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Educación a distancia: ¿Solución a una emergencia o improvisación educativa?

Cuando nos sorprendió la pandemia del Covid-19, ya se había planificado y se estaban desarrollando los programas curriculares anuales, que son los mapas de ruta del proceso que garantiza el trabajo sistemático de los procesos pedagógicos y evita la improvisación y rutina. Pero así de golpe, la emergencia sanitaria mundial, nos puso ante no pocas complicaciones que nos han cambiado (en más de 150 países) la vida, y el panorama de todo lo previsto en educación.

Un buen número de países, estudian y ven qué hacer en Educación, o ya tienen una planificación de contingencia, que han previsto la formación y actualización permanente de sus profesores y un pacto educativo entre padres de familia y profesores. Pero otros, sin mayor estudio de la realidad de sus pueblos, ya dieron “su solución”: educación a distancia. Y estos últimos son los que preocupan, porque desconocen que “la meta final de la verdadera educación es no sólo hacer que la gente haga lo que es correcto, sino que disfrute haciéndolo; no sólo formar personas trabajadoras, sino personas que amen el trabajo; no sólo individuos con conocimientos, sino con amor al conocimiento; no sólo seres puros, sino con amor a la pureza; no sólo personas justas, sino con hambre y sed de justicia” (John Ruskin).

La opción por una educación a distancia, obligados por las normas sanitarias, que han ausentado a los estudiantes de las escuelas y los ha confinado en sus hogares (los que tienen), demuestra, una vez más, que cuanto menos se metan los políticos o funcionarios de confianza en gestiones educativas, mayores serán las probabilidades que se logren los objetivos de una educación que prioriza la enseñanza – aprendizaje. Los profesores, para esos funcionarios en las secretarias o ministerios de educación, solo deben enseñar de acuerdo a los planes de emergencia que ellos inventan y determinan. Los estudiantes son considerados como actores pasivos y a los que no se les respeta, ni se les pide, ni escucha su opinión, y menos importa su realidad familiar y menos el saber qué medios de comunicación existen en sus hogares Los padres de familia son la parte pasiva que “deben estar agradecidos” del obsequio del Estado o matricular a sus hijos en centros educativos particulares.

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A los profesores se les responsabiliza de los resultados de la educación a distancia, pero no son dueños de su práctica, no son profesionales empoderados, y mucho menos han sido capacitados y consultados, y esto se da porque las decisiones se toman “verticalmente” en algunos sistemas educativos, los profesores son considerados como asalariados o engranajes de una fábrica, de una cadena de producción, como sostiene Andreas Schleicher, Director de Educación de la OCDE.

En algunos países, se han confeccionado (o adaptado) plataformas tecnológicas para responder a la emergencia, para “salir del apuro”, sin ninguna (o nula) opinión e intervención de los profesores que son quienes están en la primera línea en las aulas, que son quienes más conocen las complejidades y multi-determinación que necesitan las estructuras metodológicas y pedagógicas de la educación a distancia.

Son los profesores quienes deben proyectar los contenidos y procesos didácticos de una educación a distancia, y el uso, como recursos pedagógicos, del internet, la televisión o la radio, porque todo proceso enseñanza-aprendizaje es responsabilidad de un profesor. Entones, en esta opción, el profesor no puede ser dejado de lado, sino que adquiere el rol de motivador para adquirir nuevos conocimientos, orientar la investigación, suscitar nuevas estrategias innovadoras, …

Si la educación a distancia, no se planifica con sus actores, es una burla, un engaño, porque se improvisa, y mucho más si no se cuenta con los recursos humanos y materiales para desarrollarla. Nunca será una educación de calidad aquella en la cual no se invierte en la formación de los docentes y no se les reconoce su jerarquía social trascendente. Antes de pedir a los profesores cumplir con tareas de educación a distancia, se debe cumplir con otorgarles la preparación de excelencia para ser capaces de crear o diseñar los caminos relacionales o conexiones pedagógicas entre el estudiante y él, a través de las TIC como herramientas que permiten el desarrollo de una nueva modalidad en la educación a través de su mediación tecnológica. Esta modalidad puede realizarse a través del e-learning o de la educación virtual. (cf Carmen Martínez).  Los profesores son (o deben ser) -después de una diligente formación inicial docente- los especialistas en dar a conocer cómo debe de ser el método y el diseño de la instrucción en los procesos de aprendizajes en sus diferentes vertientes, para que el estudiante “desarrolle aquellas competencias o capacidades que le permitan de modo eficiente tener acceso al conocimiento”. EL DISEÑO INSTRUCCIONAL Y LA EDUCACIÓN A DISTANCIA.

Algunas sociedades, no solo no valoran el rol docente (que quizá sea más estimada por los padres de familia, luego de este tiempo de confinamiento social), sino que los planificadores de la educación a distancia no tienen en cuenta la importancia de su mediación pedagógica. Y para esta tarea, el profesor debe estar preparado para desempeñar su tarea con eficiencia y calidad. No se le puede improvisar y exigir resultados. Los “fabricantes de normas educativas” para emergencias como ésta, (no pocas veces) ignoran o desconocen que la educación a distancia es un aprendizaje autodirigido, autónomo y autorregulado (Valenzuela 2000), pero que necesita la asistencia y la experiencia en la enseñanza del profesor, a quien se le debe haber instruido con anterioridad, haber realizado una inversión en su capacitación, recibir los recursos y proporcionarle las estructuras ambientales para que los resultados sean los esperados. Si seguimos haciendo normas de emergencia, nunca tendremos las políticas educativas que necesitamos. Seguiremos queriendo comer un potaje de calidad, pero pagado a precio de vendedores callejeros.

