Lo que debía ser una ceremonia de clausura emotiva y festiva se convirtió en un acto de denuncia. El pasado fin de ciclo escolar en la Escuela Preparatoria Felipe Carrillo Puerto, ubicada en Pijijiapan, Chiapas, una alumna recién egresada alzó la voz frente a sus compañeros, padres de familia, autoridades escolares y docentes, para denunciar públicamente una situación que —según sus palabras— lleva años ocurriendo al interior del plantel: acoso sexual y normalización de conductas indebidas por parte de algunos profesores.
En su discurso de despedida, la joven —cuya identidad ha sido reservada— describió un ambiente institucional en el que miradas lascivas, comentarios fuera de lugar e insinuaciones inapropiadas por parte de algunos docentes eran comunes. Subrayó que, si bien no todos los profesores incurrían en estas prácticas, muchos las solapaban al guardar silencio o proteger a sus colegas.
“No todos son acosadores, pero son amigos de quienes sí lo son, y los defienden a capa y espada”, dijo la joven. Además, lamentó no haber hablado antes, reconoció el miedo que enfrentó y exhortó a otras estudiantes a no quedarse calladas. Su testimonio fue contundente, emotivo y provocó una ola de reacciones tanto en la comunidad escolar como en redes sociales, donde el video del momento se viralizó rápidamente.
A menos de 24 horas de la denuncia pública, la Fiscalía General del Estado de Chiapas, encabezada por Jorge Luis Llaven Abarca, anunció la detención del maestro José “N.”, señalado directamente por la estudiante como su agresor. El docente fue capturado en Tapachula por elementos de la Agencia de Investigación e Inteligencia Ministerial, cuando —según fuentes oficiales— intentaba huir hacia Guatemala.
La Fiscalía, en coordinación con la Fiscal de la Mujer, Servicios Periciales y el equipo de Psicología Forense, logró acreditar elementos suficientes para emitir una orden de aprehensión en su contra por los delitos de hostigamiento y acoso sexual.
El fiscal confirmó que las investigaciones continúan, ya que existen indicios de que otras alumnas también habrían sido víctimas. Las autoridades reiteraron su compromiso con una política de “cero impunidad y cero tolerancia” ante cualquier acto que atente contra la integridad de niñas, adolescentes y mujeres en espacios educativos.
Organizaciones defensoras de derechos de las mujeres, así como sectores de la sociedad civil, han exigido a la dirección del plantel y a las autoridades estatales la implementación urgente de medidas de prevención, acompañamiento psicológico y canales de denuncia efectivos que garanticen un entorno escolar seguro y respetuoso.
Reflexión pendiente en el sistema educativo
El caso ha desatado un debate profundo sobre la normalización del acoso en contextos escolares. La intervención de la joven no solo evidenció una situación concreta, sino también una cultura institucional que —según su testimonio— ha preferido mirar hacia otro lado.
El incidente también ha motivado llamados desde la sociedad docente para establecer mecanismos de evaluación y retroalimentación al finalizar cada ciclo escolar, con el objetivo de detectar de forma temprana comportamientos inadecuados. Docentes y especialistas han coincidido en que este tipo de situaciones no solo deben ser atendidas de forma reactiva, sino prevenirse mediante una cultura institucional basada en el respeto, la ética y la vigilancia constante.
Un precedente y una advertencia
Este caso en Chiapas se suma a una creciente lista de denuncias públicas y judiciales que ponen sobre la mesa la necesidad de revisar con urgencia las condiciones de convivencia en las escuelas. Asimismo, recuerda la reciente resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que establece que los delitos de abuso infantil no prescriben, abriendo la puerta para que más víctimas puedan denunciar sin importar el tiempo transcurrido.
Hoy, gracias al coraje de una alumna, se ha puesto en marcha un proceso que podría significar justicia para ella y protección para muchas otras. El desafío es que esta no sea una excepción, sino el inicio de una transformación en la cultura educativa.
Redacción | Web del Maestro CMF







Habrá que esperar las indicaciones, no eres culpable hasta probarlo, hay adolescentes que por reprobarlas o llamarles la atención buscan perjudicar con cualquier cosa
Lo bueno es que en publicaciones anteriores, victimizando a los profes ! Los valores se traen de casa eso no son anexos de los títulos universitarios.
Pervertidos , también sus cómplices
Para hacer eso , hay que estar mal de la mente.
Ahora la investigación determinará si es culpable o no, y con base en ello, se verá a quien deberían juzgar.