Maestros al servicio de la educación

[Ernesto González] La clave: ¡estar ocupado!

¿Un posible antónimo de no estar ocupado? Ocioso, cuyo significado es “’que no trabaja, que no tiene ocupaciones u obligaciones”. También se utiliza, de un modo despectivo, para indicar que algo es inútil, no es productivo, sin fruto ni provecho. Es posible que en alguna etapa de su vida: adolescente – joven – adulto joven – adulto maduro, haya presentado ese estado de ánimo, que para unos es agradable, para otros genera estrés.

Me apoyaré en una anécdota cercana, en la cual una persona adulta, presentaba un problema de salud, cuya etapa de recuperación era agobiante, con dolores constantes que le hacían pensar en ¿hasta cuándo?, que lo conllevó  Inclusive a ser atendido por un especialista, cuyas preguntas rutinarias fueron: ¿tienes ganas de llorar?; ¿tienes miedo a la muerte?, ¿qué haces en un día de hospital estando en tu casa? El paciente lloró, tenía miedo a la muerte y no podía olvidar el dolor, imposible, fueron sus respuestas.

¿Cuál fue la recomendación del galeno? ¡Tienes que ocuparte!, tú pronta recuperación dependerá del deseo de vivir, tienes personas que te quieren, a la cual estás comprometido a que sean queridas por ti; prográmate en el día: respeta las orientaciones de tu médico en cuanto a descanso, ejercicios de recuperación, pero incorporarás la lectura, ver programas televisivos culturales y de entretenimiento; ¿has programado qué hacer una vez que estés de alta? ¡Escríbelo!

Tiempo después y cumplido el plan, hoy en día va en camino a adulto maduro con muchos deseos de seguir viviendo, tras la lección aprendida: ocuparse.

La ocupación, no tiene edad, ni nivel cultural, tanto para los que laboran intelectual, como físicamente, lo que no resta que excluya a la familia, bastión fundamental de la sociedad; inclúyala siempre. La otra cara de la moneda es buscar actividades de ocio, las cuales se desempeñan en nuestro tiempo libre, para los padres, atender a sus hijos/as, nietos/as de cómo van en la escuela,  salir a dar un paseo, caminar, compartir un programa de televisión o cine, aunque lo que vayan a visualizar no necesariamente asea del agrado de todos.

Es cierto que los ratos de ocio no producen ninguna ganancia económica o gratificación instantánea, pero sí reduce el estrés y a la vez nos permite desarrollar de manera libre las habilidades y creatividad en diversas áreas de interés. Un rato de ocio programado o no (sea creativo, innove) provee bienestar psicológico, lo que incrementa considerablemente el buen estado de ánimo y la productividad suya y de las personas de su entorno.

¿Ya tiene anotado, lo que realizará el día de hoy en lo laboral y en su período de ocio? ¿No? Mmmm, por favor sugiero que lo haga y se sentirá mucho mejor, Después me cuenta. Gracias.


Autor:
Ernesto Gonzalez , ciudadano nicaragüense, nacido en Cuba.
Experiencia laboral:
Lic. en Ciencias Pedagógicas con mención en química. 40 años de experiencia como docente en los niveles de educación media y superior; cursos de posgrado propios de la especialidad y en pedagogía; autor de libros de texto para la enseñanza media tanto en ciencias naturales, como sociales. Articulista para los periódicos La Prensa, El Nuevo Diario (nicaragüenses 2000-2008), actualmente para el periódico El Siglo 21 guatemalteco.
Correo electrónico:
[email protected]
Cuenta de twitter: @gonzlez_ernesto

.



Comparte este artículo
Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También puede leer:





Se desactivó la función de seleccionar y copiar en esta página.