“Aunque parezca paradójico, la exigencia para los maestros que enseñan a distancia, es más que la de aquellos que lo hacen de forma presencial, ¿por qué? El profesor de la metodología presencial prepara su clase, asiste al salón por unas horas a la semana, hace su exposición y se vuelve a ver con sus alumnos en la siguiente semana”. El profesor en la modalidad a distancia incluye asesoramientos, “y adicionalmente cuenta con aulas virtuales a través de las cuales también atiende a los alumnos todos los días de la semana, así que la enseñanza se vuelve personalizada y sus estudiantes pueden estar en distintos lugares a la vez”. Estos docentes deben ser evaluados periódicamente bajo estándares de calidad, opina la Directora de Diseño Educativo Marisol Cipagauta, pues las herramientas se actualizan a cada abrir y cerrar de ojos, y el estar actualizados en prácticas pedagógicas con las nuevas TIC, le permitirá “ejercer su papel protagónico y garantizar el logro de competencias en sus estudiantes. ¿Y DÓNDE ESTÁ EL PROFESOR?

A pesar de estas y otras dificultades, contrariedades, incomprensiones, controversias, desconsideraciones, indiferencias o rechazos de algunas personas y de las mismas autoridades encargadas de la administración educativa, el servicio docente en el aula o a distancia, “es el mejor servicio que se puede prestar a la sociedad, pues es la base de toda transformación de progreso humano, tanto personal como comunitario” (cf Papa Francisco). Y que siendo de tan vital importancia para el desarrollo de la humanidad, no es valorada por una sociedad en donde se prefiere comprar armas que construir escuelas y hospitales, en la cual sus funcionarios públicos son incapaces de compartir una parte de sus “jugosos y excepcionales” sueldos en estos tiempos de emergencia. Pero al profesor se le exige capacitarse por él mismo, poner su casa como aula pública y con el mismo sueldo.

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Finalicemos conociendo las sugerencias, para garantizar la continuidad del aprendizaje durante el cierre de las escuelas, que da la UNESCO; y que ojalá las hayan tenido en cuenta sus autoridades educativas, y la conozcan los superiores que le supervisarán su tarea docente; para que sea una tarea efectiva y eficaz. Esta es la decena de consejos para hacer más eficiente ese periodo inédito de emergencia sanitaria mundial:

  1. Examinar el estado de preparación y escoger los instrumentos más pertinentes
  2. Garantizar el carácter inclusivo de los programas de aprendizaje a distancia.
  3. Aplicar medidas para garantizar el acceso de los alumnos, fundamentalmente.
  4. Proteger la privacidad y la seguridad de los datos.
  5. Aplicar soluciones a los problemas psicosociales antes de impartir la enseñanza.
  6. Planificar el desarrollo de los programas de aprendizaje a distancia.
  7. Proporcionar a los docentes y alumnos asistencia en cuanto a la utilización de las herramientas digitales.
  8. Combinar los enfoques adecuados y limitar la cantidad de aplicaciones y de plataformas.
  9. Establecer las reglas para el aprendizaje a distancia y dar seguimiento al proceso de aprendizaje de los alumnos.
  10. Crear comunidades y favorecer los vínculos

Artículo referencial: DIEZ RECOMENDACIONES PARA ESTUDIAR A DISTANCIA DURANTE LA EMERGENCIA DEL CORONAVIRUS COVID-19

“… hay elementos que deben fortalecerse para lograr un servicio educativo de calidad, como la comunicación que hace de la educación a distancia una “conversación didáctica guiada”, la integración racional de recursos para el aprendizaje; la promoción del aprendizaje autónomo, que hace del estudiante protagonista de su formación; el cuidadoso diseño, desarrollo y validación del material educativo para facilitar el autoaprendizaje; la formación de grupos de interaprendizaje y los servicios de apoyo para alcanzar un nivel óptimo …” (Juan Rodríguez Ruiz).

REDACCIÓN WEB DEL MAESTRO CMF



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comentarios 1
  1. Es impresionante como pueden hacer pedazos las iniciativas mundiales para responder a una emergencia bajo criterios de “calidad” y aun cinicamente proponiendo “consejos” para hacer eficientes los esfuerzos. Ustedes creen que las escuelas se han preparado por decadas “solo por si ACaso lo necesitamos”? Asumen que habia tiempo de dar entrenamiento adecuado a todos los maestros? es este el momento de lanzar un discurso acerca de lo injusto de la compra de armas y la falta de apoyo a la educacion? no cabe duda que, como todo lo religioso, especialmente catolico, todo esta visto desde la optica de la culpa, la acusacion infundada y con completa desconexion de la realidad de las escuelas. no sabia que existia una pagina como esta, pero por supuesto que no la recomendaria.

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