Los profesores estadounidense Katie Novak y Mike Anderson cuentan aquí algunos tips para que al entregar las instrucciones de una evaluación, el ejercicio se centre más en motivar al estudiante con su aprendizaje en vez de explicar lo que quiere el docente.
“Siempre hemos querido que los estudiantes sientan pasión por aprender y que estén intrínsecamente motivados. Dado que ahora gran parte del aprendizaje se traslada a un entorno en el hogar, estas características de los estudiantes son más importantes que nunca, y la forma en que nosotros, como docentes, enfrentamos las experiencias de aprendizaje en el hogar puede tener un impacto profundo en cómo se sienten los estudiantes“, así parte un texto escrito por los profesores estadounidenses Katie Novak y Mike Anderson para Edutopia.
En el articulo titulado “Cómo elegir palabras que motiven a los estudiantes”, ambos docentes, que también tienen experiencia en el mundo de las consultorías, comentan que son muchas las barreras que existen con la educación a distancia, desde la falta de Internet hasta la falta de apoyo familiar. Por ello, siempre es importante revisar las posibilidades –según cada contexto– para mantener la motivación y compromiso de los estudiantes.
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Por lograrlo, es clave la forma de comunicar los/las docentes
Katie y Mike ponen el ejemplo de un profesor que quiere que los estudiantes comprendan cómo la geografía afecta los asentamientos humanos y el uso de recursos. Con esa intención le ofrecer a los estudiantes varias vías para la clase: asistir a una clase vía Zoom, ver la grabación, leer o escuchar un artículo en línea, ver un documental o leer y un libro sobre el tema. Además, les dice que deberán realizar varios ejercicios para evaluar la compresión de cada uno, que puede ser desde llevar un diario, escribir un artículo, producir una reflexión en video o grabar un podcast. Hay muchas opciones y libertad creativa, lo que suena genial y por ende, los estudiantes deberían estar emocionados.
Pero en la práctica, todo puede cambiar, según la forma en que el profesor entregue el mensaje. A continuación el ejemplo que entregan Katie y Mike:
- MAESTRO 1: “Ok, tengo varias opciones que entregarles para que conozcan cómo afecta la geografía al lugar donde la gente decide vivir y la forma en que vive. Espero que elijan, al menos, dos recursos diferentes para explorar el contenido y quiero que también elijan una actividad para evaluarlos. Para obtener la nota completa en la evaluación, deberán citar los recursos que utilizaron”.
- MAESTRO 2: “Ok, tienen varias opciones para aprender cómo la geografía afecta el lugar donde las personas deciden vivir y la forma en que viven. No olviden utilizar al menos dos recursos diferentes y luego elijan una actividad para la evaluación. ¡Pueden hacer más de una actividad si quieren! Recuerden citar los recursos que revisan, para dar crédito a los autores y organizaciones que revisen, y así aumentar la credibilidad del trabajo que van a realizar”.
En el caso del MAESTRO 1, se enfatiza el cumplimiento mediante el uso de un lenguaje centrado en el docentes en palabras como “quiero” y “espero” y la forma en cómo explica la forma de obtener la evaluación completa no menciona una motivación desde el alumno. Según los docentes que escriben estas recomendaciones en Edutopia aseguran que este mensaje se lee de la siguiente forma: “Los niños probablemente no querrán hacer el trabajo, así que necesito decirles qué hacer y motivarlos para que lo hagan”.
Mientras que el MAESTRO 2, usa un lenguaje mucho más centrado en el estudiante, ofreciendo invitaciones y sugerencias, mientras habla principalmente en segunda persona en lugar de en primera. Es un docente que está seguro de que los estudiantes están motivados y su función es guiar y apoyar el aprendizaje.
A continuación algunas sugerencias de palabras o frases que se deberían cambiar
Es clave pasar del cumplimiento al compromiso con las palabras. En lugar de decir: “Espero que todos ustedes …”, es mejor probar con frases como “su próximo desafío es …”. Y en lugar de “Quiero que …”, es mejor preguntar: “¿Cuál es el objetivo que tiene …”. Es una forma de hacer una invitación constante a que los estudiantes se involucren en su aprendizaje, dejando de lado lo que el docente quiere.
Por esa razón, es necesario pasar de la propiedad del maestro a la propiedad de los estudiantes. En lugar de “aquí hay tres cosas que deben hacer …”, es mejor intentar con frases como: “Aquí hay tres cosas que pueden probar mientras …”. En la misma línea, cuando un docente dice: “He creado algunas opciones para ustedes …”, es mejor dar dicho anuncio diciendo: “Tienen varias opciones para considerar …”
“En lugar de decirles a los estudiantes lo que deben hacer para obtener una buena calificación, consideren explicarles lo que deben tener en cuenta para lograr un trabajo de alta calidad. Cuando se trata de cosas como la importancia de citar fuentes, no lo enmarquen como algo necesario para obtener una buena calificación. En su lugar, muestre cómo esto mejora el trabajo. Sugiera a los estudiantes que aumentan la credibilidad de su trabajo y dan crédito a otros autores de esa forma. Ofrecer recompensas por tareas completadas también puede ser contraproducente. En su lugar, pueden preguntar a los estudiantes sobre sus objetivos para el trabajo”, recomiendan Katie y Mike.
Hay otra recomendación que dejan los profesores: grabar las clases y revisar las palabras utilizadas. De esta forma, es posible ir detectando cuáles son las palabras más utilizadas y cuáles cambiar, con la intención de que los estudiantes estén en el centro de su proceso de aprendizaje. “¿Qué frases utiliza para enfatizar la propiedad, el compromiso y la motivación intrínseca de los estudiantes, y cuáles pueden indicar involuntariamente lo contrario?”, es una pregunta que hay que hacerse tras cada clase.
“Hay tanto que adaptar para apoyar el aprendizaje en casa de los estudiantes que puede resultar abrumador, y hay muchas cosas que se sienten fuera de nuestro control. El lenguaje es algo simple y poderoso que podemos controlar”, aseguran Katie y Mike.
Este contenido ha sido publicado originalmente por ELIGE EDUCAR en la siguiente dirección: eligeeducar.cl | Escrito por: Lorena Tasca
El lenguaje asertivo es muy poderoso, pero a veces creo que se le está dando más importancia a la forma que el fondo. Cuando lo equilibrado sería entender la responsabilidad que tiene sobre el objetivo de aprender.