Emilio Calatayud: “Mi mejor maestra es mi hermana, una maestra que ve como me caigo y me espera de pie sabiendo que voy a levantarme…”

Emilio Calatayud
El juez Emilio Calatayud es hoy por hoy juez del tribunal de menores de Granada (gracias a que dio el cambizo en una examen de Derecho Administrativo y no le pillaron) y lleva siendo juez desde el 31 de octubre de 1980. Es uno de los letrados más mediáticos de España: su capacidad para hablar sin pelos en la lengua y su vozarrón le han servido para colaborar a menudo en debates y programas de televisión y radio donde ha opinado de todo con un lenguaje claro, directo y, en muchas ocasiones, ofensivo.
Su sistema de «enderezar» a los jóvenes que acaban en su sala ha llamado tanto la atención en los medios como sus opiniones. El juez Calatayud prefiere dar a los menores la oportunidad de enmendarse trabajando con los bomberos o la policía antes de encerrarlos en un centro. Un sistema que aplica porque a él le sirvió: cuando se metió en problemas de joven le enviaron a trabajar descargando camiones, rectificó y llegó a juez.

Esta vez les compartimos únicamente con motivos educativos y de formación permanente  una publicación el juez compartió en su blog y la tituló «Una carta de amor fraternal para empezar bien la semana: “Mi mejor maestra es mi hermana…”»

Buenas, soy Emilio Calatayud. Se habla mucho de botellones, y yo el primero, y de lo que hacen mal los jóvenes, y yo el primero, pero la mayoría (y esto lo digo poco y pido disculpas por ello) son buena gente, muy buena gente. Aquí os dejo una carta que ha escrito una estudiante de Bachiller a su hermana que se va de Erasmus, por lo que van a estar separadas durante unos meses. Es una carta de amor fraternal que desmiente muchos tópicos sobre los jóvenes y que sirve para empezar bien la semana (por cierto, menos ‘guasaps’ y más cartas).

Dice así:

“Todos nos han dicho siempre que el mejor maestro es la vida, que la vida nos enseña a pasar por ella, en mi caso no, mi mejor maestra es mi hermana, una maestra que ve como me caigo y me espera de pie sabiendo que voy a levantarme, una maestra que me ha enseñado las bases para quererme, aunque tengo que admitir que no soy muy buena alumna.

Mi hermana me repite las lecciones y yo intento seguirlas sabiendo que ella me llevará por buen camino. A día de hoy no he vivido de otra forma que no sea a tu lado, y puedo decir que soy afortunada por todo lo que me has dado.

Busqué poemas ya que mis letras nunca serían tan bellas, busqué y busqué hasta encontrar a Bécquer, me hizo preguntarme qué es poesía…

Y poesía eres tú.

Un día Seneca dijo que la felicidad no mira de dónde nace, sino a dónde puede llegar, y llegarás muy lejos, siendo tu la felicidad que nace donde llegas. Como dijo Neruda: puedo escribir los versos más tristes esta noche, pensando en tu partida o en cómo pasan los días de nuestra vida, pero no lo es porque tu hogar nunca cambiará y nosotros, tu familia, te querremos por muy lejos que llegues a volar.

Luis Borges escribió su arrepentimiento por haber cometido el peor de los pecados; no ser feliz. La vida es un juego hermoso y arriesgado, todos sabemos que tú serás la mejor jugadora vayas donde vayas.

Solo me queda decirte que llegarás lejos seas lo que seas y hagas lo que hagas, decirte que si cuando muramos nos podamos reencarnar, me gustaría volver a ser tu hermana para poder pasar otra vida cogida de tu mano”.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Emilio Calatayud en la siguiente dirección: granadablogs.com



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