concepto es la “idea que concibe o forma el entendimiento. Pensamiento expresado en palabras(4).  El concepto (es la) representación intelectual (abstracta) de un objeto. Acto o producto de la concepción intelectual o intelección. Se llama también universal, y, en su sentido objetivo, idea (5). En síntesis, el concepto es el pensamiento expresado en palabras o la representación intelectual de la realidad.

Los conceptos, las categorías, mejor explicadas por Rosental, son “el resultado de la actividad abstrayente y generalizadora del hombre, son el resultado de la trayectoria del pensamiento que va de lo concreto a lo abstracto”; “constituyen condensaciones, “nódulos” del conocimiento, ya que en ellos y por medio de ellos se manifiestan los rasgos y los aspectos más importantes, esenciales, de los fenómenos y objetos(6).

Es una de las formas del reflejo del mundo en el pensar, mediante la cual se entra en conocimiento de la esencia de los fenómenos y procesos, se generalizan los aspectos y los caracteres fundamentales de los mismos. El concepto es producto del conocimiento –que se desarrolla históricamente– el cual, elevándose de un grado inferior a otro superior, resume en conceptos más profundos, sobre la base de la práctica los resultados obtenidos, perfecciona y puntualiza los conceptos viejos, formula otros nuevos. De ahí que los conceptos no sean estáticos, definitivos, absolutos, sino que se hallen en estado de desarrollo, de cambio y progreso en el sentido de proporcionar un reflejo más adecuado de la realidad. Los conceptos constituyen el sentido (Significado y sentido) de las palabras del lenguaje. La función lógica básica del concepto estriba en la separación mental, según determinados caracteres de objetos que nos interesan en la práctica y en el conocer. Gracias a esta función, los conceptos enlazan las palabras con determinados objetos, lo cual hace posible establecer el significado exacto de las palabras y operar con ellas en el proceso del pensar (7).

En consecuencia, el concepto es la representación simbólica como producto de la generalización de las características comunes y esenciales de las cosas, de los fenómenos, acontecimientos, objetos y procesos en el pensamiento, logrado históricamente a través de centenares de miles de años, gracias a la capacidad intelectual progresiva del hombre sobre la base de la práctica social. Los conceptos son los peldaños imprescindibles para la construcción de las ideas, los conocimientos y distintas representaciones de la realidad, también la posibilidad de la imaginación. Ejemplos de conceptos: “árbol”, “educación”, “mesa”, “aprendizaje”, “hombre”, “pedagogía”, “pensamiento crítico”.

Explicando. Hay miles de millones de árboles en el planeta de distintos tamaños, formas, colores, olores, pero todos ellos tienen características comunes por eso se les conoce con el nombre común de árbol.

Hay tantos tipos, modelos de formación del hombre, de los niños y jóvenes a nivel planetario, pero en forma general este proceso de formación, eminentemente humano, se conoce como educación.

Habrá en el mundo infinidad de mesas de diferentes tamaños, formas, altura, elaboradas de diferentes materiales, pintado con variedad de colores, pero las características comunes a todas ellas determinan el nombre mesa.

Somos más de siete mil millones de hombres en la Tierra, todos diferentes, pero con características comunes, éstas determinan para conocer en forma universal con el concepto hombre.

Es el nombre de la ciencia social que tiene por objeto de estudio el proceso de formación escolar del hombre, tiene carácter universal, en todas partes aceptada como tal por convención formal, también es una construcción social: pedagogía.

Una de las formas de pensamiento que cuestiona lo establecido, común a todos los hombres que las practican, es decir no es exclusividad de ningún individuo, al cual se conoce como pensamiento crítico. ¿Y qué son las categorías?

El artículo completo, que le sugerimos leer, lo encuentra en el siguiente enlace: LAS FUNCIONES BÁSICAS DE LA ESCUELA DEL SIGLO XXI

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Autor:
Reynaldo Robles Aroste, nacido en Apurímac Perú.
Licenciado en Filosofía-Historia.
Experiencia laboral: 37 años Educación secundaria
Curso de postgrado: Historia y Educación de la Creatividad
Premio Nacional Horacio
Correo electrónico: [email protected]

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